El Córdoba CF da primero ante la Ponferradina (0-1)

Ponferrada/El primer golpe lo da el Córdoba CF. Los blanquiverdes sacaron un 0-1 que es un tesoro de su visita a la Ponferradina, una renta que le pone muy claro el camino hacia el pase de ronda en esa pelea por entrar en la final por el ascenso a Segunda División. El gol de Albarrán hizo justicia con un conjunto blanquiverde superior a la Ponfe, por más que tuvo que pelar cada metro de terreno y cada acción para doblegar a un contrincante con poco fútbol pero con mucho coraje y orgullo. El camino está ahora bastante trazado y tocará rematar en El Arcángel, pero el primer contacto con el play off de ascensoplay off no pudo dejar mejores sensaciones para el conjunto cordobesista.

Y es que el Córdoba CF clavó las premisas básicas de este tipo de partidos: paciencia, intensidad y seriedad defensiva en el inicio; personalidad después para imponer su calidad ante un rival que dejó todo en el campo, y trabajo y esfuerzo al final para asegurar el triunfo.

Casas, titular en el Córdoba CF por delante de Toril

Como cabía esperar, pocas sorpresas presentó el once inicial del Córdoba CF, en el el movimiento más llamativo fue la titularidad de Casas en lugar de Toril, en un cambio totalmente lógico si se tiene en cuenta que el rambleño venía de marcar ante el Algeciras y que ambos han peleado durante todo el curso por el puesto en igualdad de condiciones. Más novedades presentó la Ponferradina, con Juanfran García apostando por Ale Díez en la izquierda y James Igbekeme en la medular, además de Álex Costa en la punta de ataque. Cambios que el técnico valenciano ya había avisado en la previa de que sorprenderían.

Lo que no sorprendió a nadie fue el ritmo al que arrancó el partido, con los dos equipos tratando de aplacar los nervios iniciales en medio del ambiente ardiente de El Toralín. Pronto dejaron ver tanto la Ponferradina como el Córdoba CF sus intenciones. Los bercianos no perdieron tiempo a la hora de renunciar a la presión alta y apostar por el bloque medio -incluso bajo en muchos minutos del primer acto-, con un Córdoba CF más dominador y tratando de percutir a la espalda de los laterales del conjunto berciano.

Así fue como el conjunto blanquiverde dio el primer aviso, con una cabalgada de Calderón desde la derecha que ya sembró nerviosismo en la zaga local. Con todo, el cuadro cordobesista optó por no arriesgar demasiado y priorizó la seguridad en el pase a la hora de marcar el ritmo del partido, mientras su rival se afanaba en protegerse bien y buscar la calidad de Yeray Cabanzón a la hora de lanzar sus contragolpes. Pero a las precauciones defensivas de los locales, Albarrán ganó la línea de fondo con facilidad en varias ocasiones. La primera en el 12' de partido, en una acción que Adilson Mendes finalizó con un chut flojo. La vía para hacer daño al rival estaba clara.

Pese a tener más el balón y querer llevar la iniciativa, el duelo entró en unos minutos clásicos de este tipo de partidos, con una Ponferradina muy física en los duelos y el Córdoba CF falto de claridad para hilvanar su juego de manera continua. Con ese planteamiento, el conjunto blanquiverde siguió haciendo daño por los costados. Así fue como Diarra, en el minuto 23, ganó la línea de fondo por la derecha y sacó un centro con cuatro compañeros en el área que Kuki Zalazar remató desviado. La Ponfe intentó sorprender y obligó a Lapeña a abortar el contragolpe con una acción defensiva brillante.

A esas alturas, quedó claro que el escenario era el esperado: partido largo, con los equipos tratando de no arriesgar y poco brillo en el juego. Con todo, le puso más intención el Córdoba en la primera parte, casi siempre con las cabalgadas de Albarrán por la derecha. La Ponferradina siguió inquietando cada vez que logró que el Córdoba se equivocase. Así, a la media hora de juego, una falta de entendimiento entre Mati Barboza e Isma Ruiz propició una ocasión clara que Borja Valle desperdició.

El susto lo devolvió el Córdoba con la acción más clara del primer acto para sus intereses. Un robo en campo rival permitió a los blanquiverdes llevar el balón rápidamente hasta Carracedo, que raseó su disparo y se topó con el paradón de Andrés Prieto. Poco después, un centro de Albarrán desde la derecha se envenenó y volvió a sembrar dudas en una Ponferradina que casi marca antes del descanso, en un centro lateral de Carrique que peinó Álex Costa y que Ernesto desperdició en posición franca de remate.

A vuelta de vestuarios, el Córdoba CF ya salió más dominador. Los blanquiverdes, asentados ya sobre el césped de El Toralín, no tardaron en agitar el partido. Kuki Zalazar forzó una falta en el lado izquierdo del ataque de su equipo que él mismo botó encontrando a Lapeña, imperial en su cabezazo. El balón se estrelló en el larguero, Casas se topó con Andrés Prieto en el rechace y Albarrán empujó el balón de manera agónica para el 0-1. Un gol que hizo daño a la Ponfe y reforzó a los de Iván Ania, que lograron frenar las embestidas inmediatas de un rival que empezó a desesperarse, protestando cada acción y contribuyendo -seguramente sin quererlo- a que el choque se ralentizase de nuevo. El mayor ejemplo, un gol anulado a Ernesto en claro fuera de juego que hizo levantarse a todo el banquillo local.

Fruto de los mayores riesgos que empezó a asumir la Ponferradina, el Córdoba CF tuvo una ocasión de contragolpe que Adilson Mendes desperdició conduciendo en exceso, cuando Carracedo pedía el pase solo y camino a la portería de Andrés Prieto. Juanfran trató de refrescar a su equipo buscando desborde con Raúl Dacosta y, poco después, Ania respondió dando entrada a Álex Sala para reforzar la medular, cuando ya había relevado al punta (Toril por Casas).

Con el paso de los minutos y sin la claridad buscada, la Ponferradina fue cavando su propia tumba de desesperación, mientras que el Córdoba CF no bajaba un ápice su concentración para terminar abrochando el partido sin excesivo sufrimiento. Ni siquiera el recurso de Yuri, al que Juanfran García se agarró a dos minutos del final, le dio a la Ponfe ese aire renovado en ataque que pusiera en aprietos a Carlos Marín. Es más, hasta pudo sentenciar el CCF si Toril llega a rematar un centro de Álvaro Leiva raso y tenso. Mucho tuvo que ver Iván Ania, y un último movimiento muy acertado con los cambios, para oxigenar al equipo sustituyendo a los tres hombres de la mediapunta y dando a su equipo los pulmones necesarios para el último esfuerzo defensivo. La recompensa bien valía la pena, pues el Córdoba CF ya está un pasito más cerca de esa deseada final por el ascenso a Segunda División.