El Córdoba Futsal avanza en su ambicioso reto copero tras superar al Noia (2-3)
FÚTBOL SALA | COPA DEL REY
Los blanquiverdes, que logran pasar a cuartos, tuvieron que remontar el tanto inicial de los gallegos en una eliminatoria muy sufrida hasta el final
Había que sufrir. Y vaya si lo hizo el Córdoba Futsal pese a que finalmente logró derrotar al Noia en la eliminatoria a partido único de octavos de final de la Copa del Rey. Los de Josan González, pese a comenzar perdiendo, firmaron un serio encuentro para terminar imponiendo su diferencia de categoría sobre el parqué del Agustín Mourís. El triunfo mete a los cordobesistas entre los ochos mejores conjuntos del torneo copero y una sola eliminatoria -también a partido único- les separa ya de lo que sería una histórica primera participación en la Final a 4.
Más que enchufado arrancó el Córdoba Patrimonio el choque. Los blanquiverdes, antes de llegar al minuto tres de partido, ya pudieron adelantarse en el marcador por partida doble. Shimizu y Pablo del Moral tuvieron muy cerca el tanto. Henrique y la mala fortuna, en el caso del mostoleño, privaron a los de Josan de un mejor botín. La réplica local no tardó en llegar. Cristian, en el seis de juego, tuvo que emplearse a fondo para atajar el disparo de Javi Rangel.
Pero un lanzamiento al palo de Bruno Gomes fue la antesala de lo que sucedería poco después. Edu Jabá, rebasado el ecuador del primer acto, adelantó a los gallegos en la eliminatoria. Tocaba remontada. Por suerte para sus intereses, los cordobesistas se rehicieron pronto. Lucas Perin, tras asistencia de Zequi, empató casi a renglón seguido un duelo que, tal y como se esperaba, no defraudaba a nadie.
Los minutos previos al intermedio, y con los ribereños con la amenaza del doble penalti desde el 14', dejaron una gran ocasión para cada equipo. Lluc pudo adelantar, nuevamente, a los gallegos. Por parte de los visitantes, Perin, que estuvo muy activo durante todo el encuentro, tuvo en sus pies voltear la contienda, pero con 1-1, se fue el marcador al tiempo de descanso.
De trepidante podría catalogarse lo que deparó la vuelta de vestuarios. Intercambio de golpes en busca de los cuartos de final del torneo del KO. Viana, tras una cabalgada por la banda izquierda y antes de cumplir el primer minuto de la reanudación, confirmó la remontada con un intencionado disparo raso de zurda. Pero poco duró la alegría en el seno del Córdoba Patrimonio, ya que Bruno Gomes, nada más sacar de centro, puso de nuevo las tablas en el electrónico. No importaba, porque Pablo del Moral, en el 27’ y para dar forma a una fase loca del choque, volvió a poner a los de Josan por delante tras culminar una excelente combinación con el brasileño Perin.
Un final de infarto
Sin embargo, no todo iban a ser buenas noticias. Los blanquiverdes tuvieron que convivir con el peligro del doble penalti en contra los últimos 12 minutos de partido. Y consiguieron salir indemnes, si bien una falta de Zequi a falta de un minuto y medio para el final hizo presagiar lo peor. Pese a la incertidumbre, apareció Cristian cuando su equipo más lo necesitaba deteniendo el lanzamiento desde los diez metros de Chus.
Ese golpe anímico fue suficiente para que los de Josan González sacaran a base de esfuerzo todo lo que tenían dentro y pudieran mantener así la mínima, pero valiosa renta, que finalmente dejó el marcador en un merecido 2-3 que supone el pase del Córdoba Futsal a unos cuartos de final que se disputarán el próximo 8 de marzo.
Ficha técnica
2 - Noia: Henrique; Power, Javi Rangel, Edu Jabá y Antequerano -cinco inicial- Palmas, Bruno Gomes, Chus, Lluc, Joaki y Pirata.
3 - Córdoba Futsal: Cristian; Caio, Pablo del Moral, Perin y Shimizu -cinco inicial- Miguelín, Zequi, Viana, Jesulito, Saura e Ismael.
Goles: 1-0 (10') Edu Jabá. 1-1 (13') Perin. 1-2 (21') Viana. 2-2 (22') Bruno Gomes. 2-3 (27') Pablo del Moral.
Árbitros: Gallo Suárez y Hevia Campa (asturianos). Mostraron cartulina amarilla a los blanquiverdes Miguelín y Shimizu, y al jugador local Lluc.
Incidencias: Partido correspondiente a la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey disputado en el polideportivo Agustín Mourís ante 800 espectadores.
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