El Ángel Ximénez deja escapar el triunfo ante el Anaitasuna en el tramo final

Pamplona/El Ángel Ximénez sufrió un varapalo importante en la pista de un Helvetia Anaitasuna que aseguró la victoria en los minutos finales de un partido que el conjunto de Puente Genil tuvo en sus manos durante mucho tiempo. Los de Paco Bustos encajaron un parcial de 8-2 en los últimos 11 minutos de juego en Pamplona y tiraron por tierra una diferencia que les había costado mucho trabajo ir construyendo.

La derrota resulta especialmente dolorosa por varios motivos. Y es que, además de tener el marcador a favor durante muchos momentos del encuentro, el Ángel Ximénez perdió la oportunidad de haber dado un golpe importante a un Anaitasuna que había encadenado siete jornadas sin ganar y al que podía haber alejado de manera considerable en la pelea por la permanencia en la máxima categoría del balonmano nacional.

Y eso que el Ángel Ximénez arrancó el partido siendo muy superior al conjunto navarro. Los hombres de Paco Bustos, liderados en ataque por un Domingo Luis Mosquera que terminó el partido con nueve goles, se anotaron los primeros parciales gracias a una buena defensa y certeros contragolpes.

Ese buen inicio se vio neutralizado por el Anaitasuna de manera progresiva, hasta el punto de que los navarros voltearon el marcador antes del descanso. Sin embargo, el Ángel Ximénez reaccionó y volvió a encontrar la fluidez necesaria en ataque para irse al tiempo de asueto con el marcador igualado (15-15).

En la segunda parte, el Ángel Ximénez de Puente Genil empezó mucho mejor que su rival y, encontrando con solvencia a Domingo Luis Mosquera en el ataque, logró rentas de tres y cuatro goles durante buena parte del segundo acto. Con una cómoda renta de tres goles llegó el equipo pontanense a los diez minutos finales, que debían ser los de la confirmación de la victoria ante un Anaitasuna voluntarioso pero también nervioso por su mala dinámica de resultados.

Sin embargo, en ese tramo definitivo el Ángel Ximénez se colapsó en ataque y los navarros empezaron a creer en que la remontada era posible. Impulsado por su intensa defensa, el Anaitasuna recortó distancias hasta volver a igualar la contienda. Faltaban menos de cinco minutos cuando el marcador reflejaba un empate a 25 que los navarros rompieron con dos goles que dejaron sin respuesta al conjunto de Puente Genil, consumando una derrota que duele especialmente por la forma en la que llegó.