La cruzada de Luis César

Gimnàstic | córdoba · informe técnico

El CCF mantiene el tipo ante un Nàstic que tiene argumentos para no descender · El balón parado altera un partido con más llegadas a las áreas que ocasiones

Pepe Díaz se dispone a conectar una chilena ante la mirada del local Miki.
Raúl Díaz / Tarragona

01 de noviembre 2010 - 05:02

El Córdoba cosechó ayer un punto de los que antaño llevaban aparejado un positivo. El Nàstic, acuciado por el peso de la clasificación, puso toda la carne en el asador para ganar su segundo partido de la temporada y estuvo a punto de llevarse el gato al agua tras adelantarse en una falta colgada y desviada hacia su propia portería por Oriol Riera, pero un penalti por agarrón de Álex Cruz -se supone que a Díaz de Cerio, en pleno barullo en el área- permitió a los visitantes seguir cimentando su bloque, poco atractivo pero eficaz. Fue un encuentro con idas y venidas, con muchos pelotazos y segundas jugadas y también con acciones combinativas y centros desde las bandas, aunque con pocos remates entre los tres palos. Aunque se había especulado con una evolución al sistema táctico 4-3-3, Luis César Sampedro mantuvo el 4-2-3-1 para buscar los puntos débiles del archiconocido 4-4-2 de Lucas Alcaraz. El empate mantiene al cuadro tarraconense en la zona de descenso, pero visto lo visto uno se atreve a vaticinar que en cuanto le venga el viento a favor saldrá de ahí.

DEFENSA

Alcaraz recuperó la defensa tipo con el regreso de Agus, ausente frente al Tenerife por acumulación de amarillas. David de Coz y Fuentes se han afianzado en los laterales, y Tena ya es un fijo por su oficio. Además, Lucas refrendó que prefiere a Beobide, por delante de Alberto Aguilar y Jorge Luque, como acompañante de Usero en el doble pivote. El vasco le dejó en buen lugar, al menos en labores destructivas.

El Córdoba adelantó la defensa todo lo que pudo, aunque el Nàstic, bien a través de los pelotazos de Rubén Pérez, bien avanzando y metiendo centros desde los dos costados, le obligó a estar muy atento en el área y sus inmediaciones. En ese sentido, la concentración de Tena y Agus, y las coberturas de Beobide, presto para conjurar los movimientos entre líneas del talentoso Morán, impidieron que Raúl Navas tuviera que aparecer. El ex del Real Unión y Usero barrieron lo que pudieron, al tiempo que Arteaga y Javi Flores auxiliaron a De Coz y Fuentes, respectivamente, para evitar la inferioridad numérica en las bandas. Charles y Pepe Díaz, sobre todo el de Almodóvar, presionaron arriba para forzar errores de los zagueros locales.

El Nàstic mejoró con Gerardo en la izquierda -Delporte se lesionó- y, sobre todo, con Powel como ariete. El holandés bajó muchos balones y los jugó con sentido para las incorporaciones desde la segunda línea. Morán, el mascarón de proa, estuvo a punto de anotar en sendas acciones abortadas por Raúl Navas y David de Coz. Fue justo antes del gol local, en un balón colgado al área, cabeceado por el central Mairata y tocado sin querer por Oriol Riera. Ni siquiera el mazazo anímico del 1-1 pudo con el coraje grana, patente hasta el final.

ATAQUE

El CCF salió con Arteaga por la derecha y Javi Flores por la izquierda; o sea, ambos a pie cambiado y con tendencia a tirar diagonales para fomentar las incorporaciones de David de Coz y Fuentes. Los dos laterales metieron algún centro en los últimos metros, aunque sin encontrar rematador. Charles y Pepe Díaz, de nuevo elegidos en detrimento de Oriol Riera y Díaz de Cerio (los héroes de la Copa), apenas tuvieron opciones en una primera parte floja en materia ofensiva, sin oportunidades reseñables. Los puntas echaron en falta más presencia de los pivotes en campo contrario.

En el segundo periodo se mantuvo la tónica. Con un esfuerzo admirable, el Córdoba gozó de alguna transición conducida por Flores o Arteaga con el refuerzo de Fuentes y De Coz, pero las escaramuzas de los hombres de banda -Usero y Beobide aportaron muy poco en ataque- apenas dieron pie a una ocasión: una chilena de Pepe Díaz que se perdió por encima del larguero.

Tras renovar la dupla atacante (De Cerio por Pepe y Riera por Charles), Lucas se encontró con un pedrusco en el camino: 1-0. Inmediatamente apostó por Jorge Luque en perjuicio de Beobide, y el de Las Palmeras fue el ejecutor de un riguroso penalti; eso sí, la pena máxima vino precedida de una acción de estrategia que despistó a los jugadores del Gimnàstic. Con 1-1 en el luminoso pudo pasar cualquier cosa, aunque las opciones más francas se les presentaron a Arteaga y Flores.

VIRTUDES

La defensa rayó a un gran nivel. Los cambios de Alcaraz fueron encaminados a mejorar el ataque y contribuyeron activamente en el empate. El equipo tuvo más capacidad para salir tocando por abajo que en los recientes partidos en casa contra el Elche y el Tenerife, por ejemplo.

TALÓN DE AQUILES

Mairata remató solo en la acción del 1-0, tras un centro muy pasado; el Nàstic encontró premio después de innumerables balones al área. A los jugadores del Córdoba les falta algo de nitidez en la definición.

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