Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
Bilbao/El BBVA espera que el impacto de la guerra en Ucrania no borre completamente la recuperación de la economía, aunque tiene claro que el crecimiento se reducirá y la inflación subirá por la incertidumbre que provoca el conflicto, que también marca el inicio de “un nuevo orden mundial”.
Así lo explicó este viernes el presidente de la entidad, Carlos Torres Vila, en la junta de accionistas en Bilbao, en la que se aprobaron todos los puntos del orden del día, entre ellos su renovación y la del consejero delegado, Onur Genç, en sus cargos de consejeros ejecutivos durante otros tres años.
Torres también insistió en que Europa debe acelerar su transición económica hacia las energías renovables para lograr la independencia energética.
De ese modo se podrá poner fin “cuanto antes” a la “enorme tragedia humana” que supone el conflicto bélico y que la entidad observa “impotente, con enorme tristeza e inquietud”.
“Todos tenemos que ayudar a paliar esta emergencia humanitaria”, señaló Torres en declaraciones a la prensa antes de entrar en el Palacio Euskalduna, donde tuvo lugar la junta.
Onur Genç también aseguró que la descarbonización es “uno de los mayores retos” que afronta la humanidad, y un “riesgo importante”, pero también es “una gran oportunidad de negocio”.
El turno de intervención de los accionistas estuvo marcado este año por las protestas de los representantes de los trabajadores por lo que califican de “innecesario e injustificado” ERE realizado en el banco, que ha supuesto la salida de miles de empleados, el traslado forzoso de muchos otros y que según ellos ha elevado la presión comercial que sufren los que quedan, han explicado.
Ha mermado también la calidad de la atención a la clientela, según esta fuente, en medio de una digitalización que consideran demasiado acelerada.
Torres Vila agradeció a la plantilla su esfuerzo y compromiso en un año complejo y muy difícil para todos, pero defendió que el ERE era “muy necesario” para asegurar la viabilidad futura del banco en un momento de digitalización acelerada, que se suma al impacto en ingresos de los bajos tipos de interés.
En cuanto a la atención a los mayores, insistió en que las oficinas siguen teniendo un papel “fundamental”, adelantó que ahora mismo no prevé cerrar más sucursales y recordó la ampliación del horario de caja en las oficinas más frecuentadas del banco para atender mejor a la clientela.
Sobre el caso Cenyt, recurrente en todas las juntas, el presidente recordó que sigue sometido a investigación judicial y que la prioridad, fijada por el consejo del banco, es la plena colaboración con la Justicia en la investigación de los hechos.
En cualquier caso, añadió, la Justicia tiene sus propios plazos y hay que dejarla trabajar, por lo que hay que “esperar y no hacer juicios paralelos”.
Los accionistas del banco dieron el visto bueno a las cuentas de 2021, al reparto en abril de un dividendo en efectivo de 23 céntimos por título, y a la reducción de hasta un 10% del capital social como parte de la estrategia de recompra de acciones.
Autorizaron también el nombramiento como consejera de la ex comisaria europea de Acción por el Clima y exministra del ramo en Dinamarca, Connie Hedegaard, lo que elevará a seis el número de mujeres del consejo, compuesto por 15 miembros.
La nueva consejera sustituirá a Sunir Kapoor que, tras seis años como consejero independiente, está previsto que siga colaborando con el banco en ámbitos relacionados con la tecnología y la innovación.
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