¿Quién se va a traumatizar?
el broche de plata
Sólo uno de los diez primeros de la tabla, el Depor, consiguió saldar la jornada con victoria · La zona baja se alborotará con una trepidante jornada para cerrar el año


Más de la mitad de los partidos concluyen con un empate, los pequeños detalles cobran gigantesca trascendencia y los candidatos se afanan por conseguir un despegue que nunca termina de producirse. Todo sigue igual en Segunda, la categoría en la que cualquier cosa puede pasar si uno no anda listo. Al Córdoba se le quedó mal cuerpo en el Nou Estadi porque no ganó el partido y esperaba hacerlo. Pudo, de hecho. No hizo un partidazo, pero sí expuso lo suficiente como para optar a la victoria. Y se quedó en la opción, claro, porque su apuesta no resultó totalmente convincente. Le faltaron acierto y "valentía", según reconoció al final del evento Paco Jémez, que rompió su costumbre para hablar, en duros términos, del papel del lorquino José María Sánchez en el arbitraje.
También le faltó al colegiado un criterio más ecuánime a la hora de poner el rasero a las faltas -se vieron escenas brutales sin castigo-, al igual que le faltó un poco de temple a Charles para reprimirse en la acción que provocó su expulsión en el minuto 75'. El brasileño, al que habían cosido a patadas durante toda la velada, cruzó el umbral de la paciencia después de ver cómo un pisotón del local Seoane a su compañero Cerra -que sufrió una aparatosa brecha en la pierna- se quedaba sin sanción. El delantero se fue a los vestuarios y al Córdoba se le alborotaron todos los planes. No había podido resolver antes, unas veces por mala fortuna -un tiro al palo de López Silva- y otras por candidez -un mano a mano mal resuelto de Javi Hervás-, pero el duelo se encaminaba hacia un escenario ideal para los cordobesistas. Paco Jémez ya había metido en la cancha a Juan Quero, el agitador habitual, para sacar partido de un Nàstic agobiado por la situación clasificatoria, física y moralmente desgastado y con la previsible hostilidad de sus aficionados. El Córdoba iba a dar el tiro de gracia, pero se disparó en el pie. Con uno menos, tuvo que recular ante la explosión de esperanza de un Nástic que atacó y que se topó con la figura de Alberto Aguilar. El meta blanquiverde evitó el peor de los desenlaces. Un punto más. ¿Alguien se va a traumatizar por esto? El Córdoba sumó exactamente el mismo botín que nueve de los diez equipos situados en la primera mitad de la tabla.
el peso de riazor
No hay equipo que más goles marque (20) ni que más partidos gane en casa (7) que el Depor. Esta semana doblegó al Numancia (3-1) y fue el único de los diez primeros que venció. No lo tuvo fácil. Con 2-1, los sorianos fallaron un penalti. Luego, a falta de cuatro, sentenció Juan Domínguez. Riazor es el mejor estimulante para un Deportivo que ya está a un punto del ascenso directo.
el recre y los ex
Al próximo adversario del Córdoba, el Recreativo, no le sienta nada bien encontrarse con alguno de sus ex en el banquillo. Esta semana llegaba al Colombino Quique Hernández, que vivió momentos de bonanza en su época al frente de los blanquiazules. El levantino, ahora a los mandos de un agobiado Huesca, sacó un punto a última hora con un gol de Tariq, que neutralizó el que poco antes había firmado, después de mucho trabajo de pico y pala, el talentoso canterano Fidel. Ese mal rato se suma a los que proporcionaron al Recre en el presente curso otros ex como Lucas Alcaraz (ganó 0-1 con el Almería) o Paco Herrera (1-2 con el Celta). En enero visitará el Colombino el Girona de otro ex técnico, Raúl Agné. Vaya tela.
llamas en el sótano
La última jornada liguera de 2011 tiene miga. Girona-Nàstic, Xerez Deportivo-Cartagena y Huesca-Villarreal B. Tres enfrentamientos directos entre los seis últimos clasificados. Alguno puede salir muy mal parado en las vísperas de las fiestas navideñas.
No hay comentarios