El nuevo héroe para el cordobesismo
El mexicano anota el tanto del empate en el Estadio de Gran Canaria, que da el deseado ascenso al CCF De inicio jugó en punta y acabó en el costado derecho, dando una gran alegría
¿Quién se lo iba a decir cuando llegó el pasado mes de agosto a Córdoba? Era el jugador que el club estaba deseando para dar un salto de calidad al equipo. Al final, el Chelsea facilitó su cesión y el tri llegó a Córdoba, aunque le costó entrar de inicio. Con la llegada de Albert Ferrer se hizo definitivamente con un hueco en el once inicial. Y fue el jugador top que estaba esperando el cordobesismo en momentos determinantes. Ayer lo hizo y la afición ya tiene a su nuevo héroe al lograr el gol que dio el empate en Las Palmas y a la postre el que valió el ascenso del Córdoba a Primera División. Agónico, en el descuento y en la última jugada... en ese momento todo se paró y la fiesta invadió el estadio canario.
De inicio una de las grandes novedades en el once de Ferrer -hubo varias- fue que dejó en el banquillo tanto a Xisco como a Arturo, los dos delanteros centros del equipo. Ante tal panorama, Uli Dávila adelantó su ubicación habitual, teniendo por detrás una línea de desestabilización de toque, con López Silva, y rapidez en los costados, con Nieto y Pedro. El mexicano era la referencia blanquiverde y se las tuvo tiesas con los dos centrales del conjunto canario, en especial con Aythami. Éste sufrió de lo lindo para parar al jugador de la Tri. Sólo se llevaban 15 minutos de juego cuando Uli forzó la amarilla de Artiles, que frenó al ariete cordobesista cuando se iba sólo ante la portería de Barbosa. Todo un pilar arriba, el mexicano se movía bien entre líneas para buscar ese hueco entre una zaga canaria que estuvo muy atenta. Además, conectó bien con López Silva y con Abel Gómez, cayendo incluso a los costados cuando era necesario. En el minuto 34, un pase en profundidad de Dávila hacia Pedro dejó al alicantino sólo ante Barbosa, pero éste sacó el peligro y la ocasión más clara de los cordobesistas en la primera mitad.
En la segunda mitad, Ferrer dio entrada a Arturo y Uli pasó a su sitio original. Desde allí creó más peligro y tuvo varias ocasiones de gol, pero no tuvo fortuna. A los 10 minutos de juego de esta segunda mitad, el mexicano se fabricó una jugada, pero su tiro salió fuera por muy poco. Lo siguió probando hasta el final, ya que la esperanza es lo último que no se pierde en la vida. Después de aguantar lo sucedido con la afición amarilla -triste epílogo-, llegó el momento deseado. Un balón colgado por Pelayo lo cabeceó Raúl Bravo y Uli Dávila remató al fondo de la red. Era el gol del ascenso. El gol que todo el cordobesismo celebró a lo grande. Cuando marcó el tanto, ya no hubo tiempo para más. La locura se desató en el estadio, donde los jugadores corrían de un lado para otro sabiendo que estaban tocando ya el cielo en las Tendillas. El árbitro pitó el final y Uli se fue para el vestuario como el gran héroe del cordobesismo. El que devolvió a la élite al Córdoba tras 42 años de sufrimiento. Fue un milagro final. Ulises Dávila es muy top.
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