Drama en Vista Alegre: Landaeta derrota a José Luis Navarro Jr y le arrebata el campeonato de España

Boxeo

El púgil cordobés se vio sorprendido en el sexto asalto y el árbitro detuvo la pelea dando ganador al Llanero por KO técnico

Las mejores imágenes de la velada celebrada en Córdoba

Navarro, contra las cuerdas en el momento en que Landaeta se hizo con el triunfo. / Miguel Ángel Salas

No pudo ser. José Luis Navarro Jr perdió la gran oportunidad de alzarse con el campeonato de España del peso supermedio en Córdoba al ser derrotado por Ronny Landaeta, que impuso su experiencia para llevarse el triunfo por KO técnico en el sexto asalto. Al púgil cordobés, que tenía dominada la pelea, le pudo el aplomo de su rival, que aprovechó un buen golpe para acorralar a El Cazador contra las cuerdas y forzar la detención del combate.

Una lección que a buen seguro le ayudará a crecer como boxeador al cordobés, que tenía todo a favor en el combate, dominado a los puntos hasta el momento del KO técnico ya pasado el ecuador de la pelea. Y es que la experiencia entre las 12 cuerdas es un grado.

Navarro arrancó el combate arrollador, aupado por un ambiente espectacular en Vista Alegre, con unas 1.500 personas movilizadas en apoyo del púgil local. El primer asalto cayó claramente del lado de El Cazador, con más pegada que Landaeta y con ganas de demostrarla.

Pero El Llanero se repuso bien y en el segundo asalto sacó la experiencia que le dan los 23 combates previos a esta velada. Acortó la distancia, ensució el combate y logró sacar de su ritmo a Navarro, que cedió ese asalto exhibiendo cierto nerviosismo por las arremetidas de su rival, poco estético en el boxear pero bastante efectivo.

Robin Zamora brilla en la previa

Antes del combate estelar de la noche, Vista Alegre vivió tres buenos combates para completar la velada. En el coestelar, el nicaragüense afincado en Córdoba, Robin Zamora, se impuso a Gadatamen Taylor, después de un combate de peso ligero bastante parejo que se definió en el séptimo asalto por KO técnico. Antes, el peso súper gallo nicaragüense Kevin Trana doblegó por KO técnico en el cuarto asalto al ecuatoriano residente en Córdoba, Eddy López. Posteriormente, el sevillano Juan Jesús Antúnez se impuso por decisión unánime al también nicaragüense Eliezer Quezada, en una pelea del peso pluma.

Los consejos de Ricardo Sánchez Atocha en la esquina devolvieron la pelea a su cauce, con un Navarro dominador en el tercer asalto, haciendo mucho daños con los golpes rectos y trabajando al tronco de Landaeta. El plan era claro: sacar poco a poco el aire a su rival para frenar sus desplazamientos y poder cazarlo con mayor facilidad. Así transcurrieron el tercer y cuarto asalto, con el cordobés dominando la contienda.

Pero Landaeta también tenía un plan. Y supo aguantar el tirón del quinto asalto, en el que Navarro volvió a enseñar su pegada para mantener la pelea de su lado. El Llanero, eso sí, se mostraba impasible, haciendo llegar buenos golpes y sabedor de que su momento acabaría por llegar.

Fue en el sexto asalto, cuando más dominaba José Luis Navarro, que Ronny Landaeta cazó al cordobés en una contra. El Cazador sintió el golpe y Landaeta estuvo hábil. Encerró a Navarro contra la esquina visitante y le aplicó un aluvión de golpes ante los que Navarro no estuvo vivo. Una rodilla a tierra le habría ayudado a pasar el mal trago y recomponerse en una pelea que tenía dominada a los puntos, pero la bisoñez llevó al cordobés a intentar resistir el mal momento y el árbitro detuvo la pelea de manera justa. En vano fueron los gritos de Ricardo Sánchez Atocha, que desde la esquina instaba a su pupilo a tocar el suelo y pasar el mal trago.

Vista Alegre, helado

Vista Alegre se heló en ese momento con el inesperado final, mientras Landaeta saltaba eufórico celebrando junto a su equipo una victoria en la que prácticamente solo ellos confiaban. La experiencia se impuso al poderío y la juventud de un José Luis Navarro desolado, con las lágrimas tras los ojos consciente de que su gran oportunidad en casa se había tornado en pesadilla.

Una derrota no es un drama, y El Cazador a buen seguro que aprenderá de este mal momento para ser un mejor boxeador cuando llegue la siguiente oportunidad. Con 22 años, le queda toda una carrera por delante para resarcirse de esta decepción.