El Ciudad de Lucena dice adiós con honor a la Copa tras perder con el Leganés

Lucena/Adiós con honor. El Ciudad de Lucena fue eliminado por un Leganés que tuvo que sudar para conseguir el pase a la segunda ronda de la Copa del Rey. Los pepineros se encontraron con un rival correoso, batallador y con las armas suficientes como para hacer soñar a una grada entregada. Al final, la calidad se impuso, pero la afición local se fue orgullosa de ver a su equipo luchar con todo. No hubo el premio deseado, pero los de Cobos se llevaron el cariño de los suyos.

Con ganas de disfrutar de un partido histórico, el Ciudad de Lucena, con una mezcla de jugadores que estuvieron en el once inicial ante el San Roque de Lepe y otros menos habituales, buscó dar guerra a un Leganés que dispuso de un equipo titular con los que menos presencia tienen en liga. Aún así, Borja Jiménez puso mimbres de sobra para sacar adelante la eliminatoria.

El Leganés salió con las ideas claras ante un Ciudad de Lucena que sabía cuál era su partido: esperar y aprovechar su oportunidad. La tuvo cuando apenas se llevaban cuatro minutos de juego, pero el disparo de David Agudo se fue al palo izquierdo de la portería de Soriano. El aviso ya estaba dado.

Con el Leganés haciéndose al césped sintético del estadio lucentino, los de Cobos juntaban líneas para que su defensa saliese airosa ante los Munir, Óscar Rodríguez, Rober López o Juan Cruz. El reto era complicado, pero los celestes no se achantaron ante jugadores de Primera División. La grada arropaba a los suyos y el cóctel era perfecto para vivir una intensa noche de Copa del Rey.

Con el Ciudad de Lucena buscando ese pase rápido para pillar las espaldas de los centrales de un Leganés que se pudo adelantar pasado el cuarto de hora de juego por una pena máxima pitada por Alberola Rojas que enfadó a la grada. Juan Cruz fue derribado por Pedro Morilla y el colegiado, a instancias de su asistente, pitó el penalti. Eso sí, la afición local se vino arriba al ver como Iván Morales se estiraba hacia su palo izquierdo para sacar el disparo de Óscar Rodríguez. Fue como si el Lucena marcase su primer gol. El éxtasis fue total porque los de Cobos seguían vivos.

Más allá de una falta en la frontal del área de Nacho Fernández que se fue fuera tras tocar un defensor del Leganés, el partido se jugaba en zona celeste. A los madrileños les costaba llegar con claridad, pero a partir de la media hora de juego los de Borja Jiménez dieron un primer arreón en busca de ese 0-1 que calmase los ánimos de la hinchada lucentina.

Tras un disparo de Munir que paró Iván Morales, el Leganés lo probó de nuevo con un lanzamiento de Rober López que se fue ajustado al palo derecho de la meta local. Los madrileños estaban en su mejor momento en ataque e Iván Vela estuvo a punto de marcar en propia puerta un centro de Rosier. La Virgen de Araceli ayudó a que no fuese así.

En la recta final de la primera mitad, Alberola Rojas volvió a pitar una nueva pena máxima en el área lucentina. La afición celeste no se lo creía, pero el colegiado castellano-manchego vio un agarrón de Vela a Munir. El hispano-marroquí fue el encargado de lanzar y de nuevo apareció un inmenso Iván Morales para sacar el penalti. Sin embargo, el rechazo volvió al ariete del conjunto madrileño y ahí no falló.

Cuando era el 0-1 podía ser un mazazo al cierre de la primera mitad, todo lo contrario. Un balón en largo a David Agudo sirvió para que el veterano delantero se sacase un zapatazo que fue directo al fondo de la red. El tanto desató la locura de la afición lucentina, que dio ese brinco necesario para seguir soñando con el pase a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Quedaba un segundo acto por delante y todo estaba muy abierto.

Sin cambios arrancó la segunda parte en el Ciudad de Lucena. La lluvia no aparecía en un partido en el que el Leganés necesitaba dar ese paso hacia adelante. El guion de inicio fue el mismo que en el primer acto. La idea de Antonio Jesús Cobos era clara y buscaba esa opción para derribar el muro madrileño. La tuvo Rubén Navas tras una mala salida de Soriano, pero su disparo se fue demasiado desviado.

El gol de Juan Cruz, clave

Tras un saque de esquina a favor de los locales, el Leganés pilló a los de Cobos. Una gran cabalgada de Óscar Rodríguez, al que nadie paró, sirvió para que Juan Cruz pusiese el 1-2. Fue un duro golpe a la moral celeste, que tocaba resetear para seguir adelante en busca de la épica.

Sin grandes ocasiones de gol llegó el momento de la verdad. Faltaba media hora y el Leganés hizo cuatro cambios del tirón y el Ciudad de Lucena, otros tres. Nadie quería perder tiempo. El conjunto madrileño, con la ventaja en el marcador, dio un paso atrás y dejó más balón a los locales, con el objetivo de buscar más huecos y cerrar en alguna contra la contienda. Por su parte, los de Antonio Jesús Cobos tuvieron más llegada, pero no estuvieron precisos en los metros finales.

El Ciudad de Lucena buscaba la fórmula de hincar el diente a los pepineros. Tocaba y tocaba y salía con facilidad de su zona, pero le faltaba dar la puntilla arriba. Ahí el Leganés aguantaba el tipo, siendo ordenado e intentando no conceder a los celestes, convencidos de que tendrían esa ocasión para nivelar la contienda.

Por su parte, el Leganés buscaba esa acción final para poner la sentencia. El ritmo inicial bajó y eso se notó en el segundo acto. Sin embargo, la calidad madrileño podía aparecer en cualquier momento. Lo tuvo cerca Rober López, pero emergió de nuevo la figura de Iván Morales para sacar una mano salvadora. Poco después, el meta de Cabra sacó demasiado en corto hacia el recién salido José Cruz y metió el susto en el cuerpo a la parroquia local. No obstante, los pepineros no estuvieron finos para cerrar el pleito.

El Leganés, que bajó las revoluciones al envite, empezó a encontrar el juego por bandas tras la entrada de Franquesa y Alti. Los celestes no carburaban y los madrileños buscaban esa acción para finiquitar el partido. Pero no eran capaces de hacerlo y eso daba alas a los aracelitanos. Rober López no atinó con los tres palos y el partido estaba muy abierto.

A falta de siete minutos, Joseliyo lo intentó con un disparo desde la frontal que atajó Soriano. Agudo ya no tenía la movilidad de la primera mitad y la vigilancia era más extrema por parte de la defensa pepinera. A pesar de ello, fueron capaces de atrincherar los de Cobos al Leganés en su zona. La grada soñaba con la épica. Los ánimos se multiplicaron y todas las acciones, incluidos los saques de esquina, se celebraban. Sin embargo, el milagro no llegó y el conjunto de Borja Jiménez consiguió el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey. A pesar de la eliminación, Lucena disfrutó y vibró con un equipo que dio la talla ante un Primera División. Ahora toca pelear por el ascenso a Segunda RFEF.