"Todavía no me cabe en la mente; no sé si reír o llorar"
Uli Dávila, héroe del ascenso, asegura que "el equipo se lo merecía"
"Todavía no me cabe en la mente. No sé, hablaba con los compañeros que no sabía si llorar o reír", acertaba a decir Uli Dávila tras el final del partido en el que el Córdoba volvió por fin a la elite. El mexicano ha entrado desde ayer en la historia más gloriosa del CCF, un hecho que no podía creerse. Así describió su recuerdo de la jugada del gol: "Es un balón al segundo palo, Raúl remata flojo, me queda ahí y yo la empujo pensando que habían marcado fuera de juego".
Algo más calmado, el mexicano reflexionó sobre la temporada y apuntó que "el equipo se lo merecía. Ha sido un año de mucho trabajo, mucho esfuerzo y ahora estamos en Primera. Toca disfrutarlo", apostilló.
Otro de los hombres que más emocionado estaba tras el partido era el centrocampista López Garai, quien tras dos intentos frustrados al final consiguía a la tercera dar el salto a Primera. Aritz reconocía que estaba "llorando, riéndome, no sé muy bien qué hacer". Y es que aún no era consciente de la gesta que se había conseguido: "Es muy fuerte la verdad. Cuando menos nos lo esperábamos. Era el ultimo balón pero la fe de la gente ha hecho que ese balón entrara", comentaba el vasco. Valorando el global de la eliminatoria, López Garai aseguraba que "ascendemos de forma merecida. Esta me la debía el fútbol pero es el premio a un año complicado para todos".
Sobre su situación personal, con la salida a Gijón en verano y su vuelta en marzo, el vasco razonaba que "esto es lo que tiene el fútbol. En marzo volví y la verdad es que he acertado. Subo a Primera con el equipo que quiero y estoy viviendo un sueño".
En la misma línea se expresaba Xisco, quien describía la situación como "algo increíble. La gente no es consciente de lo que acabamos de conseguir. Tantos años, tanto sufrimiento. Mucha gente no daba un duro por nosotros y esa suerte que tantas veces nos ha faltado se ha vuelto a nuestro favor", apuntaba el balear que reconoció que "hasta que no pasen los días no vamos a ser conscientes", ya que "es algo muy complicado, que muy pocos equipos consiguen y nosotros somos uno de los elegidos". Para terminar, el delantero apuntaba que ya piensan en celebrarlo. "Estamos deseando llegar a Córdoba para celebrar con nuestra gente y la familia".
Y otro hombre clave en los partidos finales de la temporada, Raúl Bravo, también terminó en estado de shock. "No nos los creemos aún", manifestaba el defensa. "La gente había saltado, pero esto es lo más grande del fútbol. Hasta que el árbitro no pita el equipo que tiene voluntad lo intenta", aseguraba, porque se trataba de buscarlo a la desesperada y "o nos metían el 2-0 o metíamos nosotros el 1-1". Gracias al desenlace feliz, el valenciano pudo bromear sobre su error en el gol canario. "He sido decisivo para todo", comentó entre risas, "porque desafortunadamente el gol suyo es un error mío pero luego he participado en el nuestro".
Para Arturo, el delantero llegado en el mercado invernal, el curso ha sido impredecible porque arrancó jugando en Segunda B y ahora es jugador de Primera. "Esto es lo más grande que nos puede pasar a todos", acertaba a decir tras el partido, porque "subir a Primera es espectacular pero hacerlo así es lo más grande".
Eufórico acabó también uno de los hombres que más intensamente vivió el partido de ayer, por su cordobesismo de cuna. "No ha podido salir mejor el año", señalaba Fran Cruz, que admitía que "lo hubiera firmado pero no me lo esperaba. Sabía que teníamos equipo para hacer algo grande pero no tan grande como esto". También tuvo el canterano un recuerdo para la afición. "Le digo que mil gracias. Por este año, por no habernos dejado solos. Son lo más".
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