Banca privada de BBVA en España: "En 2024 la renta fija estará por encima de la variable"

La entidad presenta las previsiones económicas y de mercados para 2024, un año de cambio de ciclo en inflación y tipos de interés

Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, en una imagen de archivo

23 de enero 2024 - 10:23

Banca Privada de BBVA en España ha presentado este jueves sus previsiones económicas y de mercados para 2024, un año en el que se constata un cambio de ciclo en la inflación y los tipos de interés y en el que también, por primera vez en muchos años, la renta fija estará por delante de la renta variable, si se tiene en cuenta el binomio rentabilidad-riesgo.

Los expertos de BBVA explican que, además, será posible batir a la inflación sin tener que asumir mucho riesgo, incluso con las inversiones más conservadoras, siempre y cuando la inflación se mantenga en unos niveles razonables. La renta variable también tendrá un buen comportamiento en 2024. De hecho, la rentabilidad será mayor que la de la renta fija, aunque con un mayor riesgo.

El responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech, ha destacado que en términos macroeconómicos, la economía mundial volverá a crecer en el entorno del 3% en 2024. No obstante, ha destacado que desde el segundo semestre de 2023 se percibe una cierta desaceleración en economías avanzadas como es el caso de China o Estados Unidos. De hecho, para 2024, el servicio de estudios vaticina un crecimiento del 4,4% y del 1,5%, respectivamente, que se verá compensado por una ligera mejoría de la eurozona y el mayor crecimiento de otras economías emergentes.

En este sentido, el director de Estrategia Global en BBVA Asset Management & Global Wealth, Joaquín García Huerga, ha subrayado que habrá que acostumbrarse en el largo plazo a un “crecimiento tibio” de estas economías, ya que la demografía va a determinar que la población en edad de trabajar sea menor en muchos países desarrollados e incluso en algunos emergentes. Además, llevamos años asistiendo a escasas ganancias de productividad en la mayoría de las economías. Aunque es probable que el uso de la Inteligencia Artificial sea capaz de incrementar dicha productividad y mejorar por tanto el crecimiento económico. Garcia Huerga ha señalado que la velocidad de crucero en el largo plazo de la economía de Estados Unidos es del 2% y de la Eurozona, un 1%.

La economista Jefe de Análisis Económico y Financiero en BBVA Research, Sonsoles Castillo, ha destacado que la inflación ha evolucionado favorablemente en 2023, tras reducirse en Estados Unidos y Europa entre tres y cuatro puntos porcentuales. La experta ha afirmado que se trata de una noticia positiva, pero todavía alejada del objetivo del 2% de los bancos centrales. Para 2024 es previsible que este proceso de reducción continúe, aunque la convergencia al 2% puede llevar un tiempo. Sonsoles Castillo ha recalcado que habrá que estar atentos a posibles nuevos choques de ofertas, con la reaparición de cuellos de botella; también la evolución de los salarios y a la retirada de las medidas fiscales.

Asimismo, el responsable de Análisis y Estrategia de Banca Privada de BBVA, Álvaro Manteca, ha añadido que en los próximos años es probable que haya que convivir con un régimen de inflación más alto que el de décadas pasadas, en parte por la tensión del mercado laboral y los efectos físicos del cambio climático, que presionan al alza el precio de algunas materias primas agrícolas.

Sobre los tipos de interés, Sonsoles Castillo ha explicado que han alcanzado su máximo en este ciclo, por lo que es muy probable que en este año se vean bajadas. No obstante, el inicio, el ritmo y la cuantía de las bajadas dependerá de los datos. BBVA Research estima que los bancos centrales serán cautos, así los recortes de tipos podrían producir hacia mayo/junio y el ritmo de bajadas será gradual, frente a unas expectativas de los mercados más agresivas.

Cambio en la política fiscal y riesgos para 2024

El responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA, Roberto Hernanz, ha señalado que la política fiscal expansiva que se ha dado en los últimos años, desde la irrupción del Covid, ha generado una inconsistencia con la política monetaria. Esta política fiscal ha contribuido a mitigar el impacto de la crisis, pero también ha llevado a niveles de endeudamiento muy elevados a los países durante los últimos años.

Por este motivo, superada la crisis y ante una inflación que sigue estando por encima del objetivo de los bancos centrales, es el momento de volver a la estabilidad presupuestaria y asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo, ha explicado Hernánz. En esta línea, Rafael Doménech también ha recordado que las nuevas reglas fiscales propuestas por la Comisión Europea ayudarán a una reducción gradual de los déficits públicos. Sin embargo, en países como en EE.UU. (con un déficit fiscal cercano al 8% en 2023 con una tasa de desempleo en mínimos) el ajuste fiscal será más complicado, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en un año electoral.

