Del éxtasis a la frustración (2-2)
Real Club Recreativo de Huelva - Córdoba CF | La Crónica
El Córdoba CF deja escapar el triunfo en la última jugada del partido con un autogol de Jesús Álvaro
La entrada de Owusu, que anotó el 1-2 en el alargue, permitió ver la mejor versión blanquiverde
El Córdoba CF experimentó en el Colombino ese extraño viaje que va del éxtasis a la frustración. En un descuento loco, los blanquiverdes se vieron con la victoria en su mano gracias al tanto de Owusu, que hacía olvidar un mal primer tiempo y premiaba el descaro y el paso adelante ofrecidos tras el descanso. Sin embargo, en la última jugada del choque, una acción de esas que no deben permitirse, un centro lateral mal defendido terminó con el autogol de Jesús Álvaro que rescataba un punto para el Recreativo, que fue mejor en la primera mitad, aunque tal vez no para merecer tal recompensa.
Con tres cambios en la alineación, y recuperando ese perfil defensivo en la banda izquierda con un doble lateral que ya dio rédito en La Línea, el Córdoba encaró el choque con cierta calma, dejando hacer a un rival más exigido y que, tanto por eso como por jugar de local, tenía que mostrar sus cartas de salida. Ese planteamiento inicial provocó que fuera el Recre el que pareciera tener el control de la situación, pero sin la mínima claridad ofensiva por la dificultad de sus mediocampistas para marcar el ritmo, lo que empujaba de continuo a Morcillo a buscar el envío directo para ganar metros y la segunda jugada aprovechando el juego de espaldas de Rubén Cruz y Quiles.
Pero lo peor para el CCF es que esa simple medianía ya le era suficiente al Decano para sentirse ligeramente más cómodo sobre el verde. Incapaz de hilvanar tres pases seguidos, ni siquiera en zona defensiva por la presión alta albiazul, con las medias puntas bloqueadas y, por tanto, con la conexión con Juanto Ortuño cortada, los blanquiverdes se conformaban con estar en el partido, con no verse sometidos. Un plan demasiado pobre para poder aspirar a lo máximo, no sólo en la temporada, sino en el encuentro.
Un libre directo de Carlos Martínez que se fue muy alto inauguró el capítulo de avisos, no entre los tres palos, camino del minuto 15. Gustavo siguió la misma suerte que su compañero instantes más tarde, ya después de que el Córdoba hubiera dado una nimia señal con una combinación entre Flores y Álvaro que Nauzet dejó franca para De las Cuevas; el remate, mordido, salió desviado.
Una resolución deficiente que no se pareció en nada a la que Alberto Quiles se fabricó, ante la pasividad defensiva, para hacer el 1-0, con un zurdazo que se coló por el centro de la portería tras pillar ligeramente a contrapié a Becerra. Tanta culpa tuvo el meta como Xavi Molina por no apretar al exblanquiverde, que lo celebró con rabia, o los pivotes por dejarle aparecer sobre la alfombra roja en el área sin estorbar siquiera.
Noqueado tras el tanto recreativista
Con el marcador a favor, el Decano dio un paso adelante, consciente de que su rival vivía su peor momento. Sin capacidad alguna de reacción, ni con el balón ni con cualquier otra arma, el cuadro cordobesista fue menguando con el paso de los minutos. Tampoco es que sufriera en exceso, ya que el caudal ofensivo recreativista no es que fuera imparable, pero la verticalidad y velocidad de Carlos Martínez inquietó varias veces, sobre todo en una acción en la que Raúl Cámara le quitó la pelota en la línea de gol.
¿Hubo respuesta visitante? Sólo una cabalgada de Miguel de las Cuevas con zatapazo final ligeramente cruzado. Un bagaje impropio de un equipo que quiere estar en la pelea con los mejores y que desde mucho antes del intermedio empezó a buscar soluciones en el banquillo –dos hombres a calentar a la media hora– porque el plan trazado hacía aguas.
La primera solución fue volver a un dibujo más equilibrado, con la entrada de Owusu por Cámara para devolver a Álvaro al lateral. Un 4-4-2 con el ghanés actuando arriba junto a Juanto y Flores ligeramente volcado a la izquierda que ya ofrecía un cambio notable en las intenciones blanquiverdes. Si a eso se le suma que Nauzet se vio obligado a intervenir ya antes del primer minuto para evitar el cabezazo del africano y que acto seguido fue Borja García el que evitó el taconazo, de recurso, de Juanto para culminar otra cabalgada por fuera de Owusu, estaba claro que algo empezaba a virar, y para bien, en el Colombino.
Pero el Recre sabe bien de qué va esto y tardó poco en frenar esa primera acometida cordobesista. Primero con una conexión entre Cera y Ros que abortó en última instancia Djetei; luego con las artimañas del otro fútbol que conoce bien Morcillo y que le sirvieron para sacar una amarilla a Owusu cuando la pelota estaba en otro sitio, provocando una disputa que no llegó a mayores... ni frenó a un CCF ya amenazante con los dos laterales en campo contrario, con más movilidad arriba –la entrada de Zelu por Juanto ayudó también– y el punto de maldad necesario para buscar una reacción.
El paso al frente provoca la remontada
Owusu lo intentó desde el centro del campo con Nauzet fuera de sitio y Fernández se encontró con el pie salvador del cancerbero tras un zurdazo para poner fin a una contra bien llevada por De las Cuevas con pase final atrás de Flores. Monteagudo, ante lo que se le venía encima, decidió meter a Sergio Jiménez para refrescar la medular, clave para detener a un equipo blanquiverde desatado y cada vez con mayor presencia en el área local, donde Nauzet volvió a ejercer de salvador al repeler con el pie un zurdazo de Zelu en el mano a mano tras un nuevo pase al espacio de De las Cuevas.
El CCF empezaba a hacer méritos de sobra para al menos igualar el choque. Pero como en tantas otras ocasiones, para eso hay que meter alguna; golpear y no amenazar. La oportunidad pintiparada llegó con un penalti que Owusu sacó a Morcillo, en clara desventaja, devolviéndole la que le había hecho antes. De las Cuevas no falló desde los once metros, propiciando un partido nuevo, ahora claramente volcado del lado cordobesista. Y eso desquició por momentos al Recre, aunque poco a poco supo reponerse.
El empate no satisfacía a ninguno y eso provocó un aumento de los espacios y los sustos. Chuli casi sorprende a Becerra con un disparo desde la frontal que desvió Djetei y Cera inquietó con un latigazo que murió en el lateral de la red. Las carreras de Owusu, solo contra el mundo, eran un bálsamo ante ese intento de recuperación recreativista... hasta que una jugaba bien hilada por la derecha, con el descuento ya en marcha, se tradujo en un córner. La pizarra de Agné tomó protagonismo y todo salió a pedir de boca, con el gol de Owusu cuando Djetei también estaba dispuesto a empujarla. Era el minuto 93 y todo parecía decidido. Más aún cuando Ángel Moreno entró para cerrar el partido y Owusu ganó un balón en campo contrario. Pero eligió mal, el Decano atacó y llegó lo peor.
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