Momento de (de)mostrar

Mostrar y demostrar, mostrarse y demostrarse, es el único camino que le queda por tomar al Córdoba CF para terminar de encauzar una temporada que arrancó con curvas y que no acaba de enderezar. A cinco partidos de cerrar el primer capítulo del curso, y tras haber ya consumido algunos más del doble, ya es hora de que el proyecto blanquiverde enseñe sus credenciales este domingo ante el Sevilla Atlético. Esas que se le presumen a un aspirante al ascenso y que solo han aparecido con cuentagotas, en raras excepciones; esas que permitan creer, a los de fuera y a los de dentro, que amarrar al objetivo marcado -y aceptado por todos desde el principio- es posible, que no es una utopía.

Mostrar es el primer paso para ello. Después de cuatro meses de competición ha llegado el momento de que el Córdoba ponga sobre la mesa todas sus cartas, todo su arsenal. En las dos últimas semanas, dos pesos pesados del vestuario como Mario Ortiz y Miguel de las Cuevas han reafirmado su confianza en el plantel, su fe en que llegado el momento de exigencia máxima, el equipo responderá a todas las expectativas marcadas. Y ese instante ha llegado, es ya, porque toda espera puede resultar dañina y, tal vez, irrecuperable en el tiempo. Ya saben aquello de no dejes para mañana…

Si de verdad el CCF tiene la mejor plantilla de la Segunda B, algo que da para una discusión de esas de barra de bar y horas perdidas que hoy la pandemia impide, tiene que quedar patente sobre el verde, algo que aún no ha ocurrido. Las palabras, las intenciones y las ideas se pierden en el limbo más absoluto si no encuentran un mínimo refrendo en el terreno de juego. Es por eso que el conjunto blanquiverde tiene que volver a mostrarse como un bloque sólido, solidario y sobrio sin la pelota; pero también descarado, atrevido y vertical cuando tenga la posesión, pues ha quedado claro que solo así puede ser dominador del ritmo, del control del partido, y también de las áreas, que es donde todo termina por decidirse.

Y solo así podrá demostrar que es un aspirante real al ascenso, con esa primera parada obligada que es la Primera RFEF, asegurada por los tres primeros del subgrupo, que es objetivo inexcusable para poder volver a soñar con el fútbol profesional. No es conformismo, ni mucho menos; es realismo, pues para alcanzar lo segundo, lo primero es paso necesario. Cuando el Córdoba consiga presentarse ante los demás como quiere ser, ya tendrá mucho hecho. De momento, ese primer escalón está a tiro de piedra, a apenas un punto que realmente son dos -la distancia con el Betis Deportivo hay que dejarla en cuarentena porque tiene un partido menos-, que quedando 15 en juego son más que recuperables… siempre que aparezca, de continuo, esa "buena versión" que busca Alfaro.

Un rendimiento que tiene que irrumpir cuanto antes mejor para que los profesionales blanquiverdes se demuestren que están capacitados para el cometido que tienen por delante. La irregularidad que ha sido compañera de viaje hasta ahora tiene que pasar a mejor vida, y en eso deben jugar un papel clave los refuerzos realizados en el mercado invernal, tanto por su aportación directa como por su influencia en la resurrección de los que ya estaban. Ese amor propio para mantener el rol en el grupo y ese empuje del que llega a la conquista tienen que ser una combinación perfecta para renacer y volver a refrendar en el campo la capacidad mostrada durante diciembre y gran parte de enero, con la Copa de invitada.

De hecho, aunque Pablo Alfaro sigue optando, lógico, por esconder sus cartas, al menos Nahuel parte con muchas opciones de estrenar titularidad en el Jesús Navas. El gerundense, que ya fue la primera solución el pasado domingo para intentar arreglar el desaguisado ante el Recreativo Granada, se ha mostrado con un punto de ritmo más que Moussa Sidibé, aunque el irregular rendimiento de Moutinho y, sobre todo, la baja por lesión de Carlos Valverde, no descarta que ambos sean de la partida para cambiar las alas.

También se espera una modificación en la mediapunta, donde el hueco dejado por el también lastimado Javi Flores podría cubrirlo De las Cuevas, con un punto más de confianza tras su gol salvador del pasado domingo, sin desdeñar más alternativas, como la que ofrecen Piovaccari o hasta Ródenas a Willy, si bien la capacidad de trabajo de este último siempre le da un punto de ventaja, principalmente cuando toca actuar de visitante.