Sudor y la diestra de Rubén
Córdoba | xerez · informe técnico
El Córdoba sacó adelante un partido que requería un plus físico y psíquico · Valle puso en entredicho el triunfo con sus dudas · El Xerez jugó con diez desde el 41'
Ayer sí, por fin, a José González le salió la jugada. El entrenador del Córdoba apostó por lo mismo de los compromisos anteriores en casa (4-4-2, afán por resguardar la portería propia, numerosos centros al área) y su equipo rompió una serie de nueve jornadas sin ganar, las mismas que llevaba el Xerez sin perder. El cuadro gaditano no llegó a adelantarse en el primer periodo, a pesar de rondar el arco de David Valle con peligro, y en la segunda mitad quedó a merced de su brioso rival al verse en inferioridad numérica desde el minuto 41. La bota derecha de Rubén -sí, Rubén- impulsó el 2-1 y el bloque, en un alarde de sacrificio, defendió la exigua renta con uñas y dientes.
DEFENSA
En el primer acto, el Córdoba apretó al 4-2-3-1 de Esteban, aunque el Xerez tocó con relativa comodidad, asumió el dominio territorial y, a medida que fueron pasando los minutos, llegó con más profundidad. Al borde del receso, la roja a Carlos Calvo coincidió con la retirada de Mario para ser atendido; Cristian Álvarez se colocó como lateral derecho provisionalmente.
Un error de David Valle costó el empate en el minuto 20: el portero ya se había mostrado nervioso en un par de cesiones atrás -el piso estaba muy húmedo- y midió mal en un balón colgado. Vicente Moreno no tuvo compasión y remachó sobre la línea. No obstante, no fue una acción esporádica: de ahí al descanso, Yordi cabeceó hasta en tres ocasiones en posición franca. En la primera de ellas, Viqueira perdonó un gol cantado.
Con cuatro puntos más y un jugador menos, era lícito que el Xerez apostara por la igualada. Sin embargo, la confianza que dan nueve semanas sin claudicar le permitió acercarse al portal de David Valle, incluso con incorporaciones de los laterales. Yordi era el futbolista al que asirse para proteger el cuero, abrir a las bandas o encontrar un referente en el área. El pichichi de la Liga BBVA tuvo que buscarse la vida en solitario.
La estrategia de Vigo fracasó, ya que su equipo se quedó sin brújula (Viqueira) apenas dos minutos antes del 2-1. Desde el 72' se la jugó con otro ariete, Míchel. Pero el Córdoba dio la cara: agresivo, tenaz, tirándose a la yugular. El paradigma de todo ello fue Ito, inconmensurable ayer. Fue la punta del iceberg en un encomiable trabajo colectivo.
ATAQUE
El Córdoba disponía de una banda para progresar y otra desde la que combinar, tirar diagonales o directamente centrar: Guzmán por la derecha y Cristian Álvarez por la izquierda. El pacense volvió a mostrarse incisivo y sirvió el 1-0 a Arthuro, letal en el corazón del área.
Sin embargo, el equipo mostró carencias a la hora de atacar. Los pelotazos hacia Arthuro fueron una constante. El brasileño debía amortiguar el cuero o prolongar hacia algún compañero, aunque rara vez lo hizo con éxito. Poco más hubo, salvo un par de disparos de Acciari desde la frontal y la tradicional movilidad de Asen.
Esteban recompuso el dibujo en el intermedio: 4-4-1. El Córdoba salió a por los tres puntos con decisión, con Cristian Álvarez insistiendo y Mario doblando a Guzmán. Pero el gol llegó de la manera más insospechada: Rubén se sacó el derechazo de su vida después de un error en el despeje de Porato.
Con ventaja en el luminoso, Ito se multiplicó. El pivote fue el blanquiverde más seguro con el esférico en los pies. José González trató de asegurar la posesión con cambios lógicos (hombre por hombre) y escalonados, encaminados a refrescar determinadas posiciones.
Las probabilidades de cazar alguna contra fueron enormes por los riesgos adoptados por el Xerez. Afortunadamente, no se echó en falta un tercer tanto.
VIRTUDES
El Córdoba se dejó la piel sobre el césped. Arthuro sigue marcando y Rubén anotó un golazo que puede valer una permanencia.
TALÓN DE AQUILES
No hubo claridad en ataque y Yordi creó muchos problemas en la primera parte.
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