Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
Sevilla/La multinacional sevillana de ingeniería Ghenova cerró el ejercicio de 2020 con una cifra de negocio de 26 millones de euros, lo que supone una caída de apenas el 5% respecto a los 27 millones de ventas que tuvo en 2019 y por encima de los 24 millones de euros que facturó en 2018, los dos años consecutivos en los que habían fijado récords en sus resultados.
Pese a que la caída del negocio es baja, teniendo en cuenta las dificultades que la pandemia han generado a Ghenova como a la totalidad del tejido empresarial, el Ebitda de 2020 ha sido negativo, aunque de una cifra pequeña: 60.000 euros, según confirmó su CEO, Francisco Cuervas.
“La diversificación de nuestros negocios es lo que ha permitido mantener un nivel alto de ventas en 2020”, explica Cuervas, “pese a las consecuencias que el Covid-19 ha tenido para nuestra compañía”.
La cartera de contratación se cerró también con cifras positivas, al llegar a los 29,7 millones de euros.
El también copropietario de la compañía, junto con sus socios Carlos Alejo y Raúl Arévalo, sostiene que la pandemia no provocó que se perdiese ningún contrato pero sí paralizó nuevos pedidos en el negocio de ingeniería naval comercial, donde tienen actividad en la construcción de nuevos cruceros para clientes en toda Europa y en distintos astilleros. “El naval comercial es el negocio que más ha sufrido por la bajada en la productividad”, admite Cuervas, que añade: “El año 2020 empezó lanzado en el primer trimestre, pero el Covid-19 y sus consecuencias paralizó la actividad en el segundo y no empezó a recuperarse hasta el tercero, para volver a números habituales en el cuarto”.
En los primeros meses de 2021, incluso han entrado contratos de nuevos cruceros, destacó el CEO.
El negocio de ingeniería naval de Defensa, en el que Ghenova es un referente en toda Europa, ha sido contracíclico y tuvo una evolución positiva en 2020, según destaca Cuervas, que recordó que han participado en el contrato de Navantia para las corbetas de Arabia Saudí, así como el desarrollo de las fragatas F-110, “lo que ha dado carga de trabajo a nuestros centros en El Puerto de Santa María y Ferrol. “En este negocio, las expectativas son buenas para 2021”, prevé Cuervas.
También tuvo un buen comportamiento el negocio digital. Soologic, participada por Ghenova, ha seguido con su línea de crecimiento, aunque en menor medida de lo inicialmente previsto para 2020. También el negocio de ciberseguridad, que en 2020 se amplió con la compra del 50% de Beonsec, tuvo un crecimiento de dos dígitos.
Otro negocio digital con buenos resultados es el que se genera desde la propia compañía matriz para desarrollar gemelos digitales de los buques o infraestructuras que diseñan los ingenieros. Esta línea de negocio, denominada Ghenova 360, tiene a juicio de Cuervas un futuro prometedor, ya que incide en la implantación de un comportamiento predictivo que permite actuar antes de que se produzcan problemas. “Con el gemelo digital somos capaces de ver qué es necesario hacer antes de que cause un problema y hacerlo coincidir, por ejemplo, con las paradas programadas de un buque”, afirma.
El negocio digital acaba de crecer con la compra de Perama Ingeniería, una compañía especializada en ingeniería de mantenimiento y software de gestión de activos (Asset Managment SW). A través de esa compañía, quieren ampliar el mantenimiento predictivo para que se aplique a todos los sectores y no sólo en buques.
También las participadas relacionadas con el segmento de la energía renovables están en una evolución positiva. Por un lado, Enerocean, la compañía malagueña en la que Ghenova ha aumentado su participación hasta un 6% y que ha desarrollado el proyecto V2Power, la primera plataforma flotante que soporta dos generadores eólicos de 6 megavatios cada una, y que va a instalar en aguas canarias su primer parque marino.
Igualmente, Bluesolar, la patente desarrollada junto a Capsun para crear plantas que combinen la generación fotovoltaica con la termosolar, avanza. Está pendiente de cerrar la contratación de la primera planta piloto, para la que se están viendo ubicaciones en Puertollano (Ciudad Real) o en alguna de las provincias andaluzas.
Por territorios, la puesta en marcha de la Delegación de Madrid se considera un éxito, pues ha logrado aportar negocio por valor de 1,4 millones, sobre todo en el segmento de energía.
Colombia, donde se creó la filial a finales de 2019, casi ha duplicado personal y está aportando negocio en el segmento naval y en el de energía. Bolivia, pese a que ha tenido además del Covid turbulencias políticas, ha seguido aportando negocio al segmento de infraestructuras. También Brasil marcha de forma positiva, tras renovarse el acuerdo con la Marina de ese país. En Australia también marcha bien el negocio de valorización de residuos, otra de las apuestas del grupo en energía, y el naval, tras superar las dificultades para crear la estructura que generó el Covid.
Para 2021, Ghenova quiere recuperar los niveles de facturación de 2019 y acometer una reordenación mercantil y societaria que simplifique la estructura del grupo, tanto en las filiales como en las participadas. Esa ordenación también se acomete por si a medio plazo hay necesidades de capital para acometer crecimiento inorgánico. El planteamiento sería un acuerdo con un inversor que permaneciese un plazo de dos o tres años con un retorno garantizado.
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