Expertos alertan de los desincentivos para dejar el paro y buscar trabajo
Alejandro Cardenete señala como un error que se eleve 660 euros la ayuda para quien no tiene prestación y coincide con Felisa Becerra en que el impacto de la sequía está siendo mayor en Andalucía que en el conjunto de España
Sevilla/Pese a que España y Andalucía tiene una de las tasa más altas de paro de la Unión Europea, la actual política económica está desincentivando con ayudas públicas que personas que llevan muchos años en el desempleo traten de salir de esa situación. Así se puso de manifiesto ayer en un el coloquio Economía andaluza: situación actual y perspectivas de futuro, organizado por la Fundación Unicaja y la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía.
En el coloquio, celebrado en el Centro Fundación Unicaja de Sevilla, el catedrático de Economía de la Universidad Loyola y de la Universidad Pablo Olavide (en excedencia) y visiting research professor de la Universidad de Georgetown, Alejando Cardenete, y la integrante del panel técnico de Analistas Económicos de Andalucía Felisa Becerra coincidieron en señalar la alta tasa de paro como uno de los problemas principales de la economía, tanto nacional como autonómica, toda vez que supera el 12% en España y se acerca al 18% en el caso de la región.
Cardenete, además, alertó de que es preocupante que ese nivel de desempleo sea ya “la tasa de paro natural”, esto es “el pleno empleo” que es posible en nuestro país y que dista bastante de otros países de la UE en los que ese indicador está en el 4% o el 6%, caso de Portugal, dijo.
El catedrático afirmó que le “preocupa esa tasa de paro”, porque considera que “de ahí no va a bajar”. Y argumentó que si es así es porque hay una serie de factores, algunos de ellos fomentados por la política económica actual, que no facilitan dejar la situación de desempleado para buscar trabajo.
“En España tenemos el full equip de las causas para que el paro no se reduzca”, dijo. Y citó en concreto un Salario Mínimo Interprofesional alto, “y hoy mismo [por ayer] se está negociando para volver a subirlo”, hay poca cultura para la movilidad laboral porque hay “mucha protección social y familiar”, que además se acrecienta por la cultura de la propiedad que existe y que hace que poseer una casa dificulte aún más aceptar un trabajo fuera del entorno habitual.
Especialmente crítico fue con medidas como elevar la cuantía de la ayuda que reciben los parados que ya no tienen derecho a recibir la prestación de desempleo y que ha motivado la primera bronca en el seno del nuevo Gobierno entre Asuntos Económicos (PSOE) y Trabajo (Sumar). “Si ese subsidio se eleva de 480 a 660 euros, por cuánto salario va a estar dispuesto un perceptor a aceptar un trabajo y darse de alta: 700, 800 o 1.000 euros”, se preguntó ante el auditorio. Cardenete reiteró que esta política desincentivadora ha sido criticada tanto por la OCDE como por la Comisión Europea.
Otro tema en el que coincidieron Becerra y Cardenete que esta lastrando el crecimiento de la economía andaluza es los efectos de la sequía en un sector tan importante para el PIB regional como la agricultura.
Ambos expertos señalaron que la sequía extrema está teniendo un fuente impacto económico y que ello obliga a las administraciones a hacer una política más eficiente de la gestión del agua y de las infraestructuras hidráulicas e incluso a repensar los usos agrícolas dado que en Andalucía. “Hay un agricultura muy intensiva en agua cuando es una región seca”, dijo Cardenete.
Estos economistas pusieron de relieve en el coloquio que en Andalucía está siendo mayor el impacto de la sequía que en el conjunto de España, ya que el peso del sector primario unido al de la industria agroalimentaria y la distribución se acerca al 15% cuando en el cómputo nacionales casi la mitad.
Becerra señaló además que el impacto se ha notado en el mercado de trabajo, dado que la sequía ha supuesto una menor creación de empleo al caer con fuerza el trabajo que proporciona el agrario por el recorte de las producciones agrarias debido a la falta de agua.
Cardenete, además de criticar cultivos intensivos que requieran más agua de la que Andalucía dispone, alertó sobre las deficiencias en la gestión del agua, ya que “hay pantanos sin conducciones y otros con conducciones que pierden mucha agua “. Comparó la situación con la de Israel, porque es “un país extremadamente seco, donde el agua tiene un precio y cada gota vale su precio en oro” mientras que “aquí el agua no tiene precio. Por eso concluyó que los israelíes maximizan el ahorro al usar el agua, algo que opinó que no se hace en Andalucía. Becerra dijo al respecto que, en los últimos años las administraciones “se han volcado en inversiones en infraestructuras del transporte y se han olvidado de las hídricas”. Cardenete también enfatizó que el 70% del control de los recursos hídricos está en manos del Estado, lo que resta capacidad a la Junta para actuar y por ello aseguró que hay una “pugna” entre el Gobierno central y el autonómico por las competencias para ejecutar infraestructuras hídricas.
Previamente al coloquio con los dos economistas, el director general de la Fundación Bancaria Unicaja, Sergio Corral, y el presidente de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía, Antonio Pascual, inauguraron la sesión con sendas intervenciones en la que dibujaron el contexto económico creado por la concatenación de crisis creadas por la pandemia, la rotura de las cadenas de suministros y las guerras de Ucrania y Gaza.
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