Tractorada de alto voltaje en Madrid
Unos 1.500 tractores participan en la protesta de Unión de Uniones pero solo 500 entran en la capital y 70 se apostan en las puertas del Ministerio
La manifestación se salda con cinco manifestantes con golpes y fracturas y cinco policías con contusiones
Dos semanas de protestas agrarias dejan 48 detenidos y más de 3.100 denuncias
El campo continúa con la movilización mientras Planas envía a Bruselas sus propuestas
El centro de Madrid vive hoy una tractorada de alto voltaje convocada por Unión de Uniones, con una tensión impropia de otras convocatorias del campo en la capital, con 500 tractores y centenares de productores echados a la calle para decir que el campo, a pesar de ser "esencial", está en "fase terminal", como rezaba una pancarta frente al arco principal de la Puerta de Alcalá. La entidad convocante tiene una fuerte implantación en comunidades como Castilla y León, Extremadura, Madrid y Cataluña, pero no está entre los interlocutores del Gobierno para asuntos agrarios.
Hasta 13.000 personas han participado en la manifestación, según la organización agraria, si bien la Delegación del Gobierno ha reducido el número de manifestantes a un máximo de 4.000. Según Unión de Uniones, de los 1.500 tractores que se han movilizado solo han podido acceder a la capital 500 y apenas 70 podido a las puertas del Ministerio.
El coordinador estatal de la organización agraria, Luis Cortés, calificó de "éxito" la tractorada y dijo que se quedará frente al MAPA hasta que se marche el último de los manifestantes.
Denunció que a los agricultores "les están arruinando" y ha invitado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a "darse un baño de realidad". El ministro había afirmado en la sesión de control del Congreso que Unión de Uniones no es una organización representativa del sector y que Asaja no apoyaba la protesta de Madrid. Pero su presidente, Pedro Barato, salió al paso y dijo que su organización respeta y apoya otras protestas agrarias siempre que sean pacíficas. Y exigió a Planas que dejara de "enredar" y se ocupara de los problemas del campo.
La movilización comenzó en la Puerta de Alcalá, que fue tomada por muchos de los convocantes que se han dieron cita desde primera hora en la plaza de la Independencia.
Hasta allí fueron llegando centenares de productores con banderas de España, Extremadura, Castilla y León, o Euskadi, mientras otros exhibían pancartas relativas a los problemas del campo.
La incertidumbre sobre la evolución de las cinco columnas de tractores cundió incluso entre los propios organizadores, que no sabían a ciencia cierta cuántos ni por dónde podrían llegar al final a la capital.
Su coordinador, Luis Cortés, aseguraba ya a primera hora que no se iban a mover de la puerta de Alcalá mientras no llegasen "todos" los tractores (unos 1.500, según sus cálculos), pero la Delegación del Gobierno sólo ha permitido que lleguen 500 al centro de Madrid.
Momentos de tensión
La manifestación se ha desgajado cuando, pasadas las 13:00, un grupo de tractores y varias decenas de productores intentaron romper el cordón policial que delimitaba su recorrido establecido y trataron de ir por el eje Cibeles-Prado, que es el que los convocantes habían propuesto y fue denegado por Delegación del Gobierno.
Se vivieron momentos de tensión que llevaron a algún enfrentamiento con los agentes, hasta que Luis Cortés, megáfono en mano y con heridas leves en una pierna, pidió retomar el orden previsto y reconducir la marcha hacia la calle Alfonso XII para desembocar frente al ministerio, donde se celebró el acto final.
Según cifras de Samur y Protección Civil, diez personas han tenido que ser atendidas, entre ellas cinco manifestantes por golpes y fracturas (2 de ellos trasladados a centros hospitalarios) y cinco policías por contusiones (1 de ellos trasladado al hospital).
Más allá de la tensión, impropia de otras manifestaciones del campo realizadas en Madrid, acudieron ciudadanos y allegados a los agricultores que alzaron su voz junto a ellos.
Es el caso del madrileño David Gete, que, en declaraciones a Efe, asegura que ha acudido porque "al final el campo es de lo que nos alimentamos" y no se les paga lo que deberían por sus productos.
O Pilar del Río, que no es agricultora pero tiene un negocio relacionado con el sector primario en Castellar de Santiago (Ciudad Real), y ha participado en la protesta por "solidaridad" y para que les "escuchen" las administraciones porque de ellos "dependemos para comer sano". La voz de los agricultores
Un apoyo que agradecieron los que sí cultivan la tierram como el alicantino Antonio Sánchez, quien tiene una finca de uva de mesa en Novelda, e insiste en que no quieren que se impida la importación de alimentos desde terceros países pero sí que se les impongan "aranceles adecuados" a su entrada o que cumplan los mismos requisitos de producción que los europeos.
La agricultora cacereña María Jesús Iglesias tiene una finca de aceitunas en Cerezo y pide soluciones porque vende su producción "sin precio" frente a lo que se importa, que es "más barato porque soportan menos costes de producción".
En muchos "corrillos" los productores discutían sobre sus problemas, hacían críticas a la actual Política Agrícola Común (PAC) -que "no sirve 'pa ná'", según decía un participante, o se quejaban sobre el exceso de burocracia que soportan.
De hecho, en algunas pancartas los lemas eran "Burocracia y administración arruinan mi explotación" o "Sobran papeles. Faltan soluciones", acompañados por el ruido de tambores, el lanzamiento de petardos o el sonido de bubucelas, e incluso de un jamón, compartido para evitar el hambre durante la jornada.
Sin faltar algún participante disfrazado de cura, el dócil buey que ya es un clásico de estas protestas o los agricultores con su carromato antiguo, como toque pintoresco.
Pintoresco -y de picaresca- el que algunos vendedores ambulantes hayan instalado sus puestos en la puerta de Alcalá para vender bubucelas, banderas de España y otros complementos festivos.
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