La LNFS plantea una nueva propuesta de calendario alternativo al ofrecido por la RFEF

Fútbol Sala | Primera División

Conforme con los clubes, entre ellos el Córdoba Futsal, proponen iniciar la liga el 26 de septiembre

Apuestan por mantener dos descensos en la campaña 20-21 pese al aumento a 18 participantes

Pablo del Moral conduce el balón ante Pito y Borja, del Movistar Inter, y su compañero Cristian.
Pablo del Moral conduce el balón ante Pito y Borja, del Movistar Inter, y su compañero Cristian. / Juan Ayala

Las diferencias entre la Liga Nacional de Fútbol Sala y la Real Federación Española de Fútbol sobre el modelo de competición siguen siendo más que evidentes, tras el control tomado por el organismo que preside Luis Rubiales el pasado octubre. El último enganchón viene a consecuencia del calendario para la temporada 20-21, pues tanto la patronal como sus asociados han remitido su propuesta con no pocos cambios sobre el borrador presentado por la RFEF "realizado unilateralmente sin el consenso de la mayoría de los clubes", entre los que se encuentra el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad.

Según ha informado la LNFS, su modelo de calendario intenta "equilibrar más la distribución de la disputa de los partidos a lo largo de los diez meses de competición, atendiendo sobre todo al cumplimiento de las normas sanitarias propuestas por las autoridades para preservar la salud de técnicos y deportistas, y paralelamente a la correcta preparación de los jugadores con una vuelta progresiva y controlada que permita regresar a la competición sin un riesgo lesivo manifiesto".

De esta manera, abogan por "retrasar el inicio de la competición para favorecer la vuelta a la actividad competitiva de manera progresiva, a través de un período preparatorio adecuado tras el parón de las competiciones y el confinamiento sufrido por el covid-19". Del mismo modo, proponen "evitar la concentración de partidos en las primeras semanas, garantizando la oportuna recuperación de los jugadores entre partidos, para tratar de evitar el riesgo de lesiones", descartando jugar tres partidos en siete días.

Por último, y siguiendo la misma tónica, promueven "equilibrar la densidad competitiva de la primera y la segunda vuelta de la liga regular, tratando de garantizar un descanso pertinente, que sea más equilibrado y que no atente contra el período mínimo de 72 horas entre competiciones de forma continuada. De este modo, se disputarían 16 jornadas hasta finales de diciembre y no las 19 que plantea la RFEF".

Tras estas consideraciones, el calendario propuesto por la Liga Nacional de Fútbol Sala y sus asociados pretende arrancar con la Final a Cuatro de la Copa del Rey de la campaña 19-20 -la RFEF proponía jugarla del 18 al 20 de diciembre-, que está pendiente de disputarse tras la interrupción de la competición, seguida de la Supercopa de España 2020 que la Federación pasaba a enero de 2021.

Esto obligaba a trasladar el comienzo de la liga regular al 26 de septiembre en Primera y al 19 de septiembre en Segunda, varias semanas después de la fechas previstas por el organismo futbolístico, que fijaba el 5 de septiembre como inicio en la máxima categoría, con la introducción de hasta siete jornadas intersemanales. En Segunda establecía cinco fechas extra en un torneo que no variará su fecha de arranque.

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La patronal informa, además, que siguiendo el calendario FIFA, se han respetado las seis concentraciones de las selecciones internacionales, que abarcan 54 días de los 242 habilitados para la disputa de todas las competiciones, lo que supone que los jugadores internacionales de los clubes asociados de la LNFS estarán el 22,31% del tiempo de la temporada regular con sus respectivos combinados nacionales.

Continuando con el modelo de competición, la LNFS ha solicitado un año de cadencia para reestructurar la competición en Primera División de nuevo a 16 equipos, después de que la supresión de los descensos tras la cancelación del último ejercicio haya conducido a una competición con 18 participantes. De esta manera, pide mantener dos únicos descensos, por la propuesta de la Federación de tres descensos directos y un play out para un cuarto.

En cuanto a Segunda División, los clubes apuestan por mantener el sistema de ascensos como venía disputándose hasta ahora, donde el campeón de liga regular lograba el ascenso directo y los cuatro siguientes disputaban un play off; mientras que la RFEF propone quitar el ascenso directo y que sean los cuatro primeros quienes disputen la promoción. Respecto a cómo sería el descenso, falta por conocer los clubes que ascenderán de Segunda B y cómo quedará configurada la categoría.

En su comunicado, y para defender su postura, la LNFS ha valorado el aspecto social y económico, ya que comenzar la liga el 5 de septiembre como plantea la RFEF supondría, según la normativa vigente a día de hoy, hacerlo con un aforo limitado lo que afecta a la viabilidad económica de los clubes, que verían mermados sus ingresos en una media de un 30% en concepto de abonos y taquillajes, y además los socios y aficionados se verían perjudicados al no poder disfrutar de la temporada íntegra.

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