Un enemigo inesperado
El buen inicio del Girona lo aupó a la zona de ascenso, lugar que no ha abandonado Los de Rubí llegan en su peor momento de la temporada
Pocos apostaban al comienzo de la presente temporada con que el Girona se erigiera como uno de los aspirantes al ascenso. Y es que, desde primera hora, el conjunto catalán se metió en los puestos nobles de la Liga Adelante, merced a su gran inicio de competición. Un lugar que no ha abandonado hasta el momento, si bien es cierto que el bache de resultados que ha vivido en las últimas ocho jornadas y, sobre todo, la visita del Córdoba, pueden hacer que salga de los puestos de privilegio.
El pasado curso, con una plantilla repleta de calidad, los gerundenses se vieron obligados a pelear por la salvación. Un objetivo que finalmente logró de manera holgada gracias a que realizó un fantástico esprint final, sin olvidar que el Villarreal B se vio arrastrado a Segunda B por el descenso del primer equipo, una situación que favoreció al próximo rival cordobesista.
Un Girona que se ha convertido en una de las revelaciones de la categoría bajo el mando de Rubí, que se hizo cargo del equipo el pasado junio, cuando sustituyó a Javier Salamero. El técnico de Vilasar de Mar ha imprimido el sello del juego de toque a su conjunto. Una plantilla que practica un fútbol elaborado, muy similar al del Córdoba de las dos últimas campañas.
Pero a pesar de todas las cosas positivas que acumula el cuadro albirrojo, lo cierto es que actualmente está pasando por el peor momento de la temporada. Un único triunfo -frente al Guadalajara, por 2-0- en los últimos ocho partidos ha provocado que se distancie del ascenso directo (el Almería le saca cuatro puntos) y que los equipos que llegan para engancharse al play off se encuentren cada vez más cerca. Tanto es así, que si los hombres de Rafa Berges consiguen asaltar Montilivi les adelantarían, al igual que podrían hacerlo el Recreativo y el Villarreal o Las Palmas (se enfrentan entre ellos). Precisamente, el equipo insular le asestó un duro golpe el pasado fin de semana en el Estadio de Gran Canaria (5-2). Un resultado que unido al empate con el Hércules (1-1) y a la derrota en Ponferrada (2-0), dan buena cuenta de que los jugadores de Rubí no están pasando por su mejor momento.
Una situación que debe saber aprovechar el Córdoba, inmerso en una dinámica totalmente opuesta a la de los catalanes, pues es el mejor conjunto de 2013. Un año en el que aún no conoce la derrota en Liga, con cuatro victorias y tres empates, los dos últimos frente al todopoderoso Elche y a un Alcorcón metido de lleno en la pomada.
Ahora le toca visitar Montilivi, tercer escalón del particular Tourmalet blanquiverde. Un estadio en el que el Girona ha establecido su piedra angular para aspirar a un ascenso cada vez menos hipotético y más tangible. Y es que el balance de los albirrojos en casa en el presente curso es de ocho victorias, dos empates y dos derrotas. Los primeros puntos que volaron del feudo gerundense no se hicieron esperar, pues el Sabadell pescó uno en la primera jornada (0-0). Sí tuvo que aguardar el siguiente rival en sacar algo positivo de Montilivi, hasta la jornada decimoquinta. Fue el Elche, que consiguió la victoria por la mínima (0-1), al igual que lo hizo el Almería en la vigesimoquinta. Mientras que el último partido que el Girona jugó como local, vio cómo un Hércules inmerso en el descenso empató un encuentro que encarriló Benja en el minuto 3 (1-1).
Por si esto fuera poco, la cita del domingo contará con el beneplácito del clima para los locales, pues para la hora del partido las previsiones auguran nieve y una temperatura de -3ºC. Unas circunstancias muy similares a las que los cordobesistas vivieron la campaña pasada en Los Pajaritos, donde el Numancia les endosó una manita(5-0).
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