El Córdoba Futsal regresa a la realidad de la Primera División

Fútbol Sala | Primera División

Lucas Perin durante un forcejeo ante el Alzira. / Carla Cortés @Noaasoka

El Córdoba Patrimonio de la Humanidad se llevó una sorpresa en el Palau d'Esports de Alzira al caer derrotado con un Alzira (3-2) que lleva toda la temporada hundido en la última posición de la Primera División. Eso sí, pese a estar prácticamente desahuciado, el cuadro valenciano llegaba en su mejor momento de forma y el triunfo ante los blanquiverdes le ha dado esperanzas de lograr una salvación en cuya pelea por conseguirla están metidos de lleno los de Josan González.

La derrota en Alzira devolvió al Córdoba Futsal a la realidad de la competición. Eliminados en los octavos de la Copa del Rey en Vista Alegre ante el Manzanares y tras un mes sin competir al máximo nivel por el parón de selecciones, los blanquiverdes tenían ante sí la oportunidad de llevarse los tres puntos en un duelo asequible ante el colista e ilusionarse por pelear con los de arriba por una puesto en el play off por el título, hito jamás conseguido por la entidad desde que ascendió a la élite en 2019.

Sin embargo, el 3-2 en tierras valencianas deja al Córdoba Patrimonio más cerca de los puestos de descenso que de la octava plaza. Los cordobesistas terminaron la jornada 18 en la undécima posición con un total de 21 puntos. Esto significa que actualmente están cuatro puntos por encima del descenso que marca el Noia con 17 puntos -por detrás está el Alzira con 13, aún lejos- y a cinco de la octava plaza que la ostenta el Viña Albali Valdepeñas, con 26.

Aunque para alcanzar ese play off por el título los blanquiverdes solo tienen a dos rivales por delante y hasta el descenso hay tres equipos por detrás, el estado de forma actual del Córdoba Futsal no invita a soñar con aires de grandeza y la permanencia ha vuelto a ser su objetivo real en una Primera División muy igualada, sobre todo en un tramo final de temporada en el que los de abajo aprietan cada vez más y esta decimoctava jornada fue buena prueba de ello.

De los seis últimos clasificados ahora mismo, los únicos que no sumaron los tres puntos en su último encuentro de liga fueron el cuadro cordobés y el Peñíscola (cayó ante el Industrias Santa Coloma 4-2). El Alzira, colista, venció a los blanquiverdes; el Noia, penúltimo, goleó a Osasuna Magna (7-3); Ribera Navarra se sobrepuso al Manzanares en casa (5-2); y el Betis Futsal dio la sorpresa en su visita ante el Palma Futsal (2-3).

De ahí que, en una jornada en la que casi todos los que pelean por la permanencia recortaron puntos al Córdoba Futsal, el cuadro blanquiverde saliera tan "jodido" de su derrota en Alzira. Al menos así lo describió Josan González en la rueda de prensa posterior, señalando que los suyos tuvieron "muchas situaciones de gol" como para que no se llevaran ningún punto de su visita, sobre todo "con la expulsión de Jaime Peiró como con el portero-jugador y desde los diez metros".

A pesar de esta derrota que nubla el sueño del Córdoba Patrimonio de pelear por el título y lo devuelve a la realidad de la salvación, Josan González se mostró "orgulloso por el trabajo del equipo" que "no perdió en ningún momento la identidad". Y es que, si algo bueno tiene este deporte es que te da segundas oportunidades. Los blanquiverdes tendrán su particular revancha el próximo domingo en Vista Alegre ante todo un candidato al título como es ElPozo Murcia (13:00). Ocasión para volver a soñar.

Incidentes en Alzira

El Alzira emitió un comunicado este jueves condenando los hechos desagradables que se dieron en el tramo final del encuentro ante el Córdoba Patrimonio de la Humanidad y que los colegiados expusieron en el acta. Ahí los árbitros señalaron que a falta de 15 segundos para que acabase el pleito se tuvo que detener el mismo durante cuatro minutos porque "un espectador que vestía un chándal del equipo local, posteriormente identificado por el delegado de campo como jefe de seguridad del club local, accede a la superficie de juego a las proximidades del banquillo visitante para encararse e increpar a un miembro del cuerpo técnico del equipo visitante. Posteriormente, una vez finalizado el encuentro, accede al terreno de juego haciendo caso omiso a los árbitros para abandonase el terreno de juego". No fue el único incidente que sufrió la expedición blanquiverde, ya que también se refleja que "un aficionado del equipo local escupió a un oficial del equipo visitante, alcanzándole en la cara, desde la grada", de la que se le desalojó para poder acabar el partido.

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