El uno por uno de la plantilla del Córdoba CF para empezar la liga

LLUÍS TARRÉS. Su gran oportunidad. El arquero de Blanes da el salto al primer equipo después de dos cursos como blanquiverde en el filial. Tiene la gran oportunidad de consolidarse en un conjunto con aspiraciones. En el filial ha mostrado buenos reflejos y una madurez que le hace estar preparado para dar el salto.

CARLOS MARÍN. Un baluarte en portería. El Córdoba puede presumir de tener uno de los mejores porteros de la categoría. El almeriense ha vivido un verano con ofertas tentadoras para salir al extranjero y algún sondeo de equipos de Segunda, pero seguirá en El Arcángel convertido en referente bajo palos.

ALBARRÁN. Potencia en el carril. Uno de los fichajes que Iván Ania pidió a la dirección deportiva fue el de este lateral derecho con el que tanto congenió en el Algeciras el curso pasado. Albarrán es un carrilero potente, veloz y que es capaz de sacar centros de mucha calidad. Una baza ofensiva clara.

IVÁN RODRÍGUEZ. Fondo de armario fiable. El malagueño llega justo antes del arranque de liga para completar la defensa y dar al equipo una opción más para el lateral derecho. Es un futbolista contrastado y con experiencia en Segunda y Primera Federación.

ADRIÁN LAPEÑA. Experiencia y seguridad. El riojano es una de las grandes apuestas del club para dotar de experiencia a su defensa. Amplio conocedor de la Primera Federación y con partidos en Segunda, llega con la lección aprendida de lo que se encontrará en El Arcángel, tras jugar en el Deportivo y el Castellón.

DRAGISA GUDELJ. Un líder con galones. Tras el dramático episodio de salud que padeció el curso pasado, el balcánico vuelve con más fuerzas que nunca y erigido en el verdadero líder del vestuario. Su figura será fundamental para Iván Ania, por su jerarquía y facilidad para sacar el balón jugado desde atrás.

CARLOS GARCÍA. Un joven preparado. El barcelonés llega a préstamo desde el Cádiz, donde en pretemporada ha demostrado que tiene nivel para seguir creciendo y ser importante en Primera Federación. En el Córdoba tendrá que pelear los minutos con centrales de mucha calidad y experiencia.

ADRI CASTELLANO. Un regreso esperado. El cordobés vuelve al club del que salió hace una década para ser una de las voces autorizadas en el vestuario. Por su trayectoria en el fútbol profesional debe ser importante para Ania. El asturiano cuenta con él tanto para actuar en el lateral como de central zurdo.

CALDERÓN. Un puñal en la siniestra. El sevillano afronta su segundo curso en El Arcángel afianzado como un valor de presente y futuro. Tiene calidad para ser decisivo como ya mostró en el arranque del curso pasado, pero debe dar un paso al frente y ser mucho más regular en su rendimiento.

ISMA RUIZ. Calidad y trabajo. El granadino llega como una gran apuesta del club de presente y futuro. Tras años siendo una de las grandes perlas de la cantera del Granada, en el Córdoba tiene la ocasión para demostrar el fútbol que lleva dentro. De él se espera que aporte criterio y también trabajo.

DIARRA. Un valor a recuperar. El horrible final de la pasada temporada ha opacado las virtudes de un futbolista que el curso pasado rindió a un gran nivel hasta bien mediada la campaña. Con Ania se espera ver una versión más descarada y ofensiva de un futbolista con facilidad para llegar al área rival.

RECIO. Debe ser diferencial. Aunque lógicamente no llega ya en su mejor momento, y más tras su frustrada aventura en Chipre, el malagueño tiene que ser un jugador de peso en Primera Federación. Su trayectoria, toda entre Primera y Segunda, avala a un jugador capaz de sostener al equipo.

ÁLEX SALA. Una cesión interesante. El barcelonés apuntar a ser una de las revelaciones del curso en el Córdoba. En pretemporada ha mostrado cualidades de buen generador de juego gracias a la precisión en sus envíos, además de mucho trabajo de repliegue y coberturas. Se espera mucho de él.

CHRISTIAN DELGADO. Debe ganarse un sitio. El algecireño está en una situación complicada, porque las lesiones no le han permitido hacer una pretemporada normal. Con la medular como la zona más poblada del equipo, tendrá que ganarse los minutos con paciencia, porque es evidente que empieza en desventaja.

CARRACEDO. El reto de ser regular. El extremo afronta su segundo curso en El Arcángel con el reto de buscar un rendimiento más sostenido y alejado de los dientes de sierra que mostró la temporada pasada. Si está centrado, el equipo ganará un extremo de calidad; de lo contrario, puede restar más que sumar.

SIMO. La ocasión de convencer. Acaba contrato al final de la presente temporada y, tras una gris campaña, debe recuperar el terreno perdido. Posee talento y condiciones para ser importante en el equipo, pero debe alejar su fútbol de los destellos sin aportación y pasar a ser mucho más práctico.

ADILSON MENDES. Desborde y velocidad. Fue de largo el mejor de un Badajoz que acabó descendiendo, lo que posibilitó su llegada a El Arcángel. Si los problemas físicos no se lo impiden, debe ser importante. En pretemporada ha dejado destellos de su velocidad y de una habilidad para el desborde muy interesante.

KIKE MÁRQUEZ. Un jugador a recuperar. En su primer curso en El Arcángel arrancó bien y perdió fuerza hasta el punto de acabar siendo foco de las iras de la grada. Tiene ante sí una reválida. Si recupera su mejor versión, es un futbolista capaz de marcar diferencias.

ANTONIO CASAS. En busca de confianza. Viene de un año malo y necesita confianza para recuperar su versión más certera, con la que arrancó la temporada pasada. Un buen inicio de curso le puede ayudar, pero también lastrarle si el arranque no va por los derroteros esperados.

ALBERTO TORIL. Apuesta para la punta. El ariete balear es una de las grandes apuestas de este curso en el CCF. Sin unos registros goleadores que avalen su trayectoria, en el club confían en sus dotes de rematador nato para canalizar el caudal ofensivo que se espera del equipo.