El orgullo sí que suma

El noveno empate El Córdoba se abona a la igualada en un encuentro condicionado por la temprana y rigurosa expulsión del mediocentro Ito Lección de casta Los de Paco resistieron y tuvieron ocasiones

Raúl Díaz / Jerez / Enviado Especial

10 de diciembre 2007 - 03:09

Ya son cinco semanas sin ganar y ¡nueve! empates en 16 jornadas, pero igualar así refuerza a cualquiera. El Córdoba arrancó un punto en Chapín en un encuentro mediatizado por la actuación de Bernabé García, quien mostró una docena de amarillas; entre ellas las dos de Ito, por lo que el conjunto de Paco Jémez -también expulsado- jugó con uno menos durante casi una hora. A pesar de la masacre física del segundo periodo, el equipo aguantó de pie. Con alma.

Salió el Córdoba frío, como el ambiente, tratando de contener las primeras acometidas de un Xerez amparado en el toque del cordobés Jorge Luque. Demasiado pronto, en el minuto 5, Ito inauguró el lote de amarillas. El único pivote defensivo del Córdoba -Paco apostó por Katxorro en detrimento de Endika o Navarro- se veía obligado a extremar las precauciones a la hora de taponar las transiciones azulinas.

Precisamente el aire sobrado de Jorge Luque estuvo a punto de costarle caro al Xerez al filo del cuarto de hora. El mediocentro de entretuvo a la hora de sacar el balón y Asen, tras robarle la cartera, dejo en buena posición a Javi Moreno. El de Silla, hostigado por Mendoza, lanzó mordido y a las manos de Porato. A renglón seguido, Asen se adentró en el área y cayó ante la oposición de Mendoza. Ese penalti no se pita en la vida. Tampoco el de Juanlu a Carlos Calvo por un agarroncito.

El árbitro y el partido exigían virilidad. En los balones divididos, Yordi y Javi Moreno llevaban las de perder ante centrales que no se andaban con contemplaciones. Sin embargo, el valenciano saltó mejor que nadie en una falta colgada por Katxorro. Su cabezazo se marchó fuera.

David Valle estaba pasando desapercibido y el Córdoba se asomaba, aunque sin llegar a controlar el juego. Una aparición de Asen habilitó a Guzmán, quien pisó el área con la cabeza levantada. Javi Moreno esperaba en el primer palo y Juanlu, en el segundo; el centro fue al medio. En plena zozobra xerecista, Asen metió un balón al hueco a Javi Moreno y éste, tras recortar a su par, tiró lejos del alcance de Porato. Pero el esférico se topó con el poste. El propio Moreno recogió el rebote y tocó atrás para Juanlu, que falló en dos remates consecutivos.

El Xerez era un manojo de nervios. El balón le quemaba de mala manera. Y Bernabé García le echó un cable de enormes proporciones al expulsar a Ito, básicamente, porque le dio la gana. El mediocentro se marchó a la ducha y Paco Jémez tuvo que abandonar el área técnica por la energía de sus protestas. Asen retrasó su posición para colaborar con Katxorro, aunque el retoque táctico no impidió que el madrileño diera una asistencia de oro a Guzmán, derribado dentro del área por Mendoza. El colegiado, qué casualidad, miró para otro lado. Ni siquiera se dejó llevar por la ley de la compensación, tan propia de los malos árbitros.

Paco no movió ficha en el descanso, manteniendo el 4-4-1 como dibujo. Con Katxorro y Asen como atípico dúo en el círculo central, la consigna era explotar la velocidad de Guzmán y Juanlu por las alas y surtir de balones a un Javi Moreno aislado y enojado con Bernabé García: no le pitaba ni una falta a favor en la lucha cuerpo a cuerpo.

Casuco agitó el banquillo con la incorporación de Abel Aguilar y Antoñito. En su primera intervención, el sevillano forzó una falta en el borde del área que supuso la amarilla a Pierini. Momo disparó a la barrera y el balón cayó en los dominios de Yordi, quien ejecutó una chilena blocada por Valle.

Ahora sí, el Córdoba estaba contra las cuerdas. El Xerez le estaba haciendo daño con el juego combinativo entre líneas y muchos futbolistas locales aparecían por zonas de remate. Urgía una solución y Luna Eslava -en contacto con Jémez gracias a la mediación del delegado, Manolo Torralbo- sacrificó a Katxorro para apuntalar la medular con Endika. Tocaba sufrir.

Carlos Calvo remató en posición franca tras un envío de Portela desde la derecha. Lo tenía todo a favor en el punto de penalti, pero se lo puso fácil a David Valle. El meta sí se lució en una zapatazo de Samuel desde 25 metros. Yordi no llegó por poco a un centro de Momo, a Antoñito le faltó una décima de segundo para anticiparse a Valle tras revolverse en la frontal del área pequeña y a Momo le sobró un metro en una rosca desde la frontal. Chapín hervía.

Sólo cabía asirse a una arrancada de Asen o al amor propio de Juanlu. Asen tuvo el 0-1 en el 78', al cazar en carrera un despeje de Porato a tiro de Juanlu. El portero francés reaccionó con rapidez.

Un golpe franco desviado de Samuel precedió al último cambio del Córdoba. El equipo estaba machacado en el plano físico y Pablo Ruiz entró por Rubén. El Córdoba arañó segundos al crono y se dejó el alma. Visto lo visto, el punto supo a miel. Cuando no se puede -o no te dejan- ganar, vale no perder. Y el orgullo es un valor intangible que siempre suma, tanto en el fútbol como en la vida.

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