La triste faz de un equipo a la deriva (2-1)

Talavera - Córdoba CF | Crónica

Sin un patrón definido y con una preocupante falta de recursos, el CCF vuelve a las andadas fuera

El progreso que se le vio al equipo en el debut de Raúl Agné como técnico salta por los aires

Owusu es frenado en falta por un defensa del Talavera. / LOF

Vaya por delante que en la situación institucional que atraviesa el Córdoba CF no debe ser fácil centrarse en el fútbol. Los impagos, la falta de estabilidad y una entidad que sale a una media de un escándalo semanal resultan un caldo de cultivo complicado. Y si el caos de los despachos se traslada al césped, este equipo tiene poco que decir en la pelea por el ascenso. Porque una salida más, y ya van seis, el Córdoba volvió a estar muy por debajo de lo esperado. Si en ocasiones anteriores la entidad del rival o las ausencias sirvieron de excusa, ante el Talavera los pretextos estaban invalidados de inicio, por los pobres números del rival como visitante y por su condición que pelea por salvar la categoría.

Pero qué importa eso ante un Córdoba sin alma y orgullo, sin criterio para jugar al fútbol y sin el más mínimo síntoma de carácter. Con esas credenciales, cuando está lejos del calor que le aporta El Arcángel, el conjunto blanquiverde se convierte en un chollo para cualquier contrincante.

Si en la previa del encuentro Raúl Agné pidió a sus jugadores “experiencia y oficio”, lo que encontró el técnico maño fue inoperancia y falta de actitud. Y eso que el recién llegado al banquillo apostó por calcar el once inicial con el que su equipo superó al San Fernando, en una claro intento de dar continuidad al bloque y empezar a consolidar automatismos. Pero nada más lejos de la realidad, porque en los primeros 45 minutos el Córdoba fue un equipo plano, sin balón y sin ideas, como temeroso de atacar a su rival e indolente a la hora de defenderse de las acometidas que, de manera creciente, fue acumulando el Talavera.

Y eso que el inicio del choque no fue precisamente trepidante, pues ambos equipos decidieron tomárselo con calma. Los primeros 15 minutos transcurrieron sin que el balón se asomara por las áreas. La primera acción reseñable se produjo en el minuto 19, cuando Owusu estrelló contra la barrera un libre directo.

Para entonces, el Talavera ya había perdido ese respeto inicial con el que recibió al Córdoba y empezó a percutir por las bandas, consciente de que en los costados el cuadro blanquiverde tiene un agujero considerable. La primera prueba de ello fue un centro de Jonxa desde la izquierda del ataque local que Samu Corral cabeceó fuera cuando Becerra ya veía el balón dentro. Como por la izquierda no encontró el gol, el Talavera lo probó minutos después por la derecha, con un centro raso de Expósito que Zamorano remató en el primer palo para convertir a Becerra en el mejor del partido hasta ese momento, gracias a un paradón que evitó el gol.

A la media hora de juego, cualquier esperanza de ver a un Córdoba aguerrido y capaz de sobreponerse al dominio que empezaba a imponer su rival se desvanecía por la falta de actitud y de capacidad de los blanquiverdes. Por fortuna, el árbitro anuló una jugada que acabó en gol, en un balón largo desde campo propio que cazó Zamorano para batir a Becerra por alto. El punta del conjuno toledano estaba en fuera de juego por apenas unos centímetros.

Gabriel Novaes intenta zafarse de la presión de la zaga talaverana. / LOF

Pero claro, ante tal panorama, era cuestión de tiempo que el Talavera dejara de amagar y golpeara. Fue en una jugada calcada a la que abrió las hostilidades por parte de los locales. Jonxa volvió a colgar el balón con facilidad desde la izquierda y Samu Corral le ganó la partida a Djetei por alto para cabecear con facilidad a la red.

