Las segundas partes ahora no son buenas

Al Córdoba le sienta mal descansar. Y, aunque parezca una paradoja, tampoco le viene bien la saturación. Porque el equipo, que tocó techo en el plano anímico con las dos victorias consecutivas ante sendos rivales cualificados como el Xerez y el Cartagena, no ha puntuado en los dos últimos partidos, concentrados de martes a domingo por la disputa de la primera de las dos jornadas intersemanales -la segunda será a mediados de mayo y deparará la cita en Valladolid-. El conjunto de Lucas Alcaraz ni siquiera empató en Barcelona o frente al Numancia a pesar de alcanzar el intermedio con las espadas en todo lo alto. Lo que antes se antojaba una bendición, encontrar un once tipo, ahora entraña cierta fatiga en los jugadores más utilizados y, con ello, una merma en el rendimiento del colectivo. Justo ahora que toca visitar al Elche (viernes, 21:00, Gol T y Canal Plus Liga), vencedor en cuatro de sus cinco últimos compromisos; y en Albacete, en el precedente, precisamente sentenciando muy al final (minutos 86 y 88) gracias a los goles de Santos y Kike Mateo.

El Córdoba de principios de temporada tuvo que cambiar su estilo, en el umbral del toque, ante el rapapolvo sufrido a manos del Rayo Vallecano, el Celta y el Xerez. Especialmente dolorosa fue la primera derrota de la campaña, ya que el cuadro blanquiverde se marchó a los vestuarios después de 45 minutos primorosos, dejando un halo de euforia en El Arcángel: 2-0. Ni los más pesimistas del lugar auguraban que el Rayo iba a remontar hasta materializar el 2-3 ya en el descuento. Y la cosa no quedó ahí, porque en la segunda vuelta, el 5 de febrero, se repitió la historia: 1-2 en el primer tiempo merced al doblete de Charles y 4-2 tras una segunda parte para olvidar.

Esos dos partidos son los grandes borrones del campeonato. Son los dos encuentros que sintetizan el saldo negativo del Córdoba en el paso de los primeros tiempos a los segundos: -6. En total, el equipo ha dejado escapar esas dos victorias ante el Rayo y otras dos seguidas, en las jornadas 14 y 15, en los derbis en Granada (del 0-1 al 1-1, logrado por Orellana ya en el minuto 89) y con el Recreativo (del 2-1 al 3-3, el mal menor porque el combinado onubense iba por delante a falta de un cuarto de hora).

Los otros puntos que se han escapado más allá del receso corresponden a este año. En Albacete, en el primer encuentro de 2011, tuvo que ser Asen quien decantara la balanza con su solitaria diana en el minuto 76. Los otros disgustos son más recientes, muy recientes: el vendaval del Barcelona Atlètic no cuajó en la primera mitad (0-0) pero sí lo hizo, con creces, en la segunda (4-1); cinco días más tarde, el pasado domingo, el Córdoba no pudo dirigirse a la caseta con ventaja porque el Numancia igualó en el 43', y de nuevo Del Pino cabeceó a la red en el 64'. En El Arenal flotó una sensación de impotencia por parte de un bloque que había comenzado mandando tras los dos pitidos iniciales pero no tuvo capacidad de respuesta cuando recibió el segundo mazazo.

No obstante, hay que decir que el CCF también ha sacado rédito en algunas jornadas después de la tregua ordenada por el árbitro. En tres de ellas rompió el empate que señalaba el luminoso: en el primer triunfo, en Cartagena (Usero, que había inaugurado la cuenta, volvió a batir a Kiko Casilla); en la despedida de 2010, con el Valladolid como víctima (Juanmi Callejón, con la inestimable colaboración de Peña, resolvió ya en el 80' un choque pasado por agua), y en el sometimiento al Salamanca, con tantos postreros de Oriol Riera (75') y Goikoetxea, en propia meta (84'). Asimismo, en Soria fue Tena quien se encargó de arañar un punto en el arranque del segundo acto (48'). A balón parado, por supuesto.

Los reveses padecidos frente al Barça B y el Numancia en una semana intensa siembran dudas en una trayectoria que incluso invitaba a pensar en el play off. El Córdoba tiene ahora dos salidas consecutivas y sus rivales no guardan mal recuerdo de la primera vuelta, ya que ambos pescaron en El Arcángel: el Elche agarró el 0-0 y el Tenerife, con ese mismo marcador al descanso, salvó las tablas gracias a Mikel Alonso (69') y Natalio (84') tras verse contra las cuerdas por el frenético regreso de un equipo que había puesto tierra de por medio a través de Jorge Luque, de penalti (50') y Charles (58'). Aquella tarde, como alguna otra, se hizo larga.