Aciturri firma la compra de Alestis y aspira a facturar 1.000 millones en cuatro años

"Alestis y Aciturri ya son de la misma familia". Con estas palabras ha presentado el CEO de Aciturri, Ginés Clemente, la unión de las dos compañías, que hoy martes, tras dos largos años de negociaciones y con el asesoramiento jurídico de Garrigues entre otros, se ha rubricado ante notario en Sevilla. Clemente se propuso como objetivo llegar a los 1.000 millones de facturación en cuatro años. Actualmente, las dos compañías juntas generan un negocio de casi 600 millones cada una, repartidos a partes casi iguales.

Mediante esta operación, ya oficial tras pasar todos los permisos pertinentes, Aciturri toma el 62% que tenía Airbus en la empresa y el 14% de Unicaja, con lo que se convierte en accionista mayoritario con el 76%. El resto de los títulos, el 24%, lo mantendrá la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que ha decidido mantener su participación en Alestis por razones estratégicas.

La primera medida, inmediata tras el cambio accionarial, es la inyección de 80 millones de euros en la empresa, 51,9 de forma directa y el resto a través de una ampliación de capital proporcional al peso de los dos accionistas: 21,3 millones en el caso de Aciturri y 6,7 en el de la SEPI, aportación que ya fue aprobada hace unos meses por el Consejo de Ministros.

Esta inyección está muy ligada a una fecha: 2022. En esa fecha, Alestis debe haber devuelto 170 millones de deuda en un plazo que comenzaría un año antes, en 2021, según el acuerdo al que llegó con los acreedores para salir del proceso concursal (la deuda total es de 284 millones). "Somos conscientes de esta situación y por eso hemos ampliado el capital -afirmó Clemente-, pero también hará falta generación de caja".

Esa es la madre del cordero y el reto al que se enfrenta Alestis, que mientras tenga esa espada de Damocles de la devolución de la deuda tendrá estructura jurídica propia, con consejo de administración incluido. "Durante tres o cuatro años, ambas firmas caminarán juntas, en paralelo, aunque la realidad es que se trata de un proyecto común", dice Clemente, que prevé que en unos años, cuando concluya la devolución de esos 170 millones, ambas compañías se unan también en lo jurídico.

De momento Alestis necesita "generación de recursos" y eso es lo mismo que carga de trabajo. Por eso, Clemente emplazó a Airbus a "no dejar de tener un compromiso con este proyecto". "Tenemos que reconocer que hay un problema: hay falta de trabajo, incluso en la propia Airbus, y estamos pasando por un periodo de turbulencias. Pero Alestis tiene capacidad ahora mismo para asumir una carga de 80, 90 o 100 millones más de facturación y esa carga la tenemos que buscar. A la primera puerta que llamamos es a la de nuestra madre, Airbus, y creo que sí puede contará con nosotros".

De hecho, Clemente reveló que existe un acuerdo para que Airbus garantice un porcentaje del volumen de facturación de Aciturri, pero siempre que se den las circunstancias apropiadas. Airbus, por boca de Manuel Huertas, presidente de Airbus Operations, recogió el guante y asumió que seguirá apoyando a la cadena de suministro, aunque también advirtió de la necesidad de Aciturri y Alestis busquen "mercados alternativos" ante los periodos de crisis.

En cuanto al empleo, Clemente diferenció entre el largo y el corto plazo. Respecto a lo primero, aseguró la vocación de generación de empleo estable de Aciturri. "Si queremos llegar a los 1.000 millones de facturación, eso debe generar más trabajo", dijo. Pero en el corto, admitió la posibilidad de algún ajuste. "Tenemos que verlo. No tomaremos decisiones sin ver, aunque lo que hemos visto nos ha gustado". Eso sí, la firma lo fía todo a la generación de recursos, a la productividad.