Valverde, muy tocado

Ciclismo l Vuelta a España

El murciano se deja gran parte de sus posibilidades de ganar la Vuelta tras ceder más de tres minutos · El italiano Bettini gana otra etapa con un poderoso ataque

Alejandro Valverde aprieta los dientes en los últimos kilómetros de la etapa celebrada ayer.
Alejandro Valverde aprieta los dientes en los últimos kilómetros de la etapa celebrada ayer.
Carlos De Torres (Efe) / Suances

12 de septiembre 2008 - 05:02

El italiano Paolo Bettini, del Quick Step, volvió a sacar brillo a su maillot de campeón del mundo al anotarse la duodécima etapa disputada bajo la lluvia entre Burgos y Suances, de 186 kilómetros, en la que Alejandro Valverde casi se despidió de la Vuelta al quedar cortado en el puerto de El Caracol y dejarse en meta más de tres minutos sobre el resto de favoritos.

Bettini, el gran grillo, lanzó un ataque fulminante a 500 metros de meta, en una llegada en ligero repecho que le favorecía, para fulminar a sus rivales. Era una etapa para él y la supo aprovechar. Cumplió el pronóstico por delante de sus compatriotas Davide Rebellin, Damiano Cunego y Alessandro Ballan. Junto a ellos, Alberto Contador, y no muy lejos Carlos Sastre y el líder, Egoi Martínez. Todos en el mismo tiempo de 4:42.41.

Con el pelotón roto en mil pedazos, Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) llegó a 3.23 minutos, vacío y descolgado del grupo de elegidos. Un despiste por "no estar donde debía estar, en un error que se repite", según su director, Eusebio Unzue, que no entendía nada de lo ocurrido. El murciano volvió a sufrir el síndrome de Monachil, ya que lo mismo le ocurrió en 2006 cuando perdió la Vuelta en el puerto granadino en beneficio de Vinokourov. El batacazo de Balaverde, más lento que nadie en el descenso de El Caracol, varió la general en vísperas de las etapas asturianas, con el Angliru como primera piedra de toque. El jefe de filas del Caisse D'Epargne pasó del cuarto al undécimo lugar, a 4.19 del líder. Otra patinazo en una prueba grande. Y van....

Egoi Martínez (Euskaltel) salió del aguacero con el maillot oro. Los defendió con uñas y dientes, tal vez por última vez. Saldrá hacia el Angliru con 11 segundos sobre Levi Leipheimer y 29 respecto a Alberto Contador, cuyo equipo, el Astana, sacó petróleo del error del rival. Carlos Sastre (CSC) estuvo en su sitio y es cuarto a 1.38. Ezequiel Mosquera e Igor Antón mantuvieron sus posiciones y Dani Moreno (Caisse d'Epargne) sufrió los efectos colaterales del fallo de su líder. Pasó del puesto 8 al 13, de un plumazo. El holandés Robert Gesink ya es séptimo a 3.22.

Agua, frío, viento, niebla. No faltó nada de todo aquello que puede repeler a un ciclista cuando va encima de la bicicleta.

El Alto del Caracol, puerto de segunda, grabó su curioso nombre a la pequeña historia de la carrera, porque fue en su descenso donde Valverde se despidió de la Vuelta.

A partir de entonces fueron cayendo los minutos y se fue prolongando la agonía de Valverde. Con Suances a la vista, nadie aflojó el ritmo. Los hombres de Contador, y el propio corredor de Pinto, afrontaron el sprint dentro de la pomada. Pocos pudieron resistir, pero por allí andaba Paolo Bettini.

El italiano, con enorme caudal de experiencia a sus 34 años, dejó hacer, pero en el momento idóneo, cuando la carretera picaba hacia arriba, salió como un cohete para cumplir con su tradición en la Vuelta desde 2005. Desde aquel año siempre ha mojado en la Vuelta. De paso mandó un mensaje a Óscar Freire, que se bajará de la Vuelta en su tierra. El grillo también apunta al Mundial. Y de qué manera.

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