De ese golpe, los de Agné fueron directamente a la lona, y Zamorano reclamó penalti en una nueva colada en el área que Djetei cortó al límite de la infracción. Por fortuna, ya no hubo tiempo para más antes de que el descanso diera un respiro al conjunto cordobesista, que acabó la primera parte sin haber ni siquiera disparado a puerta.

Tras el esperpento inicial, cabía esperar una reacción inmediata, pero nada más lejos de la realidad, porque casi sin haber salido de la caseta el Córdoba pudo recibir otro zarpazo tras una pérdida absurda, con un disparo raso de Cristian Fernández que Becerra conjuró para evitar el segundo.

Ante la languidez con la que compareció su equipo en la reanudación, Agné reaccionó rápido dando entrada a Juan Ortuño, para dibujar un 4-4-2 con dos referencias y Owusu escorado a la izquierda. Aún así, la tendencia siguió siendo la misma, y el Talavera tuvo el segundo de nuevo antes de la hora de juego, en un pase atrás de Samu Corral que remató Jonxa y que obligó a Fernández a estirarse para despejar cuando ya Becerra estaba batido.

Una hora exactamente de juego es lo que tardó el Córdoba en crear su primera ocasión, por llamarlo de alguna forma, porque ni siquiera fue un remate a puerta. Un balón vertical de Escobar, único recurso que mostró el cuadro blanquiverde, lo controló Owusu entre los centrales, pero se fue escorando tanto que al rematar se encontró con el lateral de la red.

El Córdoba estaba en el partido por la buena labor de su portero y la cierta candidez mostrada en ataque por el Talavera, pero Agné seguía viendo muy negro el panorama y no esperó para tirar de José Antonio González y sacrificar a Fernando Román, haciendo que Escobar bajase a la defensa.

Juanto Ortuño intenta rematar un córner. / LOF

Pero como ya sucediera con la primera permuta, al Talavera poco le importó y siguió acumulando ocasiones con los costados como fuente inagotable a explotar. En el minuto 66, Zamorano caracoleó delante de Fernández y sacó sin problemas un centro medido que Djetei salvó cuando Sergio Martínez se disponía a cabecear a la red.

El Córdoba quiso responder con una acción personal de Owusu, cuyo centro chut se envenenó y a punto estuvo de sorprender a un inédito Óscar Santiago. Pero como el boxeador falto de recursos que intenta atacar y baja la guardia en exceso, el Talavera aprovechó esa necesidad del Córdoba de ir arriba para dar el segundo mazazo. Para ello se bastó de una rápida contra que Samu Corral condujo hasta el área, desde donde asistió a Zamorano para que el argentino batiera a Becerra en su salida.

Si el partido ya pintaba mal, a partir de entonces el Córdoba bordeó el ridículo. Inmediatamente Samu Corral tuvo el tercero, pero de nuevo Becerra repelió su remate tras centro de Jonxa, que debió acabar el partido con ampollas en su pie izquierdo de tantos centros que sacó desde la autopista en la que convirtió la banda izquierda.

Tímida y tardía reacción

En un último intento de lavar su imagen, el conjunto blanquiverde forzó un par de saques de esquina y una falta lateral que Zelu botó sin mayor peligro. A falta de cinco minutos, el Talavera dio un paso atrás y el Córdoba recortó distancias con el tanto de Owusu, que recibió un envío de Escobar y definió con clase ante Óscar Santiago.

Al estilo de lo que ya pasara en Yecla, después de regalar 80 minutos, el Córdoba quiso arreglarlo todo en los últimos diez. Con todo perdido, por fin se vio a los blanquiverdes, que tuvieron una nueva ocasión en botas de Owusu, cuyo centro chut se marchó alto. Con el tiempo cumplido, José Antonio González lanzó por encima de la meta una falta que forzó Zelu.

Ahí murieron las opciones de un triste Córdoba que ni mereció empatar ni puede ser considerado a día de hoy un candidato a nada, mientras siga mostrando esa faz de equipo triste y sin orgullo.

Los jugadores del Talavera celebran el triunfo tras el pitido final. / LOF

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