Acelerones desde la otra acera

El deseo de Zubillaga de dotar al Córdoba de más dinamismo en ataque quedó plasmado ayer con la titularidad de Natalio y Oberman, precisamente dos ex del Castellón. Ambos, que ya compartieron vestuario en la campaña 06-07 -el valenciano fue traspasado al Almería y el argentino se quedó un año más, antes de emprender su frustrante aventura en Rumanía-, posaron juntos por primera vez desde que se incorporaron al proyecto blanquiverde como refuerzos invernales. Javi Casas, por cierto, continúa inédito: ya acumula ocho convocatorias sin un solo minuto.

Su aparición en el once frustró las ganas de Javi Flores, que lleva dos jornadas seguidas sin jugar y hasta la fecha sólo se había perdido una cita en casa (ante el Sevilla Atlético, en la tercera jornada), y Yordi, poco habituado a ser suplente. Ellos fueron los encargados de gestionar las ofensivas en el primer acto junto a Asen, en principio el delantero de referencia, y Arteaga, éste de nuevo como interior zurdo.

Natalio se marchó el último tras el calentamiento, saludando a antiguos amigos. Y justo antes de empezar realizó una consulta al delegado, Manolo Torralbo. A Oberman, que liberaba al punta cedido por el Almería al ocupar la banda derecha, se le veía concentrado, dispuesto a aprovechar su oportunidad en su primera comparecencia en El Arcángel. Su ayuda se limitaba al descuento en Sevilla y a los 23 últimos minutos en Gerona.

Ayer, los dos gozaron del partido de forma íntegra. Y se lucieron en el escaparate, con varias acciones individuales dignas de mención. Especialmente, en la segunda mitad, cuando el CCF dio un paso al frente en pos de la remontada. En el tramo final intercambiaron su posición de forma esporádica.

Oberman se hartó de meter centros desde la derecha; a veces profundizó, otras tiró diagonales. El polivalente futbolista sudamericano acabó fundido por el esfuerzo, ya que echó una mano en defensa: como muestra, la amarilla que vio en el 73' por abortar un contragolpe lanzado por Mantecón.

Por su parte, Natalio estuvo acompañado por Yordi desde el minuto 57 e insistió hasta el final. En el 90' provocó la tarjeta de Baigorri, y en el 93' decantó la balanza al ser arrollado por Dealbert: penalti y expulsión. Yordi no perdonó. Y el Córdoba, con el brío de ambos y pulmones de tal calibre, respira.