Romero y la desolación compartida

eibar | córdoba

El entrenador blanquiverde acaba "muy decepcionado" con los suyos por la triste imagen que ofrecieron

Romero y la desolación compartida
Romero y la desolación compartida

El sueño de José Antonio Romero de alcanzar los banquillos de Primera División se ha tornado en desolación. Un sentimiento compartido con su equipo y con una afición, la del Córdoba, que ayer celebró el final de la temporada con tremendo alivio, sabedora de que al menos la pesadilla de ver a su equipo vagar por los campos de toda España ya ha llegado a su fin. Para el técnico blanquiverde, la despedida de la temporada lleva aparejada su adiós al banquillo del primer equipo. Las labores en la cantera del club cordobesista le esperan, aunque el escenario en el que tuvo que despedirse no pudo ser más lúgubre. Con el Eibar recién descendido, a José Antonio Romero le tocó la difícil papeleta de comparecer ante los medios de comunicación para ofrecer un discurso bastante más directo y altisonante del que venía exhibiendo tras los encuentros de las últimas semanas. Por una vez, el técnico sevillano habló claro de la dejadez de su equipo, aunque fue a hacerlo el día que quizás menos interesaba, en la comparecencia más corta que se recuerda en mucho tiempo.

Y es que con el cadáver deportivo del Eibar aún caliente, poco parecían importar las palabras de un hombre que hace ya semanas que vivió en sus carnes lo que ayer le tocó experimentaron los vascos en Ipurua. A la pregunta de rigor sobre su valoración del choque, Romero entró directo para asegurar que se marchaban de Eibar "con una desolación colectiva por la derrota", ya que a su juicio el equipo blanquiverde "empezó muy mal defensivamente. La primera parte nuestra ha sido lamentable, muy mala; luego en la segunda ha sido mejor", afirmó con rotundidad Romero. Nada de los paños calientes tan habituales en anteriores ocasiones.

"Defensivamente hemos estado mal, muy blandos. Me voy muy decepcionado", reconoció el técnico de La Roda de Sevilla, quizás liberado ya al saber que el trayecto había llegado a su fin.

Antes de despedirse de los grandes focos de la Primera y volver al trabajo de despacho, a Romero se le cuestionó por el descenso del rival: "Cuando uno hace sus deberes, pero depende de otros, suelen pasar estar cosas. El Eibar ha cumplido, y tiene una afición enorme", comentó en tono conciliador.

stats