Del cielo de Lucena al infierno ceutí para Nayim

Nayim está viviendo estos días la crueldad del fútbol. El lateral izquierdo del Ceuta consiguió el pasado junio el ascenso a Segunda B con el Lucena, entidad a la que llegó cedido por el club caballa en el mercado invernal en busca de los minutos que no tenía allí en la categoría de bronce. Pero la alegría por el éxito logrado se tornó en sombra cuando el equipo norteafricano lo reclutó de nuevo para su plantilla.

Nayim recuerda con amargura que el Lucena "habló conmigo y si llegaba a un acuerdo para rescindir el año de contrato que me quedaba con el Ceuta, no habría ningún problema para seguir". Pero la entidad caballa "quería contar conmigo... poquito, prácticamente nada", porque "ni siquiera he entrado en una convocatoria y es muy triste". "El Lucena es agua pasada, pero cada vez que me acuerdó me duele más todavía", sentenció.

Pero ese recuerdo es inevitable en vísperas del compromiso del domingo, cuando el Ceuta rinda visita al Municipal aracelitano con motivo de la decimoséptima jornada. "Me encantaría entrar en la convocatoria; sería casi un sueño entrar entre los dieciséis, pero la última palabra la tiene el míster". Y no parece claro que José Enrique Díaz varíe mucho el patrón que ya venía utilizando Coco Quintero.

Nayim mira con recelo a su ex equipo, un Lucena que "nadie esperaba que fuera tan bien porque es un recién ascendido, aunque tiene una plantilla competitiva y se le están dando bien las cosas". También tiene palabras de elogio para la hinchada provenzal porque "me sentí muy querido". También para sus ex compañeros: "Mantengo el contacto con muchos e, incluso, con el presidente".