El Unicaja Málaga se apunta en Córdoba la Copa de Andalucía ante el Covirán Granada

Baloncesto

El conjunto de Ibon Navarro consigue un ajustado triunfo ante los de Pablo Pin, que apretaron hasta el final

Los granadinos, de menos a más, estuvieron cerca de mandar el partido al tiempo extra, pero Clavell no atinó con el triple decisivo

Antonio de Torres: "En Córdoba se va a lo gratis y hay que apoyar siempre"

Lance del partido entre el Unicaja y el Covirán Granada.
Lance del partido entre el Unicaja y el Covirán Granada. / Juan Ayala

Córdoba/El Unicaja Málaga conquistó su decimoséptimo título de la Copa de Andalucía en Córdoba. Los de Ibon Navarro vencieron en una final trepidante a un Covirán Granada que fue de menos a más y que tuvo en las manos de Clavell la prórroga. Sin embargo, el tiro del escolta puertorriqueño no entró y la alegría fue para los malagueños, que siguen sumando éxitos antes de pensar en la Intercontinal y la Supercopa.

Con Vista Alegre prácticamente lleno, dos equipos de ACB, el Unicaja Málaga y el Covirán Granada, que contaban ambos con sus aficionados también en las gradas del coliseo de Ciudad Jardín, buscaban el entorchado de la Copa de Andalucía, donde los malagueños son los reyes. Córdoba disfrutaba de un partido de alto voltaje que tampoco se perdió un Antonio Conde que fue el árbitro principal de la contienda. De París y los Juegos Olímpicos a casa para el colegiado cordobés. Ibon Navarro arrancó la cita con Perry, Kalinoski, Barreiro, Osetkowski y Sima, mientras que Pablo Pin lo hizo con Sergi García, Bamforth, Vicedo, Valtonen y Guerrero.

En busca de agradar a un público que tiraba de abanicos para que la calor hiciese menos mella, el Unicaja fue el que arrancó con más ímpetu a pista. En apenas un par de minutos, los malagueños, con un triple de Osetkowski, se fueron seis arriba en el marcador (2-8). Con dominio en el rebote y saliendo rápido a la contra, los de Ibon Navarro demostraban tener una marcha más que un Covirán Granada que no encontraba su juego.

Pablo Pin dialoga con Antonio Conde.
Pablo Pin dialoga con Antonio Conde. / Juan Ayala

En el primer cuarto, el Unicaja mandó de principio a fin. Todo ello pese a que Pablo Pin intentó cortar el nivel de juego de los malacitanos con un tiempo de muerto para ajustar las piezas de su equipo. No lo consiguió porque los de Ibon Navarro siguieron demostrando un buen nivel de cara al aro rival. La ventaja de los malagueños se fue hasta los diez puntos, con los que se cerraron los primeros diez minutos del pleito (15-25).

Quedaba mucho todavía de partido y el Covirán Granada dio un giro en el segundo cuarto. Los de Pablo Pin, que llegaron a estar 13 puntos abajo (20-33), se metió en el partido gracias a un parcial 11-0. Ni un tiempo muerto de Ibon Navarro impidió que los granadinos se pusiesen a tiro gracias a un triple de Vicedo (31-33). De este modo, los nazaríes empezaban a crecer en su juego desde atrás. Sin embargo, el Unicaja despertó a base de los triples anotados por Perry y Kalinoski, que llevaron la renta de nuevo a los 12 puntos (37-49). Una antideportiva de Tyson Carter hizo que el electrónico se ajustase antes del paso por vestuarios (41-49).

Tras el receso, el Covirán Granada se puso a cinco con un triple de Clavell (47-52). Sin embargo, el Unicaja supo mantener el control del partido. Kravish, que previamente hizo una antideportiva, aumentó la renta malagueña hasta los 12 puntos de nuevo (49-61). A pesar de contar con las bajas de Alberto Díaz, Melvin Ejim y Nihan Djedovic, los malacitanos estuvieron por encima de un cuadro nazarí que no quería irse del partido. Ibon Navarro pidió tiempo tras ver como la renta bajaba de los diez puntos (53-61).

Lance del partido entre Covirán Granada y Unicaja Málaga en Vista Alegre.
Lance del partido entre Covirán Granada y Unicaja Málaga en Vista Alegre. / Juan Ayala

El partido avanzaba y el Unicaja no se despegaba de un Covirán Granada batallador. Los granadinos siguieron a lo suyo y estaban muy metidos en el encuentro. Pablo Pin pidió tiempo muerto tras una canasta de Tillie (61-68). Con esos siete puntos de desventaja arrancó el cuadro nazarí el último cuarto, el de la verdad. Córdoba disfrutaba del espectáculo que ofrecían dos equipos de la máxima categoría. Tocaba poner la guinda al envite.

En los últimos diez minutos, el Covirán Granada, con un triple de Noua, se puso a tiro de dos puntos (66-68). El duelo estaba más que abierto gracias a un parcial 5-0 de inicio de cuarto. Los nazaríes subieron líneas ante un Unicaja con más altibajos que al comienzo del pleito. Fue Kravish el que desatascó el juego malacitano con un triple (66-71). Sin embargo, el choque llegó al momento clave con cuadro de Pablo Pin más certero (69-71).

El cansancio empezó a hacer mella en el Unicaja. El Covirán empezó a creer y Bamforth tuvo la oportunidad de poner a su equipo por delante, pero no acertó en su tiro exterior. Los nazaríes estaban a tiro de los de Ibon Navarro (70-71). La emoción era total y el partido se iba a decidir en los últimos minutos. Los errores se multiplicaron en un choque que se acabó apuntando el Unicaja Málaga (77-80).

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