Córdoba en los Juegos Olímpicos de Tokio: las mujeres mantienen viva la llama
Olimpismo
La provincia se mantiene en la cita olímpica gracias a la tiradora Fátima Gálvez y la judoca Julia Figueroa
Rafael Lozano como seleccionador de boxeo y Antonio Conde como árbitro de baloncesto también estarán en la capital nipona
Faltan 40 días para que la llama olímpica se encienda en el pebetero del Estadio Nacional de Tokio. Será el pistoletazo de salida a los Juegos Olímpicos más esperados de la historia, que se celebrarán en la capital nipona con un año de retraso, debido al coronavirus. Una cita en la que Córdoba volverá a tener representación, aunque mucho menos numerosa que en todas las citas celebradas en el siglo XXI. De hecho, salvo sorpresa, solo dos deportistas de la provincia pelearán por el sueño de alcanzar una medalla en la cita deportiva más importante que existe. Y ambas son mujeres: Fátima Gálvez y Julia Figueroa.
La retirada de Lourdes Mohedano de la gimnasia rítmica y de Felipe Reyes de la selección española de baloncesto han rebajado considerablemente la notable participación olímpica de la que Córdoba había disfrutado en la última década. En Tokio 2020 el deporte cordobés tendrá la presencia más discreta que se recuerda. Eso sí, las dos representantes de la provincia acudirán a la capital japonesa con serias opciones de subirse al podio y de mantener así vivo el sueño olímpico de Córdoba, que en Río 2016 vio como Mohedano y Felipe Reyes engrosaban el palmarés de metales de la provincia.
Los Juegos de Tokio serán la tercera participación en la cita para Fátima Gálvez. La tiradora natural de Baena, que compite en la modalidad de foso olímpico (tiro al plato), afronta este verano el momento cumbre de su carrera, después de quedarse muy cerca tanto en Londres como Río de Janeiro de conseguir ese preciado metal olímpico.
La baenense ha protagonizado una nueva temporada sobresaliente, con metales internacionales por doquier, lo que le ha servido para alcanzar el momento álgido del verano en el tercer puesto del ranking mundial. Una prueba más de que en Tokio partirá entre el grupo de favoritas a pelear por las medallas, un sueño que además le serviría para quitarse las espinas que significaron el quinto puesto en 2012 y el cuarto en 2016.
Precisamente la evolución de esos resultados invita a pensar que le ha llegado la hora de asaltar el podio y Fátima Gálvez tendrá dos opciones para conseguirlo. La baenense competirá los días 28 y 29 de julio en la prueba individual femenina de foso olímpico, que se celebrará en el Campo de Tiro de Asaka, ciudad situada en la prefectura de Saitama, en la que se celebrarán las pruebas de tiro.
Dos días más tarde, la cordobesa tendrá su segunda oportunidad de sumar una medalla en la prueba mixta, en la que participará junto a Alberto Fernández. Después de proclamarse campeona mundial, acumular decenas de títulos nacionales y medallas en pruebas de la Copa del Mundo y el Campeonato de Europa, un metal en los Juegos Olímpicos redondearía el envidiable palmarés de Fátima Gálvez.
Y si Fátima es una opción sólida de medalla en Tokio, en una situación similar llega a la capital japonesa Julia Figueroa. La judoca formada en el club Kodokán tendrá además la inmensa fortuna de vivir unos Juegos Olímpicos en la cuna de su deporte, un país que venera el judo, disciplina que centra muchas de las miradas en estos Juegos.
Para Figueroa, Tokio 2020 significa la oportunidad de redención tras su mala experiencia en Río 2016. En Brasil, la cordobesa apenas se mantuvo unos minutos en competición, al caer en su primer combate, después de cuatro años de duro trabajo para confirmar su presencia en los Juegos.
Cinco años más tarde, el camino no ha sido más sencillo para Julia Figueroa, que confirmó su plaza olímpica recientemente en el Campeonato del Mundo de Budapest. Allí, la cordobesa se alzó con la medalla de bronce en la categoría de -48 kilogramos y despejó, en la última prueba que puntuaba para la clasificación olímpica, las pocas dudas que existían en la pugna con Laura Martínez-Abelenda, la otra española que optaba a participar en los Juegos en el peso mínimo.
Al igual que Fátima Gálvez, Julia Figuera acudirá a Tokio en un punto de madurez en su trayectoria deportiva, consolidada como una de las mejores judocas del mundo en su categoría y como candidata al podio. Así lo avala su sexta posición en el ranking mundial, en el que escalará al menos una posición en la próxima actualización, después de su medalla en el Campeonato del Mundo. El mítico Nippon Budokan, que ya fue sede de los Juegos de Tokio en 1964, será el escenario en el que el 24 de julio tenga lugar la competición en -48 kilogramos, en la que 16 mujeres pugnarán por las medallas.
En esos primeros días de competición en Tokio 2020 se dilucidarán las opciones de que Córdoba sume alguna medalla más a su palmarés en los Juegos. Y es que, salvo sorpresa, no habrá más deportistas de la provincia en esta cita. La única posibilidad que aún sigue abierta es la presencia del futbolista Antonio Blanco. El montalbeño mantiene alguna opción de formar parte de la selección olímpica española, que se compondrá de hombres sub 23 con hasta tres refuerzos de jugadores mayores de esa edad.
Su irrupción esta temporada en el primer equipo del Real Madrid y su reciente debut con la absoluta -en ese extraño amistoso ante Lituania que por motivo del covid solo disputaron jugadores jóvenes- le otorgan alguna posibilidad de formar parte del conjunto español que buscará una medalla en el torneo olímpico de fútbol, en el que España no triunfa desde Sidney 2000, cuando consiguió la plata.
Otros dos cordobeses, desde la barrera
Aunque no tendrán la posibilidad de perseguir el sueño de lograr una medalla, dos cordobeses más estarán en los Juegos de Tokio, desde una posición diferente. Serán el árbitro de baloncesto Antonio Conde y el seleccionador española de boxeo, Rafael Lozano.
Lozano, de hecho, ya sabe lo que es saborear la gloria olímpica en primera persona y ahora buscará guiar a sus pupilos Gabriel Escobar, José Quiles, Gazi Khalidov y Enmanuel Reyes Pla hacia el podio.
Conde, por su parte, culminará una exitosa trayectoria en el mundo del arbitraje de baloncesto con su presencia en unos Juegos Olímpicos. El colegiado cordobés, consolidado como una referencia en ACB, ya ha tenido previamente participación en otros eventos de gran nivel como la Euroliga, así como campeonatos de Europa y el Mundo.
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