El Ángel Ximénez toma oxígeno tras ganar al Atlético Valladolid en una oda al balonmano

El Ángel Ximénez toma oxígeno tras superar al Atlético Valladolid en una auténtica batalla balonmanística, que tuvo tintes épicos y que deleitó al público que acudió al Alcalde Miguel Salas. Fue un duelo durísimo, con todo tipo de matices y en el que finalmente los pontanenses retuvieron los puntos para dar más tranquilidad al conjunto de Paco Bustos, que rompe así la racha de tres derrotas consecutivas.

El partido comenzó con mucho ritmo e intensidad, pero también con imprecisiones y escasa eficacia goleadora por parte de ambos equipos. Prueba de ello, fue que tan sólo Freitas y Luisfe anotaron en los primeros cinco minutos. Con la exclusión de Toledo, los dos equipos se animaron algo más en la parcela ofensiva, superando las férreas defensas.

El Ángel Ximénez tomó ventaja con un gol de Boskos (3-2), y aunque la exclusión de Sousa equilibró de nuevo el choque, las buenas intervenciones de Ben Tekaya sostenían a los locales. El encuentro era durísimo y prueba de ello fue que Toledo sufrió su segunda exclusión en el minuto 11 por una contundente acción defensiva sobre Jung que el público reclamó como roja.

Con superioridad, Boskos situó el 5-4, pero de nuevo el meta tunecino bajó la persiana para conservar la mínima renta durante varios minutos hasta que Calle igualó (6-6) pasado el ecuador del primer acto. Pisonero, con un tanto de bella factura, adelantó a los de Pucela, antes de que Keita fuese excluido por lanzar al rostro de César Pérez. Acto seguido, Herrero puso dos arriba a los vallisoletanos, pero los pontanenses no cedían y volvieron a ponerse a rebufo con un golazo del húngaro Jánosi (8-9), una dinámica que se mantuvo durante todo el tramo final del primer acto.

Cabello llegó a empatar (11-11) a falta de tres y medio, pero el último minuto fue de vértigo con la roja directa a Marcio da Silva y una posterior exclusión a Ribeiro por simular, a criterio de uno de los árbitros. En medio de las protestas del público, Jung sacó un siete metros que erró Bernabéu, antes de que Álvaro Martínez, sobre la bocina, dejara el 12-14 al intermedio.

Tras el descanso, las cosas no pudieron empezar peor, con una nueva exclusión de Keita que dejó a los pontanenses con sólo cuatro jugadores en la cancha y un 12-15 en contra. Toledo amplió la ventaja visitante antes de que los de Bustos comenzaran a recuperar efectivos, rehaciéndose con tantos de Arsenashvili y Luisfe, lo que obligó a Pisonero a parar el partido con 14-16 y un mundo por jugar.

La intensidad defensiva de los dos equipos rozaba el límite reglamentario y cada acción se protestaba con determinación en la grada. El Ximénez lo intentaba pero no podía derribar la barrera de la desventaja. Un par de paradas de Ben Tekaya dieron la opción y finalmente Boskos cobró el 19-19, con el que abría de nuevo el encuentro con 15 minutos por delante.

Un 0-2 de Valladolid en inferioridad, complicó de nuevo la situación, regresando al escenario anterior, aunque los pontanenses, con otro arreón, igualaron de nuevo con tanto de Ribeiro (23-23). El joven Pisonero salía al rescate de los pucelanos, mientras que Boskos y Luisfe veían portería en los locales. El partido era de infarto y de ruleta rusa conforme llegaba a su final.

Boskos marcó el 25-24 y Arsenashvili el 26-24 para júbilo de la afición local, pero una pérdida de balón y la exclusión del lateral griego dio de nuevo más emoción al choque. D'Antino puso a los suyos a uno, pero Ribeiro marcaba en el siguiente ataque en inferioridad (27-25) a falta de dos minutos y medio. Pisonero pidió tiempo muerto y reclamó un último esfuerzo a sus jugadores.

Toledo recortó diferencias, aunque nuevamente Jung sacó el brazo para anotar el 28-26. Sin embargo, la exclusión de Arsenashvili y el gol de D'Antino dibujaron un final agónico antes de que Ribeiro marcara el 29-27 definitivo que dejaban los dos puntos en casa. Con este triunfo, los de Paco Bustos toman oxígeno y vuelve a la senda de la victoria.