Mejor cuanto más díficil

El Córdoba ha ganado a los tres equipos que ocupan plazas de ascenso, pero no ha derrotado a ninguno de los de abajo

Yordi pugna por un balón aéreo con el zaragocista Ayala.
Yordi pugna por un balón aéreo con el zaragocista Ayala.
Toni Cruz Córdoba

21 de enero 2009 - 05:02

El mundo al revés. Muy propio. El Córdoba, a un pasito de salir de los puestos de descenso tras un mes de diciembre de pesadilla, se está convirtiendo en una especie de matagigantes de Segunda. Un conjunto que regala lo mejor de sí mismo cuando más complicado parece el adversario.

Ahora mismo los tres conjuntos que copan la zona de ascenso a Primera son -por este orden- Xerez, Zaragoza y Tenerife. Pues bien, a todos se los ha ventilado el equipo blanquiverde en tres encuentros de muy diferente factura. De los demás de la tabla, y a falta de una fecha para acabar la primera vuelta, sólo ha sido capaz de superar a dos (Girona y Albacete).

El primero en sucumbir fue el conjunto xerecista. Los de Esteban Vigo llegaban a la jornada cuarta ya en zona privilegiada, mientras que los chicos entonces de José sólo habían sido capaces de sumar un pírrico punto ante el filial sevillista y en casa. Sin embargo, un solitario y tempranero gol de Gastón Casas (de penalti y tras una genialidad de Javi Flores) sobró para que se trajeran el triunfo a casa. Luego sufrieron a horrores, pero en un final trepidante incluso pudo Asen haber ampliado la renta. Fue aquella, hasta la fecha y curiosamente, la única victoria cosechada lejos de El Arcángel.

Cinco semanas y un único triunfo (ante el Girona) más tarde apareció el Tenerife. Su presencia, por ser un equipazo y por aspiraciones, daba miedo. Además, ya se había cargado al Córdoba en Copa gracias a un enorme Alfaro. La trayectoria llevada por los insulares antes de ese partido del 25 de octubre fue similar a la seguida antes por los xerecistas. Dos victorias seguidas truncadas por una derrota ante el Salamanca. Aquella tarde de sábado, Pablo Ruiz, de perfecto testarazo a centro medido de Cristian; y Yordi, de penalti, llevaron la gloria a las gradas del feudo ribereño. Los de Oltra merecieron más, pero se fueron con una mano delante y otra detrás por culpa de su inoperancia ofensiva.

La última victoria ante uno de los que están en pole position fue la más bella. Un Córdoba con uno menos durante demasiado tiempo apabulló primero y contuvo perfectamente después nada más y nada menos que a todo un Zaragoza. El 1-0 final se quedó corto ante los méritos de un grupo que necesitaba laureles como un sediento anhela un vaso de agua.

Una característica une las tres gestas. En ninguno de esos enfrentamientos, el guardameta (Raúl Navas siempre) ha tenido que recoger la pelota del fondo de la red. El cero en el casillero rival ha sido sinónimo de triunfo ante los pesos pesados de la división.

Más allá del tercer puesto, y ciñéndonos a los siete primeros de la tabla, el conjunto blanquiverde ha logrado empates contra el Castellón (1-1 y en Castalia) y la Real Sociedad (2-2 en casa), cayendo ante el Hércules (inapelable 0-3 en la cita inaugural) y el Salamanca (1-0 en el último suspiro).

El otro lado de la moneda son los choques contra los de abajo. El Córdoba no fue capaz de vencer a ninguno de los que le siguen a rebufo en la tabla. Empató con el colista Sevilla Atlético (1-1 en casa) y con el Alicante (2-2 después de ir 2-0 abajo) y sucumbió frente al Eibar (1-0 y de penalti en un horrible choque). Frente a otros de los que están ahora mismo abajo tampoco ha podido (cayó ante el Alavés y el Elche, y sólo derrotó al Albacete).

La cosa está clara. Todo el balance se podría equilibrar de salir airosos del choque en La Condomina. Un triunfo ante los pimentoneros podría hacer salir al equipo ahora de Luna de la zona de descenso y, sobre todo, les serviría para superar a un rival en el goal average particular. Un factor tan importante a la postre como que, el año pasado, permitió a los blanquiverdes seguir siendo de Segunda en un final de locos.

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