El tenis, como el vino: cuánto más viejos, mejor
Roland Garros 2013 está funcionando según el principio de los buenos vinos: cuánto más viejos, mejor. Un jugador de 35 años en cuartos de final y otros tres de 31 confirman al Abierto de Francia como uno de los torneos de Grand Slam de mayor promedio de edad en los últimos años.
Y el alemán Tommy Haas, el "abuelo" de París, cree saber por qué. "Creo que somos más inteligentes que antes. Cómo entrenamos, qué comemos, cómo nos recuperamos. Por eso cada vez hay más jugadores de treinta y tantos años", dijo el germano de 35 años tras arrasar en octavos al ruso Mijail Youzhny, de 30.
Haas es el ejemplo más extremo, pero en cuartos están también el suizo Roger Federer y los españoles Tommy Robredo y David Ferrer, los tres de 31 años. Y Rafael Nadal, que ayer cumplió 27, tampoco es exactamente un adolescente ya. Como no lo es la estadounidense Serena Williams, gran favorita al título femenino a sus 31 años.
Cuando se supera la barrera de los 30 el tenis se vive de otra manera. Los hoteles de lujo siguen ahí, pero se comparten con la esposa y los hijos, las discotecas de moda son reemplazadas por restaurantes. Haas, que llegó a ser el número dos del mundo en 2002, pero lesiones de hombro y cadera lo maltrataron como a pocos jugadores y que ya es el tercero más veterano en llegar a cuartos de Roland Garros en toda la era profesional. Sólo lo superan Pancho González, con 40 años, e Istvan Gulyas, con 39. Darle "duro al gimnasio" en las semanas en las que no se compite y destinar todo el tiempo que se necesite a "estiramientos y masajes" durante los torneos es una receta que aplican Haas y sus colegas.
"Ya no me recupero del esfuerzo con la facilidad con que lo hacía tres o cinco años atrás", admite Ferrer, que sigue sin embargo corriendo como pocos en el circuito. "En el tenis, como en la vida, no pienso más allá", asegura.
A diferencia de Nadal, Haas y Robredo, Federer no sabe lo que es una lesión seria. Una de las características de la carrera del suizo es la regularidad, por eso es que pudo enlazar 36 cuartos de final consecutivos de Grand Slam.
Pero no siempre el tenis funcionó como los buenos vinos. El sueco Bjorn Borg se retiró a los 26 años tras conquistar seis Roland Garros y cinco Wimbledon.
También te puede interesar