Y mientras, la casa sin barrer

Pablo Ruiz y Cristian Álvarez. Cristian Álvarez y Pablo Ruiz. Tanto monta, monta tanto. El central y el lateral reconvertido fueron protagonistas en Montilivi muy a su pesar. Porque ellos propiciaron el postrero gol del Girona con un despiste al alimón, el único desajuste defensivo del Córdoba en todo el partido. Como dice Pablo, "parece que tenemos el signo de que cualquier pequeño error que tenemos lo pagamos muy caro". Chechu (Javier Flores) aprovechó la coyuntura mientras su homónimo blanquiverde ya había vuelto al banquillo definitivamente, tras completar un calentamiento baldío.

Luna Eslava reforzó el bloque en los últimos minutos con Endika, quien actuó como falso mediapunta, y Aurelio, situado como pivote por delante de la zaga. Los retoques, destinados a proteger el resultado ante los constantes balones bombeados por el Girona, no fueron suficientes para amarrar el ansiado triunfo.

Pablo Ruiz, de regreso en el once por la sanción de Gaspar, lo vio así: "Le hablé a Cristian. Creí que no me había oído y no se iba a quitar, y por no chocarme con él no fui al balón. Entre uno y otro, la jugada acabó como acabó". La versión del argentino es muy similar, incluso más sangrante: "La tenía en la cabeza. Pablo (Ruiz) me dijo que iba él, me agaché porque creía que él tenía la pelota en la cabeza, y Pablo pensó que la sacaba yo. Fue el único error defensivo, y nos metieron el gol. Después sigue la jugada, recorta, le pega, le pega al Tano (Pierini)… Si no le pega al Tano, Raúl (Navas) la paraba tranquilo".

El obús de Chechu se coló. Y tanto. De esa forma, el sacrificio general plasmado en un campo donde hasta ahora sólo ha ganado el Salamanca (en la cuarta jornada), sólo se tradujo en un punto. Y Pablo Ruiz sabe que "al final, lo que valen son los puntos. Si hubiésemos ganado en Gerona, nos habría dado igualue hubiesen ganado el Alavés o el Eibar. Estaríamos fuera. Ahora tenemos un partido en casa, y al fin y al cabo lo que importan son los puntos, las victorias. Si hubiéramos ganado, encararíamos el próximo partido con mucho más ánimo".

La plantilla se pondrá manos a la obra mañana, ya que Luna finalmente ha dado el día libre tras rumiar el infortunio ayer durante el largo viaje desde Cataluña, con el presidente Rafael Campanero como invitado de excepción en el AVE entre Barcelona y Córdoba. Como aseguró el técnico en la sala de prensa de Montilivi, "ésta es la suerte del fútbol: que el sábado hay más".