Despedida con malas sensaciones (2-0)
Sanse - Córdoba CF | La Crónica
El CCF queda fuera de la Copa del Rey en su estreno ante un rival que exprimió mejor sus ocasiones
La segunda unidad de los blanquiverdes demostró sus carencias con una mala actuación colectiva

San Sebastián de los Reyes/La Copa del Rey ya es historia para el Córdoba CF. Y no se puede decir, ni mucho menos, que eso sea una mala noticia, sobre todo para el futuro. La derrota en San Sebastián de los Reyes es más alivio que otra cosa, pues permite a Raúl Agné y los suyos poner los cinco sentidos en la liga, donde está la verdadera guerra de una temporada que tiene como único objetivo estar en la pelea final por dar el salto al fútbol profesional, y que el domingo ofrece un partido de altísimos vuelos.
Claro está que, visto lo visto, el mercado de invierno que ya se ve en el horizonte se antoja clave para terminar el curso con una sonrisa. Porque la segunda unidad blanquiverde, de la que tiró Agné para este compromiso intersemanal, dejó muchas carencias. Y esa fue la verdadera mala nueva del partido en el Matapiñonera. Lejos de pedir un sitio, de reivindicar su papel en esta plantilla, muchos de los habituales suplentes, algunos defenestrados ya se sabe por qué, se perdieron en la nada, dejando mucho que desear, fabricando una actuación en la que más allá del esfuerzo hay poco que salvar. ¿El resultado? Una clara derrota, sin paliativos, ante un rival al que le bastó con el orden y exprimir sus dos primeras ocasiones para quebrar una racha de nueve partidos sin ganar.
Igual que el ambiente, el partido arrancó frío, dejando claro que la Copa no quita el sueño a ninguno de los conjuntos, más preocupados de alcanzar sus objetivos ligueros. Con numerosos cambios en la alineación, el CCF mantuvo el 4-2-3-1 sobre el que se está asentando en las últimas semanas, con la idea de seguir dando pasos hacia adelante, de meter en faena a jugadores que hasta la fecha no están teniendo protagonismo en el fin de semana.
Pero el plan cordobesista chocó de partida con el guion de un Sanse que se dispuso sobre un 5-3-1-1 para dar mucha amplitud a su juego por fuera. Especialmente por el carril zurdo, con la conexión de Julio Delgado con Raúl Hernández, el primero en abrir el fuego con un latigazo desde la esquina del área que se marchó desviadísimo. Calcando la opción, Juanto Ortuño respondió haciendo trabajar a Xabi Irureta con un derechazo que le salió excesivamente centrado al yeclano.
Sin gran capacidad para conectar, dejando a un lado el atrevimiento necesario para superar líneas de rivales con un simple pase, el encuentro se fue perdiendo en continuas imprecisiones en la medular, alejándose cada vez más de las áreas. Así, tuvo que ser el balón parado el que ofreció las mejores oportunidades para los blanquiverdes, con dos saques de esquina al primer palo que Ángel Moreno y Fernando Román, la novedosa pareja de centrales incorporada al ataque, remató sin la dirección adecuada para sorprender al meta local.
A pesar de que el Sanse quería tener más posesión, acumulaba transiciones algo más largas y con cierto sentido ofensivo, su producción se limitaba a centros que la zaga cordobesista repelía sin grandes apuros. Sólo una jugada embarullada finalizada por Trabazo con un disparo excesivamente cruzado asustó algo a Edu Frías, que en su siguiente aparición, ya cerca del intermedio, tuvo que sacar el balón de la red. La llegada por sorpresa de Julio Delgado y esa pizca de fortuna para hacer suyos los rechaces le permitió anotar el 1-0 con la ayuda del portero y Víctor Ruiz en la ayuda.
Ante ese panorama, Raúl Agné agitó el banquillo para afrontar con otra cara la segunda mitad. De partida dispuso al equipo con dos puntas, juntando a Owusu con Juanto Ortuño, y alineó un doble pivote con mayor capacidad de creación, con Imanol García al lado de José Antonio González. La idea era pasar a mandar, y no tardó en volcarse el juego hacia la mitad del campo madrileña. Por lo menos, ya el juego directo, excesivo y sin éxito, pasó a mejor vida, o quedó sólo como alternativa.
Ese dominio creciente de los blanquiverdes dio aire a alguna contra, aunque la única que terminó en algo de peligro fue una combinación por la diestra con finalización, muy desviada, de Mario Hernández, que mostró porque es lateral y no extremo. Aunque la pelota y la presencia era mayor en los visitantes, a los de Agné le faltaba un puntito más de chispa. Así que tuvo que ser un error en la entrega de Julio Delgado el que propiciara la mejor opción, aunque el derechazo de Owusu se fue sin hallar el ángulo.
Agné quemó las naves con Antonio Moyano para ocupar el carril zurdo, dibujando un perfil similar al de cuando actúa De las Cuevas, para dejar más espacio para los desdoblamientos de Víctor Ruiz. Sin embargo, la valentía, con comillas, del Córdoba fue penalizada pronto por el Sanse, que supo exprimir una contra para estirar su ventaja con un tanto de Fer Ruiz que, a pesar de quedar más de 20 minutos, dejaban el choque y la eliminatoria prácticamente decididos.
Porque ante un rival cada vez más pertrechado, cómodo protegiendo su arco hasta con nueve de sus diez jugadores de campo, los huecos eran mínimos. Si a eso se le añadía la vuelta del juego directo en exceso y esa falta de claridad para el último pase, para acercarse con verdadero peligro, el paso de los minutos se fue consumiendo sin casi nada que contar. Y eso ya era una señal para aproximar el billete para la segunda ronda al Sanse, el más necesitado en la liga y que tendrá otra distracción en el segundo fin de semana de enero. El Córdoba ya tiene vía libre para centrarse en la liga, donde el domingo tiene una batalla trascendental ante el Marbella con el play off en el horizonte.
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