Diez días con el 'no hay billetes'

Sólo los más veteranos se acuerdan ya de los malos comienzos que tuvo esta prueba de la sierra cordobesa en la que su dureza y el clima frenaban la llegada de atletas. Hoy, la Media Maratón Belmez-Espiel llega a los diez años de historia con la satisfacción de haberse estabilizado merced a una peculiar fórmula: premiar a los populares que cruzan la meta con un chándal completo, en detrimento de las grandes cantidades en metálico que otros años se le entregaban al vencedor. Esto ha hecho que la organización tuviera que cerrar hace ya dos semanas el plazo de inscripción, toda vez que ya se habían superado los 250 participantes previstos.

La prueba fue presentada ayer en la Mancomunidad de Municipios del Valle del Guadiato, donde los organizadores mostraron su satisfacción por el éxito "antes de comenzar". Graciano Obrero, presidente del club Rompepiernas, reconoció que "hemos conseguido estabilizar la prueba después de muchos años de trabajo. Lo cierto es que hay mucha gente trabajando para que esto salga bien y queremos agradecer su esfuerzo. Esperemos que todo salga como está previsto y el domingo podamos decir que hemos conseguido hacer una buena Media Maratón, aunque anuncio que será muy dura, como siempre".

La carrera partirá de la localidad de Belmez el domingo a las 10:30 y, a través del antiguo trazado de la carretera de Badajoz, los corredores llegarán a la localidad de Espiel, donde estará instalada la línea meta. El recorrido de duro y complicado, con cuestas de difícil trazado y pendientes que no ayudan a mantener un ritmo continuo y constante. De ahí que la cita sea conocida como la Rompepiernas.

Los favoritos lo tienen fácil. Miguel Ángel Espinosa y Teresa Marín se presentan como claros candidatos a conseguir la victoria, ya que prácticamente son los únicos atletas de nivel que han decidido participar. Del resto, la mayoría populares que acuden para disfrutar de una buena carrera, destaca sobremanera la presencia de los corredores manchegos, tan acostumbrados a llevarse el triunfo en las pruebas del Guadiato.