El Ángel Ximénez cierra el curso en busca de una última alegría en Irún

Puente Genil/El Ángel Ximénez despiste este sábado la temporada en la Liga Asobal con un plácido viaje hasta Irún, donde los de Paco Bustos se medirán al Bidasoa (Artaleku, 18:30) en el cierre de un curso que hace tiempo solventaron con la permanencia y en el que ya apenas tienen en juego más que la honra. Y es que, suceda lo que suceda en este último encuentro, el club de Puente Genil mantendrá la octava posición que ocupa en la tabla y que le ha permitido vivir un tranquilo final de campaña.

El aliciente, en todo caso, es el de cerrar la temporada con buen sabor de boca, después de las victorias encadenadas ante el Bada Huesca y el Benidorm, para dejar constancia de que el Ángel Ximénez es un club ambicioso que no regala partidos en la élite.

El rival, eso sí, será exigente, por más que tampoco tenga ya nada en juego. El Bidasoa Irún no puede mejorar ni empeorar la cuarta posición que ocupa, por lo que el choque queda descafeinado para ambos equipos. Con todo, es de esperar que el conjunto vasco trate de llevarse los dos puntos para contentar a su afición en el cierre de un curso que ha sido sobresaliente para el cuadro irundarra, instalado ya en la élite del balonmano nacional.

Este encuentro de la jornada 30 en la Liga Asobal servirá también como despedida para prácticamente media plantilla del Ángel Ximénez. Y es que David Estepa, Javi García, Javi Muñoz, Henrik Nordlander, Andrei Buzle, Xavi Túa y Chen Pomeranz jugarán sus últimos minutos con un club que ya comunicó sus bajas hace semanas y que, de hecho, se encuentra en pleno proceso de renovaciones e incorporaciones para dejar cuanto antes lista su plantilla futura.

En lo que ha sido una satisfactoria temporada décima temporada para el Ángel Ximénez en la Liga Asobal, el destino ha querido que el club de Puente Genil despida el curso en la pista en la que hace ahora una década dio el salto a la máxima categoría. Un guiño a su historia que el equipo entrenado por Paco Bustos quiere convertir en victoria, para poner un punto y seguido inmejorable antes de encarar las merecidas vacaciones.