Campanero, en el hospital
El presidente blanquiverde sufrió un ataque isquémico transitorio tras el gol de Rubén · Pasó la noche en Cruz Roja
El susto de la tarde de ayer lo protagonizó el presidente del Córdoba Rafael Campanero. El veterano jerarca se sintió indispuesto justo después de que su equipo marcara el segundo tanto ante el Xerez.
Su estado físico, a pesar de que abandonó el palco por su propio pie, movió a la preocupación a los dos médicos más cercanos a la entidad (el galeno del club, Javier Bejarano, y el doctor de la clínica Asisa, Ramón Ribes). En un primer momento se pensó que Campanero podría estar sufriendo un ictus cerebral (ya ha padecido dos), por lo que decidieron abrirle una aparatosa vía en la femoral para facilitarle la circulación sanguínea. Sin embargo, afortunadamente, no se trataba de esa peligrosa dolencia (semejante a un infarto, pero en el cerebro).
La noticia corrió entre los periodistas presentes por la zona mixta, aún sin saber exactamente qué le sucedía al presidente. Los rumores se extendieron con rapidez, sembrando inquietud.
Tanto fue así que tuvo que hacer acto de presencia en la sala de prensa la alcaldesa de la ciudad, Rosa Aguilar, para solicitar a los informadores que transmitieran que el estado de salud del mandatario no era alarmante. "Sobre todo por su familia, que puede estar preocupada", puntualizaba Aguilar, que estuvo al lado del presidente.
Más tarde, en mitad de las comparecencias de los jugadores, apareció el médico del club, que fue quien primero atendió a Campanero, para recalcar que lo que había sufrido fue una "fuerte crisis de ansiedad, pero en estos momentos tiene las constantes vitales estabilizadas y está totalmente consciente y hablando con su familia por teléfono". No obstante, detalló el galeno que sería "trasladado a San Juan de Dios en una uvimóvil para efectuarle unas pruebas rutinarias con más calma".
Pero el bravo presidente no quería salir de El Arcángel vencido por su propia inquietud y cariño por su equipo. De hecho, tuvo que ser convencido por varios consejeros hasta dar su brazo a torcer y acabar en la ambulancia.
Una vez allí, le fueron efectuadas esas pruebas que, finalmente, fueron tranquilizadoras. En la página web del club, para despejar todas las dudas surgidas, fue colgado un comunicado cerca ya de la medianoche que rezaba: "Una vez realizadas las pruebas pertinentes en el Hospital San Juan de Dios al presidente Rafael Campanero, se ha confirmado que el mandatario cordobesista ha sufrido un accidente isquémico transitorio durante la segunda mitad del Córdoba-Xerez. Los resultados han sido normales y como medida de precaución permanecerá ingresado en observación en el Hospital Cruz Roja de nuestra ciudad".
El ataque isquémico transitorio es un accidente cerebrovascular que se produce por la falta de aporte sanguíneo a una parte del cerebro, de forma momentánea, desapareciendo los síntomas, por definición, antes de veinticuatro horas, y generalmente antes de una hora. Durante un ataque isquémico, la interrupción temporal del suministro sanguíneo a un área del cerebro ocasiona una reducción breve y repentina en la función cerebral.
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