"Es un orgullo ver en El Arcángel a 21.000 personas cantando el himno"
manuel ruiz 'queco'. músico y productor
Cordobesista de nacimiento, Queco se siente orgulloso de ser el compositor del himno de un equipo que ya está en Primera División y que no duda que "estará a la altura"
-¿Imaginó en alguna ocasión que el himno del Córdoba, compuesto por usted, se escucharía en Primera División?
-Uno siempre lo hace con esa mira, pero no piensa que va a cantarlo un estadio entero. Me siento muy orgulloso de que la afición lo haya hecho suyo y que se escuche por muchos puntos de España. Y ahora es cuando realmente toma el carácter por el que realmente se hizo. Era mi sueño que el himno se escuchara en Primera División.
-El año que lo presentó, el Córdoba bajó a Segunda División B, ¿ayer consiguió quitarse esa espinita?
-Sí, así fue. Lo compuse por encargo del presidente Enrique Orizaola con motivo del 50 aniversario del club. Ese año el Córdoba bajó a Segunda B y yo me sentí muy mal porque pensé que los aficionados podían sentir que el himno le había dado mala suerte al equipo. Pero la gente lo fue haciendo cada vez más suyo. Es un orgullo ver a 21.000 personas cantándolo en El Arcángel. Por eso, ayer más que nunca, sentí que me podía quitar la espinita que tenía clavada desde que lo presenté. Además, también lo he podido escuchar en celebraciones que no tenían nada que ver con el mundo futbolístico, lo que quiere decir que también es una seña de identidad de esta ciudad.
-¿Es fácil componer un himno?
-Componer un himno es muy complicado, yo diría que es uno de los temas más difíciles a los que me he enfrentado a lo largo de mi carrera profesional. Sobre todo porque no quería caer en los tópicos con frases en las que sólo aparecieran palabras como los colores del equipo, bandera o afición. Quería que todo estuviese muy cuidado y decirlo de una manera que llegara al corazón de la afición. Además, había que encajarlo todo y darle un sentido para que después el resultado gustara. Finalmente, quedó muy elegante y lo más importante de todo es que gustó.
-¿Cómo vivió el partido del domingo en Gran Canaria?
-Pues lo vi junto a mi familia en casa porque había pasado una semana bastante nervioso por la celebración de la Noche Blanca y la cercanía del partido. Cuando quedaba muy poco para que el árbitro pitara el final del encuentro incluso me vine abajo porque pensaba que perdíamos. Era imposible imaginar que todo iba a ocurrir de esa manera, tan apoteósica, que se parecía más a un guión de Alfred Hitchcock, que a un partido de fútbol. Cuando Uli Dávila marcó el tanto me abracé a mi hijo llorando. No tengo palabras para describir los sentimientos que experimenté en ese momento. Lo viví a lo grande y tan sólo puedo comparar la sensación que sentí ayer con la del día en el que Iniesta marcó el gol que hizo que España ganara el Mundial.
-¿Cree que el equipo está a la altura para afrontar esta nueva etapa?
-Yo confío en los jugadores, que seguro que procurarán estar a la altura de las circunstancias, después de 42 años sin estar en Primera División. Aunque lo más importante ahora es pensar en hacer las cosas bien y consolidar nuestra plaza para no volver a caer a Segunda. Vamos a disfrutar del sueño que hemos conseguido y ya vendrá la hora de disputar los partidos.
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