Sergio García revive a un Betis letal
El Betis, de la mano de Sergio García, derrotó con justicia a un Valladolid confuso e irreconocible desde que comenzó 2009, ya que ayer encajó su cuarta derrota consecutiva en Liga ante un rival que supo aprovechar sus errores para llevarse los tres puntos y revivir.
A los treinta segundos de partido, Capi se lesionó de gravedad y tuvo que ser sustituido por Rivera. El equipo de Chaparro podía añorar a Emaná, ausente por sanción, pero no fue así. Tampoco tenía una referencia clara arriba, ya que Sergio García no es un punta nato y necesita caer a banda para respirar, aunque ayer fue una pesadilla para el Valladolid.
En los primeros minutos hubo una ocasión para cada equipo, la más clara para el local Goitom, quien no llegó por milímetros a un centro de Sesma al que sólo había que retirar el precinto de gol.
Con el encuentro abierto, fue inicialmente el Valladolid el equipo más codicioso. Sendos disparos de Óscar Sánchez y Pedro León pudieron alterar el marcador antes de cumplirse el primer cuarto de hora, pero fue Xisco el que aprovechó un pase de Sergio García para perforar la portería de Villar.
Seis minutos después llegó el empate. Luis Prieto remató de cabeza un balón de dulce puesto por Pedro León y lo envió cómodamente al fondo de la red, sin que el guardameta portugués Ricardo pudiera hacer nada.
Era justa la igualada y el Valladolid, por inercia, siguió empujando. Su porfía pudo dar fruto en un remate de Canobbio al poste aunque, a partir de ese momento, los de Mendilibar se expusieron al contragolpe bético.
Óscar Sánchez estuvo apunto de vulnerar su propia portería al despejar el balón al poste tras una parada de Villar y Goitom pudo marcar en la jugada posterior.
En la reanudación, el partido se puso a mil revoluciones. Goitom pudo hacer el 2-1 poco antes de que Villar salvara un balón de gol tras jugada individual de Sergio García. El Betis buscaba con descaro la contra, pero cada vez que llegaba lo hacía con peligro notable.
La hiperactividad de Sergio García contrarrestaba el dominio de un Valladolid más impetuoso que inteligente y fue precisamente otra arrancada suya la que propicio el 1-2. El catalán se fue como una flecha para elevar el balón ante la salida de Villar y hacer inútil esfuerzo de Luis Prieto por frenarle.
Hasta el final, el Valladolid lo intentó y Mendilibar arriesgó, pero los locales cayeron en la precipitación, así que el resultado no pudo alterarse más que con otro gol visitante, obra de Sergio García.
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