Por otro lado, Rafael Doménech ha explicado los principales riesgos económicos de cara a 2024. El más evidente es el de la inflación, “que aún no ha recorrido la última milla hasta alcanzar niveles consistentes con los objetivos de los bancos centrales”. Paralelamente, aunque los tipos de interés empiecen a bajar en 2024, todavía seguirán siendo elevados y es importante ver cómo se comportan aquellas economías, sectores o empresas más endeudadas. Y por último, habrá que tener en cuenta la desaceleración de la economía china en sectores específicos como el inmobiliario.

Sonsoles Castillo, ha añadido que junto a los riesgos macroeconómicos, las tensiones geopolíticas seguirán estando presentes. A esto se le suma que el 2024 será una año de muchas elecciones como la de Estados Unidos, el Parlamento Europeo y en otros muchos países con derivadas geopolíticas como Rusia, Turquía o la ya celebradas en Taiwán, lo que constituye un evento geopolítico de primer orden por su efecto en las relaciones entre China y Estados Unidos.

Roberto Hernánz ha subrayado que el 2024 será el año de la renta fija, pero la renta variable también tendrá un buen comportamiento gracias a este escenario de bajo crecimiento, pero sin recesión. Permitirá que se obtengan rentabilidades superiores a las de la renta fija, aunque sea asumiendo un mayor riesgo. En cuanto a regiones, Roberto Hernánz aboga por bolsas como las europeas, japonesas o chinas, en detrimento de la estadounidense. En Europa, las valoraciones bursátiles no reflejan el escenario de aterrizaje económico suave y cotizan actualmente con un PER inferior al de su media histórica, ha explicado. Por el lado sectorial, la estrategia pasa por una buena diversificación, pues lo más probable es que los sectores vayan alternándose en los avances, aunque el año debería ser más positivo para las compañías que todavía se benefician del entorno alto de tipos, como las financieras/aseguradoras y sin perder de vista a las tendencias de inversión de más largo plazo.

Como contraposición, el responsable de Estrategia de Banca Privada de BBVA en España, Álvaro Manteca, ha asegurado que la renta fija se perfila como el activo ganador de 2024 sobre una base ajustada por riesgo. En los próximos meses, se espera una modesta caída en los rendimientos de los bonos, a medida que se enfrían las economías y la inflación regresa a sus objetivos de largo plazo.

Esto implica que los precios de la deuda tendrán previsiblemente un impulso positivo en 2024. Por otra parte, Álvaro Manteca ha explicado que aunque se mantuvieran las rentabilidades actuales de los bonos, éstas ya son lo suficientemente altas como para ofrecer un atractivo rendimiento al inversor. Dentro de la renta fija, los expertos de BBVA apuestan por el crédito corporativo emitido por empresas de elevada calidad, que está más protegido que el emitido por empresas con peor calidad crediticia ante la moderación que esperamos en el crecimiento económico.

Además, la directora de Asesoramiento y Altos Patrimonios de Banca Privada de BBVA en España, Belén García-Moya también apuesta por la inversión en mercados privados, es decir en compañías que no cotizan en Bolsa. Los activos ilíquidos como el private equity, la deuda privada, infraestructuras o el real estate están ganando cada vez más protagonismo en las carteras de los inversores, sobre todo porque son elementos diversificadores y que por la tipología del producto, ofrecen una elevada rentabilidad a largo plazo.

Megatendencias

Por último, Belén García-Moya, ha dado a conocer las cuatro megatendencias en las que el banco ha puesto el foco para este 2024. El primero de todos es la disrupción tecnológica, con temáticas como la inteligencia artificial, la robótica o la ciberseguridad. En segundo lugar se encuentra el reto del cambio demográfico: las tecnologías ligadas a la telemedicina y todo lo que se refiere a tratamientos y cuidado de la tercera edad, tendrán una mayor importancia en los próximos años.

Por otro lado está el cambio en el consumo y el estilo de vida. Se ha pasado de consumo de objetos materiales a experiencias vitales. En este sentido, la educación tecnológica, el comercio electrónico o el entretenimiento digital, serán también sectores a tener en cuenta. Por último, la sostenibilidad seguirá jugando un papel fundamental. Ahora, más que nunca, los inversores están interesados en saber cómo la inversión responsable impacta de manera positiva en el mundo real y en la sociedad.

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