El muro acaba siendo derribado

Poco varió su esquema Albert Ferrer respecto al equipo que empató la pasada jornada ante el Espanyol. El técnico blanquiverde sólo introdujo el cambio de López Silva por Rossi y dibujó un 4-2-3-1 en el que el doble pivote era claramente de contención, con tres medias puntas natos para buscar el contragolpe. Un cambio significativo que se observó desde los primeros minutos fue la constante ayuda de los extremos a los laterales en tareas defensivas, especialmente de un sacrificado Fede Cartabia.

Sin la presión de jugar en casa, donde debe llevar más el peso de los partidos o al menos intentarlo, el CCF se aprestó de inicio a defender y buscar la velocidad de sus hombres de ataque. En la primera parte el plan funcionó a medias, pues la meta de Juan Carlos quedó a cero, pero en la parcela ofensiva los buenos movimientos de Ghilas morían por falta de aliados.

En la segunda parte, el CCF siguió con el guión establecido y la oportunidad apareció gracias a un regalo de Lacen que Ekeng convirtió en el tanto blanquiverde. Para completar la machada sólo bastaba defender, pero el CCF se vio superado. La entrada de Rossi por Fede Cartabia no aumentó el dominio. Al contrario, el equipo de Ferrer se hundió en su área y el empate no tardó en llegar. De nuevo con la miel en los labios.