Addipacor, un pequeño milagro

Baloncesto

El club aportó cuatro jugadores a la selección cordobesa campeona de minibásket

Gonzalo Capitán, Jaime Aguilera y Guillermo Bergillos -falta Jairo García para completar el cuarteto-, con sus oros.
Gonzalo Capitán, Jaime Aguilera y Guillermo Bergillos -falta Jairo García para completar el cuarteto-, con sus oros.
José Carlos León / Córdoba

02 de febrero 2010 - 05:02

"¿Del Addipa… qué?". Ésa era la primera pregunta que se hacían los rivales de la selección cordobesa masculina en el pasado Campeonato de Andalucía de minibásket al ver de dónde venían los jugadores del combinado provincial. Porque junto a representantes de Montilla, Priego, Posadas, El Carmen, Cordobasket, Priego, Cabra o Villanueva, en la nueva campeona andaluza destacaba poderosamente la presencia de cuatro jugadores del Addipacor, un club que en apenas cuatro años y trabajando desde la modestia empieza a ver el fruto al trabajo. Gonzalo Capitán, Jaime Aguilera, Guillermo Bergillos y Jairo García, sólo un ejemplo de la enorme labor formativa del club de la Divina Pastora.

Porque la evolución es clara. Hace sólo cuatro temporadas en el club sólo funcionaban la escuela multideportiva (para niños y niñas de 4 a 8 años) y tres equipos de la escuela de baloncesto, que llegaban a contabilizar unos 40 chicos. Pero actualmente hay 15 equipos de baloncesto desde la escuela de predeporte hasta un sénior masculino, además de un infantil de fútbol sala, algunos chicos compitiendo en las competiciones municipales de atletismo y un equipo sénior de pádel. Además, Addipacor tiene acuerdos de colaboración en baloncesto con los colegios Santa Victoria, Séneca y Trinitarios, y con los IES El Tablero y Fátima-Gran Capitán. Así, en un fin de semana a pleno rendimiento el club puede mover 250 deportistas.

Juan Antonio Fuentes, ex jugador del Cajasur y uno de los entrenadores del club, sitúa la clave del Addipacor en lo que ellos llaman "principio de compromiso con los jóvenes: donde haya un chico o chica que quiera jugar, tiene que tener un equipo y un entrenador, independientemente del nivel que tenga", una filosofía de trabajo en la que la formación está muy por encima de la competición.

Fuentes es sólo un ejemplo más del amplio grupo de entrenadores que trabajan en el club con el presidente Fernando García al frente y con una meta clara: "pensar siempre en más". "Nuestro pensamiento es crear un club de abajo hacia arriba, sin enfrentamientos y buscando lo mejor para los jugadores", incide García a la hora de hablar de un modelo que piensa en la labor a medio plazo, sin detenerse la inmediatez del resultado.

Porque el éxito de sus cuatro integrantes en la selección cordobesa fue "una gran alegría", reconoce Fernando, "pero ello no debe hacer al club perder su objetivo final, que no es otro que el cada vez más jóvenes hagan deporte". Y todo ello en esas limitadas instalaciones que gestiona el colegio, un hándicap para el desarrollo del club que, de momento, no está frenando su crecimiento, porque como dice Fernando García "cuando los chicos ven un grupo de entrenadores que se vuelcan y se preocupan, ellos responden". La ecuación es tan sencilla como a más pistas, más equipos, una situación que lleva a Juan Antonio Fuentes a imaginar "qué podríamos hacer si el IMD confiará en nosotros para la gestión y dirección de una instalación cubierta. Yo creo que en nuestro club se dan los ingredientes para que en Córdoba se estructure un club de referencia en categorías formativas". Puede que ése sea el siguiente paso en el pequeño gran milagro de Addipacor.

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