Javier Molina, CEO de Befesa, en la sede de la compañía en Sevilla.
Javier Molina, CEO de Befesa, en la sede de la compañía en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz
Alberto Grimaldi

24 de febrero 2022 - 07:45

Sevilla/Befesa, la antigua filial de Abengoa que dirige el sevillano Javier Molina, se afianza en 2021como líder mundial de su sector –el reciclaje industrial– sólo cuatro años después de volver a la Bolsa, aunque ahora no en el mercado español, sino en el alemán.

El ejercicio de 2021, cuyos resultados fueron comunicados a las 7:30 de esta mañana al regulador alemán –la Autoridad Federal de Supervisión Financiera (BaFin)–, ha supuesto la culminación de ese liderazgo gracias a una trayectoria de crecimiento global iniciada tras el regreso a los mercados en noviembre de 2017.

En estos algo más de cuatro años, Befesa, que ya era líder en Europa, se ha expandido a Turquía, China, en ambos casos con crecimiento orgánico, y Estados Unidos, gracias a la compra a mediados de año de AZR, hoy Befesa Zinc US.

Este crecimiento ha permitido que, en 2021, Befesa haya obtenido unos resultados récord: la cifra de negocio creció un 36% hasta alcanzar los 821,6 millones de euros respecto a los 604,3 millones de 2020, lo que permitió fijar la marca de un Ebitda de 197,6 millones de euros, un 55,6% más que hace un año, cuando declaró 127 millones de euros.

Con esas cifras, y en un sólo año, Befesa prácticamente ha duplicado con creces el beneficio neto del ejercicio anterior, que pasa de los 47,6 millones de 2020 (un ejercicio afectado por la pandemia) a los 99,7 millones de euros de 2021, un 109,5% más. Respecto al último ejercicio previo al Covid-19 supone un 24% más que los 159,6 millones de euros obtenidos en 2019.

Javier Molina, en conversación con este diario, no oculta su satisfacción por el balance obtenido, no sólo el año pasado, sino en el cuatrienio que cumplió al cierre de ese ejercicio como cotizada.

Ciertamente, Molina destaca que cuando en noviembre de 2017 salió a Bolsa en Fráncfort, la capitalización de Befesa era de unos 950 millones de euros. Al cierre de este jueves, supera los 2.430 millones, después de subir sus títulos a 60,70 euros (+0,33%), en una jornada de caídas generalizadas en los mercados por la invasión de Ucrania. Hace sólo una semana, con los títulos por encima de los 65 euros, su valor rebasaba los 2.700 millones. Y actualmente no está en máximos, ya que los títulos de la compañía han llegado a superar los 71 euros por acción.

Esta multiplicación del valor se produce en un escenario de fuerte rentabilidad para el accionista, con un beneficio por acción (BPA) de 2,68 euros. Por ello, su propuesta a los partícipes es aprobar un dividendo en 2022 de 50 millones de euros (1,25 euros por acción), equivalente al 50% del beneficio neto. En 2021, la compañía repartió un dividendo total de 47 millones de euros (1,17 euros por acción).

“Esta propuesta cumple nuestro compromiso de tener un pay out de entre el 40% y el 50% del beneficio de la compañía”, resalta Molina.

El CEO de la compañía reconoce que 2021 es un año clave en el proceso iniciado con la salida a Bolsa hace cuatro años y tres meses. “Primero, porque ha consolidado el crecimiento internacional de la compañía, con las nuevas plantas de China y la entrada al mercado estadounidense”, afirma Molina, que añade, en segundo lugar, “deja a la compañía en disposición de seguir creciendo a doble dígito”.

Javier Molina, CEO de Befesa

"La compañía puede seguir creciendo a doble dígito y facturar mil millones en 2022"

Y es que el CEO no oculta que su objetivo es que en 2022 las ventas alcancen los mil millones de euros, algo que será posible porque proseguirá el proceso de mejorar la rentabilidad de las plantas compradas en EEUU –algo que ya ha ocurrido en el segundo semestre de 2021– y se pondrá en funcionamiento la segunda planta que se ha construido en China, que está empezando el periodo de pruebas y deberá estar operativa en la segunda mitad de 2022.

En este cuatrienio, Triton Partners, el fondo que compró Befesa a Abengoa en 2013 por 1.075 millones, ha salido completamente de la compañía. En la colocación en Bolsa vendió aproximadamente la mitad del capital que tenía y el resto la fue colocando hasta que en junio de 2019 vendió la participación que le quedaba.

“Para Triton, Befesa ha sido un gran negocio, y para la compañía ha sido una operación que nos ha permitido no sólo ser número uno mundial, sino también el líder global de reciclaje de acero y aluminio”, resume Molina.

La compañía tiene ahora un 100% de free float en su accionariado, algo que el CEO considera que no ha sido ningún problema. Más de un 27% del capital tiene origen alemán, un 20% es español, un 10 de Reino Unido y otro tanto de EEUU.

En la ampliación de capital realizada en 2021 para acometer la compra de AZR, dos inversores españoles apostaron claramente por el crecimiento de Befesa, la familia malagueña Domínguez, dueños de Mayoral, y Corporación Financiera Alba, el instrumento inversos de la familia March. “ambos tienen vocación de permanencia”, resalta Molina.

La aseguradora alemana Allianz es también un accionista de referencia, con más del 10% de los títulos, aunque su apuesta es financiera dada la buena evolución de la compañía y de su valor.

Centrada en su negocio mientras haya posibilidad de aumentarlo en mercados como China

Befesa es líder mundial en reciclaje de residuos peligrosos para las industrias del acero y aluminio que desempeña un papel vital en la economía circular. Su CEO, Javier Molina no se plantea, por el momento, ampliar la base de los negocios de la compañía.

“Mientras tengamos capacidad de crecer, no preveo actividades distintas”, enfatiza. Y esa capacidad existe precisamente porque caben más plantas en China, donde se produce el 50% el acero mundial, “pero ahora sólo el 10% es de procedencia de chatarra”. Además, el reciclaje del aluminio también llegará a China. Aunque no esté previsto diversificar a corto plazo, Molina admite que “existen oportunidades” y que por eso tiene equipos de i+D trabajando en nuevos negocios para el medio plazo.

La culminación este año 2022 de la expansión en China de Befesa, tras invertir en la construcción de dos plantas de reciclaje, no supone, a juicio de Javier Molina, que se agote la capacidad de la compañía de seguir creciendo en ese mercado.

“Creemos que hay todavía margen de crecimiento en China, donde ya trabajamos en un tercer proyecto de construcción de una planta”, concreta el CEO de Befesa, quien apostilla: “Y seguramente no será la última”. China está apostando con fuerza por el reciclaje y la economía circular. También en Estados Unidos Molina ve capacidad de crecimiento para la compañía, donde se espera una mejora de la eficiencia y la rentabilidad de las plantas adquiridas a AZR, tras aplicar los procesos de Befesa.

stats