Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
La agencia Moody's rebajó hoy hasta el nivel 'basura' -de A3 a Ba1, cuatro escalones de golpe- la calificación crediticia de los bonos que emite el Estado griego.
Moody's explica, en un comunicado, que la decisión es consecuencia de la revisión que inició el pasado 22 de abril sobre la economía griega y añade que los techos establecidos para Grecia en relación con los bonos y depósitos bancarios se mantienen sin cambios en el nivel Aaa, en la línea de la calificación de la eurozona.
"La calificación Ba1 refleja nuestro análisis del equilibrio entre las fortalezas y los riesgos asociados con el plan de ayuda aprobado por la eurozona y el FMI (Fondo Monetario Internacional)", indica en la nota Sarah Carlson, analista principal de Moody's para Grecia.
Según Carlson, "el paquete elimina de manera efectiva cualquier riesgo a corto plazo de una suspensión de pagos derivada de la falta de liquidez y anima a la aplicación de una serie de reformas estructurales creíbles, factibles y compatible con los incentivos".
Estas reformas "tienen una alta probabilidad de estabilizar los requisitos del servicio de la deuda a niveles manejables", precisa la analista, quien no obstante matiza que "los riesgos macroeconómicos y de aplicación asociados con el programa son consistentes con una calificación Ba1".
Moody's argumenta que el paquete de ayuda protege al Gobierno griego del mercado mientras aplica el ambicioso plan de austeridad fiscal y de reformas económicas exigido y que, según la agencia, "tiene el potencial de restaurar la confianza de los mercados, dependiendo de la eficacia en la ejecución del Gobierno".
La agencia de calificación de riesgo plantea que "el mejor escenario posible" en el caso de Grecia es que el país logre estabilizar en un 150% el porcentaje de su deuda con respecto al Producto Interior Bruto (PIB) en torno a 2013 y que reduzca el peso de la deuda, entendido como la relación entre el pago de intereses y los ingresos del Estado, en torno al 20% en 2014.
"Hay una incertidumbre considerable que rodea el ritmo y el impacto de estas medidas en el crecimiento económico del país, particularmente en un ambiente económico menos favorable", explica Carlson.
Argumenta que "esta incertidumbre representa un riesgo que lleva a Moody's a pensar que la calidad crediticia de Grecia es consistente con la calificación Ba1".
Esta calificación, recuerda, "supone un mayor riesgo de suspensión de pagos, aunque ese riesgo siga siendo bajo".
En cuanto a la perspectiva económica futura de Grecia, Moody's decidió mantenerla sin cambios con la consideración de "estable", con lo que refleja "la probabilidad sustancial de que la calificación no cambiará en un periodo de entre 12 y 18 meses".
"Los factores clave que influirán en la visión de la agencia tendrán que ver con la evolución de la economía griega, especialmente con el PIB y los ingresos impositivos", concluye.
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