Juan Ignacio Grondona y Nazha Machrouh ganan la San Silvestre Cordobesa 2024

Córdoba/Juan Ignacio Grondona y Nazha Machrouh fueron los ganadores de la San Silvestre Cordobesa 2024, la última prueba deportiva del año, que llenó de ambiente el barrio del Figueroa en la tarde de este 31 de diciembre. En un ambiente festivo y de celebración, el corredor del Club Atletismo Cordobés y la corredora del Cueva de Nerja impusieron su ley para cerrar el año con una sonrisa.

La 40 edición de la San Silvestre Cordobesa cobró un interés inusitado este año, al recuperar los atractivos premios económicos para los primeros clasificados. Eso hizo que el nivel de inscripciones se elevase y que uno de los más brillantes atletas del panorama provincial, como es Juan Ignacio Grondona, tomara parte en la prueba.

El reciente ganador de la Media Maratón de Córdoba era el gran favorito para imponer su ley y así lo hizo con bastante solvencia, marcando un tiempo en línea de meta de 27:25, en los diez kilómetros de los que constaba el circuito desarrollado en el entorno de la Plaza de la Marina Española. En segunda posición finalizó la competición el atleta del Unicaja Atletismo Alberto Casas, con un tiempo de 27:35. Cerró el podio Diego Tirado (Runners de Pura Cepa), con el mismo tiempo que Casas, 27:35, en una bonita pugna final por repartirse el segundo y el tercer puesto.

Machrouh se impone con solvencia

En categoría femenina, Nazha Machrouh se apuntó la victoria de manera muy holgada, con un tiempo en línea de meta de 30:45. La atleta del Club Atletismo Cueva de Nerja aventajó en casi dos minutos a la segunda clasificada, que fue Carmen Gutiérrez (Trotasierra Hornachuelos), con un tiempo de 32:25. Cerró el podio en categoría femenina María del Mar Marqués (Cueva de Nerja), con un crono de 33:06.

Al margen del alto nivel competitición de esta 40 edición de la San Silvestre Cordobesa, la prueba contó con más de 1.500 inscritos y un ambiente festivo y de celebración que llenó de ambiente desde el mediodía los alrededores de la Plaza de la Marina Española, en el barrio del Figueroa. Muchos atletas populares optaron por participar en la prueba ataviados con disfraces, dando un colorido especial a una prueba que es mucho más que atletismo, como se demostró una vez más.