Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Madrid/La igualdad entre mujeres y hombres y el clamor por unas pensiones dignas fueron ayer los protagonistas de un Primero de Mayo en el que UGT y CCOO exigieron a Gobierno y empresas el reparto de la riqueza bajo la amenaza de "un conflicto social garantizado".
Más de 50.000 personas según los sindicatos (12.000 según la delegación del Gobierno) participaron en la manifestación en Madrid, plagada de banderas moradas y acompasada por las voces de los trabajadores del coro del Teatro de La Zarzuela en protesta por la privatización del centro. En la marcha estuvieron el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el de Podemos, Pablo Iglesias; y el líder de IU, Alberto Garzón.
En toda España se celebraron más de 70 movilizaciones con salarios, mujeres y pensiones también como grandes protagonistas.
Los secretarios generales de CCOO y de UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, encabezaron la manifestación, que estuvo protagonizada por mujeres y pensionistas, quienes, junto a los jóvenes, centraron el corazón de sus discursos. Ambos líderes pusieron de manifiesto la necesidad de "más presión en la calle" y amenazaron con movilizaciones crecientes, ya que aunque abogan por impulsar "un sindicalismo fuerte" para conseguir una distribución más justa de la riqueza que se genera, no es posible hacerlo sólo "con rabia e indignación".
Así instaron, al Gobierno y a la patronal a que escuchen el clamor de la calle y cedan a las reivindicaciones de los trabajadores en materia de empleos, salarios, igualdad y pensiones. Aseguraron que Ejecutivo y patronal deben de ser conscientes de que este país ha dejado de lado la "resignación de la crisis", que sabe que "ahora se puede, que ahora hay dinero, que les estaban engañando y que se puede repartir el dinero que se está generando".
Resaltaron que "hay que mejorar la recaudación de impuestos y repartir la riqueza que se genera a través de políticas sociales".
Desde el Gobierno y a través de las redes sociales, el presidente Mariano Rajoy, reafirmó su compromiso "con el empleo estable y de calidad". "Contamos con todos para que en España se sigan creando más y mejores puestos de trabajo", dijo. Mientras, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, instó a "seguir sumando juntos" para consolidar la recuperación, con más y mejores empleos e igualdad real entre hombres y mujeres.
El secretario general de CCOO, por su lado aseguró que conseguir que en España haya pensiones suficientes "depende de la voluntad política" y achacó el acuerdo entre el Gobierno y el PNV para subirlas este año y el que viene conforme al IPC a la presión de la calle. No obstante, consideró que eso sólo supone meter la reforma de 2012 "en el congelador", de dónde se puede sacar en cualquier momento.
En el mismo sentido, Álvarez indicó que la Seguridad Social tiene un problema de ingresos, no de gastos, calificó el acuerdo de subida de "pacto a oscuras" y aseguró que "está lejos" de sus aspiraciones, que pasan por derogar la reforma de las pensiones: "Queremos que el Gobierno se la coma".
"Proceso histórico" y "página gloriosa". Así calificaron ambos líderes sindicales el momento de "empoderamiento" que viven las mujeres en España, que no responde a "una pelea" sino a la necesidad de decir "no es no" pero también de reclamar mejoras laborales. "Millares de miles de mujeres no están dispuestas a vivir en una sociedad patriarcal" y han decidido decir "basta, se ha acabado, ni un asesinato mas", dijo Álvarez, mientras que Sordo aseguró que "tenemos mucho que aprender de ellas a la hora de conciliar, de priorizar, de compatibilizar".
Para Sordo, las mujeres son también las más perjudicadas en la precarización del mercado laboral porque "hay una apuesta política en la reforma laboral contra empleo femenino, contra los sindicatos, por debilitar a la clase trabajadora para repartirse los beneficios".
"Cada día menos personas acumulan más riqueza", lo que requiere actuar sobre dos patas: la negociación colectiva y los salarios, sobre todo los más bajos, los de las mujeres y los de los jóvenes, afirmó Álvarez.
Por eso, aseguró que la patronal CEOE está "instalada en el ventajismo de la reforma laboral" y bloquea la negociación salarial. Pidió a la patronal que "escuche la calle" y se sienten a negociar para cerrar un acuerdo que reparta la riqueza.
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