Fuentes como central y Dubarbier como lateral
Con todos los jugadores aptos, Berges usa el 4-4-2 y el 4-1-4-1 mezclando a titulares y suplentes
La plantilla del Córdoba retomó el trabajo ayer después de descansar el martes. A Rafa Berges aún le quedan los entrenamientos de hoy (Ciudad Deportiva Rafael Gómez) y mañana (El Arcángel), ambos a las 10:00, para preparar el partido del sábado (18:00) en Lugo, aunque la última sesión será breve porque la expedición cogerá el AVE de las 12:00 para completar el viaje hasta Galicia en autocar desde Madrid. Con todos disponibles, las probaturas se suceden día a día.
Ayer llamó la atención la alineación de Fuentes como central zurdo. Sin el joven Bernardo, el número 3 se aplicó con contundencia para conjurar las ocasiones de Joselu. A un lado tenía a Gaspar, ya recuperado de su cólico nefrítico, y al otro a Dubarbier, que ejerció de lateral y no de interior. Alberto Aguilar, defensa de emergencia el pasado domingo por la baja del capitán, actuó en el centro del campo.
Berges dispuso un partidillo para finiquitar una sesión de dos horas en el estadio. Un equipo esgrimía el 4-4-2, el dibujo táctico que inició la Liga en Murcia con un 0-0, y el otro se plantaba con el 4-1-4-1, victorioso ante el Racing de Santander (2-0). Saizar (Sillero); Fernández, Gaspar, Fuentes, Dubarbier; Pedro, Damián, Aguilar, Fede Vico; Pepe Díaz y Patiño se midieron a Alberto García; Cristian García, Kiko Olivas, Tena, Cerra; López Garai; Ayina, Carlos Caballero, Abel Gómez, López Silva; y Joselu.
"¡Vamos a mover el balón rápido!", insistió el preparador blanquiverde en una mañana soleada y con constantes idas y vueltas en el césped. Alberto García aplicó sus dotes de mando desde la portería para corregir los desajustes de sus compañeros y se mostró especialmente atinado en los saques en largo, ya que dejaba a López Silva o Ayina en buena posición para encarar por los costados.
El cancerbero catalán, imbatido en las dos jornadas disputadas, tuvo que multiplicarse para neutralizar las llegadas de un conjunto con Pedro y Fede por las alas y Díaz y Patiño arriba. La competencia interna alimenta las opciones de un Córdoba que se siente fuerte.
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