La mejoría estuvo atrás, los males arriba

El CCF progresa en sus prestaciones defensivas aunque sigue adoleciendo de pegada ante la meta rival

Después de encajar seis goles en los dos últimos partidos, el CCF cambió al dibujo del curso anterior. Y la primera consecuencia fue que el equipo se mostró capaz de dejar su portería a cero por primera vez en lo que va de temporada, gracias a una mayor rocosidad defensiva y una clara apuesta por el juego directo como manera de atacar al Espanyol. El problema es que arriba siguieron los mismos males de siempre: una preocupante falta de pegada que no permitió sumar más que un punto.

Las novedades esperadas de Pantic y Fede Cartabia, y la sorpresa de un doble pivote inédito con el debutante Luso y Ekeng, presentaron un CCF mucho más intenso, activo y aguerrido. El primer paso para alcanzar el éxito estaba dado, con un juego directo que olvidaba los intentos preciosistas de otros partidos. El equipo llegaba, pero no era capaz de crear ocasiones. Por lo menos, esta vez tampoco sufrió en tareas defensivas, ni siquiera en la pelota parada, habitual quebradero de cabeza para Ferrer y los suyos en estas jornadas iniciales de campeonato. El descanso dejó una sensación más positiva que otros días.

En el segundo periodo, el equipo intentó dar un paso al frente, jugando más en campo contrario y buscando con más descaro la meta de Kiko Casilla. Apretó más al Espanyol, que sólo se dejó ver en contadas contras, sin demasiado peligro. Con el paso de los minutos, y para quemar su última bala, Ferrer apostó de nuevo, como en Mestalla, por un clásico 4-4-2, con Xisco y Ghilas en punta. Sin embargo, todo el planteamiento se desvaneció ante la falta de pegada en unos últimos minutos infructuosos en las búsqueda del gol de la victoria.

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