Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Madrid/La economía española moderó su contracción hasta el 0,5% durante el primer trimestre del año gracias a la mejora del consumo de los hogares y de la inversión, si bien aceleró una décima su caída interanual, hasta el 2%, según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La contracción trimestral del 0,5% experimentada entre enero y marzo mejora en tres décimas el dato del cuarto trimestre de 2012, cuando el PIB bajó un 0,8%. Con la cifra del primer trimestre, la economía española acumula siete trimestres de crecimiento negativo, mientras que, en tasa interanual, el PIB suma seis trimestres de retrocesos. En cuanto al comportamiento trimestral del PIB, el gasto en consumo final de los hogares atemperó 1,5 puntos su caída entre enero y marzo, al pasar del -1,9% del cuarto trimestre de 2012 al -0,4% en los tres primeros meses de este año, pauta que también se observa en el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares, que han pasado de una tasa negativa del 3% a un retroceso del 1,1%.
Sin embargo, el gasto en consumo de las administraciones públicas amplió nueve décimas su contracción en el primer trimestre, hasta el -1,2%, reflejando así los recortes de gasto que está haciendo el sector público para reducir el déficit.
La inversión también mejoró en el primer trimestre al mostrar un recorte menos acusado que en el cuarto trimestre (del -3,9% se ha pasado al -1,1%), gracias a la menor caída de la inversión en construcción (-2,5%) y al crecimiento de la inversión en bienes de equipo en un 0,2%, frente a la disminución del 5,4% que experimentó en el cuarto trimestre de 2012. Los datos publicados por el INE coinciden con los avanzados por el propio organismo estadístico hace justo un mes y con las estimaciones del Banco de España, que había previsto un descenso del 0,5% en el primer trimestre y una contracción interanual del 2%. El Gobierno también esperaba que el recorte trimestral del PIB fuera menos intenso entre enero y marzo de lo que lo fue en el trimestre precedente y daba por buena estas estimaciones.
Por su parte, la caída interanual del PIB en el primer trimestre es una décima más acusada que la registrada en el cuarto trimestre de 2012, cuando la economía retrocedió un 1,9%. El INE ha explicado que esta aceleración en el retroceso del PIB se debe a que la demanda nacional incrementó dos décimas su aportación negativa al PIB, hasta -4,9 puntos, mientras que la demanda externa elevó una décima su contribución, desde 2,8 a 2,9 puntos.
La caída interanual se acelera
Aunque los componentes de la demanda nacional mostraron signos de mejoraría en tasa trimestral, empeoraron su evolución interanual, mostrando en la mayoría de los casos tasas negativas de mayor magnitud que en el trimestre precedente. Así, el gasto en consumo final de los hogares experimentó un descenso anual del 3,9%, frente al 3% del cuarto trimestre de 2012, como consecuencia de un empeoramiento en todos los grupos de consumo, menos en el de los bienes duraderos. Por el lado de las administraciones públicas, el gasto en consumo final amplió su descenso dos décimas, hasta el -4,3%, como consecuencia del recorte en las compras de bienes y servicios realizadas por estas administraciones.
Por su parte, la formación bruta de capital fijo redujo su caída interanual en más de un punto en el primer trimestre, hasta registrar un descenso del 9%, mientras que la demanda de activos de bienes de equipo cayó un 6,5%, frente al -7,9% del trimestre precedente, en consonancia con el perfil de los indicadores de producción industrial, cifra de negocios e importaciones de este tipo de bienes.
La inversión en construcción desaceleró una décima su caída interanual, desde el -12,3% del cuarto trimestre al -11,3% del primer trimestre, debido a un menor retroceso de la demanda de inversión en infraestructuras y otras construcciones (-13,3%), lo que permitió compensar la mayor disminución de la inversión en vivienda, que pasó del -8,7% al -9,1%.
En cuanto a la demanda exterior, que contribuyó con 2,9 puntos al crecimiento del PIB, cabe destacar el incremento del 4,5% de las exportaciones, cifra 1,3 puntos superior a la del trimestre precedente. Por el contrario, las importaciones amortiguaron su caída en el primer trimestre, pasando de un descenso interanual del 5,4% en el cuarto trimestre de 2012 a un retroceso del 5,1% entre enero y marzo.
Por el lado de la oferta, la mayor parte de las ramas de actividad presentan tasas interanuales negativas, con algunas excepciones. El valor añadido bruto de las ramas industriales presentó una caída superior a la estimada para el trimestre anterior (-3,9% frente al -2,4%), mientras que el valor añadido bruto de la construcción recortó más de dos puntos su contracción, hasta el -6,3%. La rama de servicios aceleró una décima su descenso interanual, hasta el -1,2%, en tanto que las ramas primaras experimentaron un crecimiento del 0,6%, inferior en un 1,3 puntos al del trimestre precedente.
El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, desaceleró dos décimas su caída anual, hasta registrar un descenso del 4,5%, lo que supone la pérdida neta de aproximadamente 761.000 empleos. En términos agregados, las ramas que presentan un peor comportamiento son las industriales y la construcción, con descensos del 5,4% y del 14,1%, respectivamente. El empleo asalariado, por su parte, cayó un 5,4% en tasa interanual en el primer trimestre del año, mejorando dos décimas la evolución del trimestre anterior, en tanto que el empleo no asalariado creció un 0,7%, tres décimas menos.
El número de horas trabajadas por las personas ocupadas en la economía pasó del -3,9% al -5,6% en el primer trimestre. Por su parte, la productividad aparente del trabajo descendió tres décimas, desde el 2,9% al 2,6%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada aumentó casi dos puntos, del 2% al 3,8%. El PIB valorado a precios corrientes desaceleró su caída nueve décimas, hasta el -1,2%, en el primer trimestre de 2013. Como consecuencia, el deflactor implícito de la economía se situó en el 0,9%, más de un punto superior al del trimestre anterior.
La remuneración de los asalariados moderó su descenso interanual en el primer trimestre en 2,5 puntos, hasta el -6%, con lo que los costes laborales unitarios se situaron en el -3,2%, cifra 4,1 puntos inferior al deflactor implícito de la economía.
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